El “Inferno” de Dan Brown: la novela como secuencia |
Escrito por Iván R. Méndez | @ivanxcaracas |
Lunes, 20 de Mayo de 2013 08:28 |
(¿dirigido nuevamente por Ron Howard? ) basado en la entretenida novela. Enfatizo, Dan Brown (EE.UU, 1964), entrega libros amenos, casi adictivos (como los de Paulo Coehlo o Joanne Rowling) para algunos, que vienen pre-formateados como guión para una industria ávida de nuevo material para la gran pantalla. De hecho, al igual que ese tipo de películas, el lector atraviesa una maraña de referencias conocidas y gadgets tecnológicos ensamblados con peripecias típicas, las cuales lo hacen sentir “culto”, ya que las reconoce, quizá porque las estudió en secundaria o consumió como producto del prime time de NatGeo. Un thriller malthusiano “Inferno” es un thriller “malthusiano” montado (mas no integrado) sobre la “Divina Comedia” del florentino Dante Alighieri (1265-1321). La influyente novela de Dante, es descrita así: “En los siete siglos que habían pasado desde su publicación, la visión que Dante creó del Infierno había inspirado a algunas de las mentes más creativas de la historia la realización de tributos y variaciones. Longfellow, Chaucer, Marx, Milton, Balzac, Borges e incluso varios papas habían escrito obras basadas en el Inferno. Por su parte, Monteverdi, Liszt, Wagner, Tchaikovsky y Puccini habían compuesto asimismo piezas basadas en la obra de Dante, al igual que una de las cantantes favoritas de Langdon, Loreena McKennitt. Y en el mundo moderno de los videojuegos y las aplicaciones de iPad no faltaban las propuestas relacionadas con el poeta florentino”. El profesor Robert Langdon, acompañado por Sienna, una hermosa y prodigiosa inglesa con un Coeficiente Intelectual de 208 (un Premio Nobel, en promedio, tiene 145), retorna para enfrentar a un malévolo y desquiciado multimillonario (que mezcla en su mente textos de Malthus con la obra de Dante) que desata una plaga tecnológica para aniquilar, al menos, a 3.000 millones de personas y así restaurar el equilibro del planeta, hoy saturado por la superpoblación, el mundo para él es “un purgatorio de procastinación” y él se autodefine como “la puerta de acceso a la edad Posthumana”. La frase de Dante que mueve al millonario es “Los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis moral”, la cual justificaría la serie de movimientos que debe perpetrar para alcanzar su fin gracias a la ayuda de “El Consorcio”, empresa “cuya única directriz ética consistía en hacer todo lo necesario para mantener la promesa hecha a un cliente”. “El Consorcio” es dirigida por El Preboste, un personaje obsesionado por el control, “prever todas las posibilidades, anticipar cualquier respuesta y amoldar la realidad al resultado deseado”, es su obsesión. La novela inicia con Langdon atrapado en pesadillas, amnesia (de los últimas 48 horas de su vida) y dolor en un hospital florentino. Apenas le informan de su ingreso por una herida de bala, aparece una esbelta asesina (sí, ya lo sabes, vestida de cuero negro) que intenta rematarlo… Pero es salvado por la médico que lo atendía, que resulta ser un persona más opaca de lo que podría anticipar el lector… A partir de esta secuencia, se inician una serie de peripecias por toda Florencia, alternada con explicaciones “wikipédicas” de la arquitectura y el arte florentino y algunas interpretaciones de la simbología que éstos ocultan. Una obra bárbara Sin exagerar, “Inferno” puede desmembrarse así: 40% peripecias + 25% Wikipedia + 35% de historia en sí. Esta lógica de construcción responde a un mercado editorial que el italiano Alessandro Baricco identifica como “bárbaro” en su obra “Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación”. Para Baricco, este nuevo mundo editorial diseña libros “cuyas instrucciones de uso se hallan en lugares que NO son únicamente libros” y responde a una masa de lectores que él ilustra así, “los bárbaros van hacia los libros, y van de buena gana, pero para ellos tienen valor los escritos en esa lengua: porque de esa forma no son libros, sino segmentos de una secuencia más amplia, escrita con los caracteres del Imperio, que a lo mejor se ha generado en el cine, ha pasado por una cancioncita, ha desembarcado en televisión y se ha difundido en Internet. El libro, en sí mismo, no es un valor: el valor es la secuencia”. Aún te animas a leerla, descarga y lee el capítulo 1 de la novela aquí . Inferno,
@ivanxcaracas
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