Acabemos con la estafa al cine venezolano
Escrito por Edgar Rocca | @EdgarRocca   
Martes, 11 de Abril de 2023 00:00

altPor cincuenta años el cine hecho en Venezuela se le ha catalogado como un cine de “delincuentes, personas de la mala vida y malas palabras”

y nada más lejos de la realidad. Ciertamente, nuestro cine explota -sobre todo antes- esas narrativas, pero es falso que fuesen las únicas. En todo caso la tendencia (superior al 90%) es que nuestro cine está compuesto por películas B. 

Esto quiere decir que rara vez se ve una película infantil, todo público o clasificación A. Ahí hay un punto importante para levantar nuevas narrativas sobre todo para las próximas generaciones. Ya las generaciones de cineastas existentes han optado por un cine más adulto y eso difícilmente se pueda cambiar. Aunque lo más importante es cambiar la percepción de nuestro público.

El cine es una industria global, en la cual Venezuela juega el papel de Mercado deprimido, no es parte activa de la industria, pues una industria produce y nuestro país no es un país productor. Lo que hace difícil que pueda competir o siquiera ser una alternativa para el público interno. Es más, lo común es que el público nos compare con las superproducciones estadounidenses y por supuesto perdamos por goleada injustamente. 

Existe otra tendencia, me atrevería a decir que global, donde las personas que estudian o son artistas, parecen estar destinados a “siempre pelar bola” como dicen aquí, o estar desempleado y sin dinero, en correcto español. Pero eso es también otro mito urbano o un mal uso de las circunstancias. Por lo general, hay mucha demanda y poca oferta. Nada más en Hollywood hay un gremio (el actoral) con 120 mil asociados, que deja corto el presupuesto y la producción para que todos puedan estar facturando 15 y último. Razón por la cual los precios de sus honorarios suelen ser altos para compensar la poca posibilidad de trabajo. 

Pero en todo caso, cuando se hacen bien las cosas y el medio está en buenos momentos, cualquier artista puede vivir de su trabajo. Quizá no con lujos, pero dignamente. Y es así a nivel general en todos los oficios, trabajos o empleos. Entonces es otra estafa de nuestra manera de comunicarnos, de nuestro lenguaje y que afecta directamente a la cultura y al arte. 

Una estafa real sucede en países como el nuestro. Es olímpico, histórico y bochornoso crear noticias y no cumplir, no rendir esas cuentas. Constantemente pienso que la falta de comunicación genera exceso de imaginación. Y el silencio del medio local parece cómplice de situaciones que son al menos fallos de comunicación. Siempre me pregunto qué habrá pasado con los 100 millones de euros que iban para el cine nacional, aprobados en septiembre de 2019.

Y no quisiera profundizar sobre el tema, pero sí nuevamente alentar a que debemos dejar de estafar al cine nacional de palabra, obra u omisión. El país necesita la cultura. Lo que vive el cine, que es mi medio, también lo vive el teatro, las artes plásticas y el resto de las expresiones artísticas. Como el culpable de todo no es el otro, también debemos asumir responsabilidades. Comenzar por dejar de estigmatizar el arte, sea sobre su forma o sus posibilidades laborales, es un buen comienzo. Porque, así como un artista pasa trabajo, también hay bastantes médicos, abogados y afines ganándose la vida en otros oficios o desempleados. 

“Apoyar lo nuestro” es una frase hecha que tiene todo el sentido cuando acudimos al cine a ver (apoyar) la película venezolana en cartelera, y seguidamente hacemos una crítica constructiva. Y a la siguiente película que sale hacemos lo mismo. Ser consecuente y no condescendiente es lo ideal. En lo que respecta al cine, en el tiempo han hecho esfuerzos de “campañas” para acercar más al público. Como aquella que invitaba con el slogan “Vamos al cine” pero que en el tiempo perdió poder por su poca sustancia y ahora es tan solo un recuerdo. Una vez más fuimos estafados, por una mala campaña publicitaria. 

Por eso, en lo sucesivo, después de sobrevivir a una pandemia mundial, qué tal si revisamos y nos enfocamos en darle visibilidad a la economía cultural. Que las generaciones venideras no tengan miedo de ser artistas, que entiendan integralmente sus artes, no solo desde la sensibilidad y la expresión artística, sino desde el lado económico. De lo contrario, también las escuelas nos estafan, nos dan la clase incompleta.

Es importante, fijar el ciclo del cine y de las artes en general. Desglosar este ciclo ayudará a entender y depurar el ciclo del arte. (Crear, invertir, producir, difundir, recaudar y volver a crear) Una de las responsabilidades de nuestro medio es buscar sanar las preguntas que históricamente no tienen respuestas en el cine nacional y que sin duda deben aclararse. ¿Cuánto han costado oficialmente las películas nacionales?, ¿Cuánto han recaudado nacional e internacionalmente? Por dos preguntas claves que sin duda aportan a destrabar la estafa que nos hemos hecho a nosotros mismos y que nos lleva a actuar desde el síndrome del impostor. 

Este tipo de información es pública a nivel mundial desde páginas como Box Office Mojo https://www.boxofficemojo.com/ o IMDB, e incluso en Wikipedia, puedes ver el presupuesto y la recaudación de películas extranjeras. Y es necesario, así sea como referencia, que sinceremos y mostremos las respuestas a estas interrogantes, para acabar con la imagen opaca de nuestro medio. Además, que ayuda a sumar inversores, para que también la empresa privada invierta y entienda lo que hacemos. 

Para finalizar quisiera compartir una revisión, que creo que vale la pena, de los últimos 5 años que han sido los más difíciles de nuestra historia reciente y donde la caída económica del medio cinematográfico ha sido enorme. Entre 2017 y 2022 se estrenaron 83 películas venezolanas de la cuales las primeras 15 en el ranking de recaudación son las siguientes: 

 

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En estos 5 años reseñados, vivimos meses de protestas, revueltas políticas, apagones y la pandemia mundial. Al analizar las 15 películas con más tickets vendidos en ese periodo podemos concluir algunas cuestiones relevantes. 

 A saber, no solo 2020 y 2021 fueron años duros por la pandemia mundial, sino que el 2019 ya hablaba de la debacle de la taquilla local, al colar los peores resultados de la muestra de 15 películas. El 2022 representa una leve mejoría. La comedia tiene a 7 de 15 en la lista, el terror se muestra como el otro género importante con 3 en las primeras 10 y el cine del estigma “Malas palabras, delincuencia y personas de la mala vida” mantiene un peldaño con el cine de Jackson Gutiérrez.

También podemos observar que la posibilidad de tener buena recaudación va de la mano con salir con un buen número de salas. En 12 de 15 de la lista, el número de pantallas es superior a 20 y el promedio general se sitúa en 33 pantallas, como el número para estrenar una película y tener alguna posibilidad de éxito. Mientras que las primeras 5 arrojan un promedio de 51 pantallas. Los datos están ahí y pueden ser estudiados con mayor profundidad, lo demás es una estafa con la que debemos acabar.  

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