En el diccionario de la Real Academia se nos enseña que "orto" es la 'salida o aparición del sol o de otro astro por el horizonte'.

Pero en el repertorio de palabras malsonantes en España, Hispanoamérica y Filipinas, de la RTVE, se especifica que “orto” es ‘designación unívoca del ano en Argentina’. Diré, pues, que la Ortografía no es la descripción del orto, pero va camino de terminar en él. La escritura en pantalla será su tumba, y entrará en la Historia como Pinochet, por la cloaca.

Sólo una decena de ejemplos para ilustrar lo que digo: “Te hecho de menos”, “dentre y lea para averiguarlo: 3 damicelas”, “tal vez su voz no sea la mejor pero a de ser muy agradable hablar con usted”, “me pareció buena honda”, “ha este paso”, “sino lo sacamos se nos atoran”, “la señora era Alemana y su papa era un soldado nazi”, “Héctor Abád Faciolince a sabido demostrar bien”... etc. ad líbitum & ad náuseam. Y todo ello sic, sic, sic.

Ojo, con esto no quiero salir al paso de las sabias palabras de mi querido Héctor Abad en su columna del 6 de febrero, antes al contrario, las suscribo plenamente: “Así como a nadie se le ocurre decirle a una ballena cómo debe cantar, asimismo a un lingüista de hoy no se le ocurre decirle a nadie cómo debe hablar y mucho menos se va a poner a lloriquear por la forma en que los jóvenes supuestamente maltratan el castellano. Un lingüista serio oye y describe, en vez de echar sermones sobre la decadencia de la lengua. En realidad las personas, cultivadas o no, alfabetos o analfabetas, si hablan espontáneamente, hablan bien. Hablar es tan natural como caminar, y a nadie se le ocurre decir que los que van a la escuela caminan mejor que los que no han ido nunca. Es cuando empiezan a cuidarse, por miedo a estos espantapájaros que son los gramáticos normativos, que la gente común se equivoca”.

Lo que dice Héctor es correcto. Pero imaginemos que lo hubiese escrito de este modo: “Asi como ha nadie se le ocurre de decirle a una bayena como debe cantar, asimismo ha un linguista de hoy no se le ocurre de decirle ha nadie como debe hablar y mucho menos se va ha poner a lloriquear por la forma en que los jovenes supuestamente maltratan el castellano. Un linguista serio olle y describe, en vez de hechar sermones sobre la decadensia de la lengua”. Etc.

Estamos de acuerdo en que lo hablado espontáneo está bien. Pero ¿y lo escrito espontáneo?, ¿están bien también los continuos atentados contra la ortografía que se ven en los foros y en los blogs, y que a veces llevan el texto al límite de la ininteligibilidad? Aunque en fin, no todo está perdido, todavía no la he visto escrita así: Hortografía. Démosle tiempo al Tiempo.

El Espectador