La revolución sigue vendiendo fantasías, a paso de perdedores. El presidente, más bien el productor de misiones, le ha hablado al país sobre un programa para importar y vender trescientos mil artefactos de línea blanca,

fabricados en China. La promesa incluye montar una fábrica en Venezuela, en los Valles del Tuy, en cooperación con el gobierno chino y el fabricante de la marca Haier. Será como la de satélites, computadores, teléfonos, carros, tractores y bicicletas, pura paja revolucionaria.

Las neveras que estarán ofreciendo tienen una capacidad de 10 pies cúbicos. Una nevera de esa capacidad, empacada y con sus protecciones, ocupa un volumen de unos 15 pies cúbicos. No se pueden apilar dos en altura dentro de un contenedor, así que con buena suerte, caben unas 40 neveras. Hace falta traer unos dos mil quinientos contenedores de 40 pies, para importar tan sólo 100.000 neveras. Arriba de las neveras se podría apilar una cocina, para traer 100.000 piezas. Los cien mil aires acondicionados y las cien mil lavadoras, requerirán unos 1300 contenedores adicionales. En total, para no hacer muy largo el cuento, serán 3800 contenedores, más de setenta por semana, unos 14 diarios. Eso sí, sin parar un solo día de lunes a viernes durante un año continuo, cincuenta y dos semanas.

Esos setenta contendedores hay que desaduanarlos, almacenarlos, llevarlos a las tiendas, venderlos, procesarles un crédito a los compradores y finalmente facturarlos, y transportarlos a los hogares de los compradores. No quiero pensar en los repuestos, el servicio técnico de instalación y el de reparación.

Un gobierno incapaz de hacer las tareas más sencillas, las que no requieren grandes capacidades logísticas, ahora se convertirá en una gran operación comercial, de magnitudes nunca pensadas, para hacer realidad una promesa presidencial. Otros números que no le cuadran a la revolución. Ahora veremos los puertos llenos de contenedores de línea blanca. Ojalá que el salitre no los dañe, porque no se pueden quemar como la comida que dejaron podrir.
Trescientos mil nuevos aparatos se incorporarán a la red eléctrica. Las neveras, en muchos de los casos, sustituyen a neveras que ya existían, pero los aires acondicionados y muchas de las lavadoras se incorporarán como un nuevo consumo eléctrico. El gobierno que clama por un ahorro energético, lo promueve. Esta revolución no tiene pies ni cabeza.

Vivienda, empleo, lavadoras y neveras, son otra de las fantasías que este gobierno pretende usar para comprar votos. La esperanza del venezolano no se llena con mentiras. Pónganse a trabajar de una vez por todas y dejen de mentirnos.
 

@pereiralibre