A propósito del premio Rodolfo Walis, entregado al Teniente Coronel Hugo Chávez por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social  de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, me impresionó sobremanera  la ignorancia o la desfachatez del la decana de esa Facultad, Florencia Saintout, al decir en la entrega del premio que “para la Facultad es un orgullo premiar a un presidente como Chávez que es defensor de la comunicación popular y un luchador por los que no tienen voz en los monopolios informativos” .

La comunicación no es popular ni de clases, es un derecho constitucional de todos los ciudadanos. En este sentido, la académica destacó que “Chávez encabeza un proceso de integración latinoamericana que será comprendido, con el tiempo, en su verdadera dimensión”.

Por Dios…cuando esta señora logre entender ese proceso de integración creo que pudiera morir en el intento, no es posible que no esté enterada de un hecho público y notorio internacional de la presión  y del cierre de medios; tres televisoras y más de 30 emisoras y decenas de periodistas presos o enjuiciados con tribunales subyugados, sólo porque son  incómodos a su gobierno y esa “integración” es la intención de crear un imperio personal,  a punta de billetes, de petrodólares que regala como si fueran de su propio pecunio. Los medios, no alineados a su Socialismo Siglo XXI, no tienen acceso a la información oficial y en los medios oficialistas no hay una crítica a nada que pueda lesionar la imagen asquerosa de su gobierno,   militarista, de corte  totalitario, que no es democrático y mucho menos respetuoso de la libertad de expresión. El extremado  abuso de sus cadenas de radio y televisión, seis o siete horas cada día, para hablar pendejadas o para ofender a personas, a instituciones y a Poderes Públicos del estado, tan soberanos como el Poder Ejecutivo, a mandatarios de otros países, a los Obispos  y hasta a su propia familia.

No he podido olvidar a Chávez decirle un mensaje a su  esposa de entonces Marisabel Rodríguez, en cadena nacional de radio y TV, aquella soez expresión por su contenido de intención; “Marisabel…esta noche te doy lo tuyo”.  La imaginé indignada, a ella y a todas las mujeres de este país, por ese bochornoso improperio.

Al Tribunal Supremo de Justicia cuando emitió una sentencia que no le calzaba a su interés, les espetó  “Pusieron la plasta y se fueron de vacaciones”, irrespeto por el que pudo ser enjuiciado y salió ileso.

Al Rey de España, al Presidente Uribe y a muchos ciudadanos a quienes debe respeto, les ha dicho “vayan a lavarse ese paltó”, una expresión que implica lavarse el trasero. Estos son algunos de los epítetos que utiliza para herir e insultar a quienes odia porque no se pliegan a sus designios. 

A los venezolanos que no están con él, los llama “escuálidos”, “pitiyanquis”, “lacayos del Imperio” y a nuestros empresarios los ubica constantemente  como “oligarcas”, “estafadores”  entre otros  términos por demás ofensivos.

Ese es el Presidente que tenemos en Venezuela, un hombre ordinario, vulgar, agresivo  soez y por cierto de probada cobardía, aquí lo hemos visto esconderse en un Museo Militar para dirigir un golpe de estado, llorar en las sotanas de algún Obispo y pedir perdón cuando está caído.

En estos once años el petróleo venezolano ha producido al Fisco más de 1.200 millones de dólares y nuestro país está súper endeudado, hipotecado, destruido, carecemos de viviendas, la industria de la construcción desmantelada, la producción de electricidad es insuficiente, la inflación carcome a la población y “Don Regalón”, el Presidente de Venezuela regalando a países a los que  pretende sumar a su imperio, casas, refinerías con petróleo incluido, Cuba no produce petróleo pero ya tiene refinería y exporta su producción, le enviamos el crudo y tenemos en el país parte del Ejército cubano “asesorando a nuestros militares” descendientes directos de los militares que en los años sesenta derrotaron a Fidel Castro en su intento de invadir a Venezuela, el único país que lo ha intentado. Tenemos una legión de “médicos” cubanos en un programa llamado Barrio Adentro, que es bueno, pero que sin duda alguna ese programa pudo hacerse mejor aún con nuestros médicos, cuyas últimas promociones han emigrado porque aquí son tan mal pagados y en cualquier otro país recibidos a satisfacción porque es reconocida la calidad de su formación. Tenemos entre tantas calamidades, un muerto por violencia cada media hora en Venezuela. Esta tragedia debe durar no más allá del 2 de Febrero del 2013, si es que no se va antes.

Mucho gusto.

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