Venezuela el sueño roto
Escrito por Douglas C. Ramírez Vera   
Sábado, 14 de Junio de 2025 00:00

altVenezuela, una de las naciones más prósperas de América del Sur en el siglo XX, enfrenta hoy una de las crisis más severas del continente.

Más allá de los indicadores económicos —como la hiperinflación o la caída del PIB—, el país sufre una transformación demográfica sin precedentes: más de 8 millones de venezolanos han emigrado desde 2016, alterando no solo su tejido social, sino también la estabilidad regional.

Estas notas exploran las raíces políticas, económicas e ideológicas del colapso, analizando cómo la dependencia del petróleo, el autoritarismo y las políticas de control estatal llevaron a un país prometedor a convertirse en un Estado fallido.

Duele ver cómo un país que alguna vez fue sinónimo de progreso en América Latina hoy se desangra en una diáspora masiva, en hiperinflación galopante y en una crisis humanitaria que parece no tener fin.

Duele porque no fue el destino inevitable, sino el resultado de decisiones políticas torpes, políticas ideologías aplicadas y por una élite que, década tras década, prefirió el atajo populista antes que la construcción de instituciones sólidas.

Pero esta historia no comienza con Hugo Chávez ni con Nicolás Maduro. Para entender cómo Venezuela pasó de ser la "Promesa de América" —como se le llamó en los años 50— a un Estado fallido, hay que remontarse a los gobiernos que moldearon su destino mucho antes de que el chavismo apareciera en escena.

 

I. La Venezuela Dorada: Cuando el Petróleo Era una Bendición (1950-1980)

1. La Democracia Pactada y el Milagro Económico

En 1958, tras la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, Venezuela inició una etapa de democracia estable bajo el Pacto de Punto Fijo, un acuerdo entre los partidos Acción Democrática (AD), COPEI y URD para evitar golpes de Estado.

  • La bonanza petrolera: Con los precios del crudo en alza, Venezuela vivió una época de crecimiento sin precedentes. Entre 1950 y 1970, el PIB per cápita era el más alto de América Latina, superando incluso a Argentina y Chile.

  • Modernización acelerada: Se construyeron autopistas, universidades, hospitales y una red eléctrica que cubría casi todo el país. Caracas se convirtió en una capital cosmopolita, imán para inmigrantes europeos y sudamericanos.

Pero había un problema: el petróleo lo era todo.


2. Carlos Andrés Pérez y la Nacionalización: ¿Oportunidad Perdida?

En 1976, el presidente Carlos Andrés Pérez (AD) nacionalizó la industria petrolera, creando PDVSA. Fue un momento de orgullo nacional, pero también el inicio de un modelo rentista insostenible.

  • El Estado como gran patrono: Los ingresos petroleros financiaron subsidios, obras faraónicas y una burocracia inflada.

  • La corrupción se normalizó: El "ta’ barato, dame dos" se volvió un símbolo de la cultura del derroche.

Venezuela pudo haber usado esa riqueza para industrializarse, como hizo Noruega con su fondo soberano. En cambio, lo gastó como si el petróleo nunca se acabara.


II. La Crisis que Nadie Quiso Ver (1980-1998)

1. El Viernes Negro y el Fin de la Ilusión

El 18 de febrero de 1983, conocido como el "Viernes Negro", el bolívar se devaluó brutalmente. El país entró en shock: la fiesta se había terminado.

  • La deuda externa se disparó: De $6.000 millones en 1973 a $35.000 millones en 1983.

  • El FMI llega a Caracas: En 1989, Pérez implementó el "Paquete Neoliberal", recortando subsidios y liberalizando precios. El resultado: El Caracazo, una explosión social que dejó cientos de muertos.


2. Rafael Caldera y el Último Intento de Reforma

En 1994, Rafael Caldera (COPEI) asumió en medio de una crisis bancaria que quebró a medio país. Su gobierno:

  • Intervino bancos y liberó controles cambiarios, pero sin un plan claro.

  • Indultó a Hugo Chávez (preso por el golpe de 1992), un error histórico que cambiaría el destino de Venezuela.

Ironía cruel: Los mismos partidos que construyeron la democracia (AD y COPEI) la erosionaron con corrupción e improvisación, allanando el camino para el chavismo.


III. Las raíces del final

1. El Declive Económico: Del Boom Petrolero al Colapso

Venezuela vivió su último período de bonanza durante el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013), cuando el alto precio del petróleo permitió cuadruplicar el PIB (de $83.700 millones en 2003 a $334.100 millones en 2011). Sin embargo, este crecimiento fue insostenible:

  • Dependencia del crudo: El petróleo representaba el 96% de las exportaciones, pero no se diversificó la economía.

  • Intervención estatal: Chávez nacionalizó industrias clave (telecomunicaciones, banca, agricultura), pero muchas empresas expropiadas quebraron por mala gestión.

  • Crisis humanitaria: Bajo Nicolás Maduro, la hiperinflación (1.698% en 2016, 9.585% en 2021) y la escasez de alimentos generaron migración masiva.


2. El Factor Político: Autoritarismo y Quiebre Institucional

La crisis económica se agravó por el deterioro democrático:

  • Concentración de poder: Chávez reformó la Constitución (1999) para permitir reelecciones indefinidas y controlar el Tribunal Supremo.

  • Represión: Maduro desmanteló la Asamblea Nacional (2017) y persiguió a la oposición, según informes de la ONU.

  • Pérdida de libertades: Censura a medios, arrestos arbitrarios y elecciones cuestionadas (como las de 2018 y 2024).


3. La Raíz Ideológica: Marxismo y Socialdemocracia

El modelo venezolano combinó el marxismo con un estatismo radical:

  • Influencia marxista: Desde el Partido Comunista, Acción Democrática (siglo XX) hasta el chavismo, que promovió la "revolución bolivariana" bajo retórica antiimperialista.

  • Socialdemocracia fallida: A diferencia de Europa —donde se equilibra mercado y Estado—, Venezuela priorizó el control estatal sin garantizar eficiencia. Ejemplo: las expropiaciones de Carlos Andrés Pérez (1976) fueron moderadas frente a las masivas de Chávez (5.000 empresas intervenidas).


IV. La Revolución que Destruyó Todo (1999-2024)

1. Chávez: El Mesías de los Pobres (y el Verdugo de la Economía)

Hugo Chávez llegó al poder en 1999 prometiendo "refundar la patria". Lo logró, pero no como esperaban muchos.

  • La Constitución de 1999: Concentró poder en el Ejecutivo, eliminó la autonomía del Banco Central y abrió la puerta a reelecciones indefinidas.

  • El boom petrolero (2004-2012): Con el crudo a $100, Chávez financió misiones sociales (Barrio Adentro, Mercal) y regaló petróleo a aliados (Cuba, Nicaragua).

  • Pero… las expropiaciones mataron la economía: De 2002 a 2012, se estatizaron más de 1.200 empresas, desde supermercados (Éxito) hasta acereras (Sidor). La mayoría quebró.


2. Maduro: El Colapso Final

Tras la muerte de Chávez (2013), Nicolás Maduro heredó un país en caída libre:

  • Hiperinflación (2017-2021): La peor del mundo, con picos de 300.000%.

  • Migración masiva: 7,7 millones de venezolanos huyeron, la mayor diáspora en la historia de América Latina.

  • Autoritarismo descarado: Elecciones amañadas, presos políticos (como Leopoldo López) y una Asamblea Nacional convertida en farsa.

Dato brutal: En 2023, el PIB per cápita venezolano era 70% menor que en 2013.


V. ¿Se Puede Reconstruir Venezuela?

Los intentos de apertura económica (como la Agenda Venezuela de Caldera en 1996) mostraron resultados contrastantes:

  • Éxitos relativos: La privatización de Sidor (1997) aumentó la productividad, pero fue revertida por Chávez en 2008.

  • Fracasos: Los controles de precios y subsidios de Maduro destruyeron la industria privada, generando escasez.

 

Venezuela no se arruinó en un día. Fue una combinación letal:

  1. La cultura rentista (vivir del petróleo sin plan B).

  2. La corrupción institucionalizada (de AD, COPEI y el Chavismo).


El autoritarismo disfrazado de revolución (Chávez y Maduro).

Venezuela es un caso paradigmático de cómo la mezcla de autoritarismo, dependencia de recursos naturales y políticas económicas mal diseñadas puede llevar a un país al colapso. Tres lecciones emergen de esta experiencia:

  1. La democracia es frágil: Sin pesos y contrapesos, el poder concentrado corrompe y ahoga las libertades.

  2. El petróleo no es suficiente: La falta de diversificación económica condena a los países a ciclos de bonanza y crisis.

  3. El estatismo extremo fracasa: Las nacionalizaciones sin transparencia o eficiencia generan pobreza, no desarrollo.


¿Hay esperanza?

Sí, pero requiere:

Un acuerdo político real (sin exclusiones).

Reformas económicas profundas (dolarización, privatizaciones selectivas).

Justicia transicional (para investigar crímenes de lesa humanidad).

Para recuperarse, Venezuela necesita reformas institucionales, inversión privada y acuerdos políticos inclusivos. Mientras tanto, su crisis sigue siendo una advertencia para América Latina.

Venezuela fue un país que lo tuvo todo y lo perdió por soberbia e incompetencia. Su tragedia es una advertencia para toda América Latina.

"Venezuela es como un hombre que ganó la lotería, gastó todo en fiestas y, cuando se quedó sin dinero, incendió su propia casa para calentarse."


 [1] ORCID: https://orcid.org/0009-0001-5282-0006

alt

 


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com