Andrés López: “A mí me mataron a mi ídolo político”
Escrito por Iván R. Méndez | X: @ivanxcaracas   

altEl showman colombiano Andrés López  recorrerá el país con el espectáculo “Me pido la ventana con frutica picada”,  que define como “el show ordenado de  toda la esencia latina y cómo nos ponemos a navegarla”...  A continuación, una entrevista exclusiva con el comediante

La Fundación El Camino a la Felicidad  es la productora del evento Me pido la ventana con frutica picada,  con el cual  Andrés López se presentará, desde el próximo 29 de agosto, en Margarita, Caracas, Maracay, Puerto Ordaz, Maracaibo, San Cristóbal, Mérida y Barquisimeto.

Andrés López realizó un performance íntimo para la prensa, y luego respondió algunas preguntas, que podemos desglosar así:

Comedia aplicada al mundo de  los negocios y la vida
En su seminario “Comedia aplicada al mundo de  los negocios y la vida”, que pronto impartirá en Caracas,  explica que “la comedia más que basarse  en que es lo que uno está diciendo, se basa en entregar imágenes completas de algo, una imagen  mental supera al lenguaje”.


Lucho Navarro
López indicó que su pasión por el humor la detonó el chileno Lucho Navarro a quien vio cuando apenas tenía 11 años.  Apenas lo vio, empezó a imitarlo para su familia durante un  un fin de semana playero, “haciendo sus gestos, sacando los ojos como él, riéndome hacia atrás”…

“En el mundo, asegura, hay dos tipos de comediantes: el original y el otro”.  Agrega que le tomó 12 años de estudio hacer lo que hace, “lo importante es ser original en estilo, original en texto. Para serlo hay que tomar distancia, todos los temas se pueden abordar (familia, trabajo, etc), pero cómo lo hagas es lo que te da la originalidad”. Ahora hay mucho comediante “youtubero” que parte de que uno no sabe inglés e imita todo lo que encuentra.


Mercadeo del caos
Asevera el comediante que Colombia es muy distinta a la que reflejan las noticias y eso es producto del mercadeo del caos, “Colombia tuvo una época muy difícil que fue a finales de los años ochenta y hasta luego del 2000, pero ahora Colombia es otra cosa”.


“Todos los colombianos tenemos anécdotas en los aeropuertos extranjeros, uno se baja del avión y trae todos sus papelitos, llevamos las cartas de invitación organizadas en un folder, perfecto, para que no se vayan a perder. Y uno se esfuerza hasta por hablar bien el inglés. Porque para inmigración un colombiano es malo hasta que demuestre lo contrario”.


“El mal de la humanidad es el narcotráfico. Sea legal, llamado psiquiatría o ilegal, llamado el dealer. Te quieren drogar en la calle o en el consultorio. La humanidad está en las drogas. La causa de todo son las drogas que nos hemos metido, nosotros y nuestros ancestros”.


“Hay una minoría en Colombia que vive de que las cosas estén mal. Es el mercadeo del caos que practican ciertos grupos periodísticos a su vez respaldados por ciertos grupos económicos que viven de que el país esté mal. Hay gente que devenga mucho dinero porque Colombia esté en guerra. Cada país se merece su suerte, uno es el responsable de su país. Hay que luchar contra esos males floreciendo y prosperado”.


Entrevista realizada por Iván R. Méndez para el periódico universitario Letras, noviembre de 2008.

(Inédita. Trascripción Veruschka Quintero)


— Iván Méndez: ¿Cuándo fue la primera vez que te sentiste una guayaba?
Andrés López: cuando me di cuenta que había una lonchera común que estaba llena de jugo de guayaba  y  que   todos mis amigos habían tomado jugo de guayaba,  me dije “¡uy! esa fruta es demasiado recursiva”, eso fue en el año 92, hay gente que le dieron otros juguitos a mí solo me dieron guayaba.


IM: ¿Cómo fue el primer bofetón paterno que atravesó la mesa, que estaba haciendo para ganarse ese premio?
AL: Nosotros vivíamos demasiadas personas en una sola cosa y eso con niños empieza a generar muchas cosas. Un tío mío estaba un poco desesperado porque yo estaba algo cansón, debajo de la mesa y lo único que hacía era caminar debajo de la mesa, hasta que le saqué la piedra,¡ y tenga!, me gané mi bofetada. Pero bueno todo resuelto “NO HARD FEELINGS”.


— IM: ¿Cuándo sentiste el primer impulso de meterte de lleno en el mundo del humor?
AL:  Fue una semana santa del año 1990, yo vi a un cuentero contar cuentos y a un amigo haciendo un monólogo de teatro y dije ¡hey yo puedo hacer eso! Yo tengo muchas historias, me acordé que le contaba muchas historias divertidas a mis amigos. Vi un camino que era bastante fácil para mí. Después me di cuenta que no era tan fácil.


— IM: Primeros cuernos que te montaron ¿Quién, Cómo y Dónde?
AL: Bueno depende de la intensidad de los cuernos. Yo no fui muy bueno poniendo cuernos y tal vez en mi infancia no puse cuernos, más bien como que me los ponían. Pero había una chica cuando yo tenía 10 años que le gustó a un vecino mío y se dieron besos y ¡ahí fue!  Entonces me molestó mucho que Nicolás un amigo mío se hubiese metido con Natalia.


— IM: ¿primeros cuernos que montaste?
AL: Yo siempre fui muy noblecito no me gustaba eso de poner cuernos, me buscaba la mejor chica posible, para  no tener que ponerme en eso, pero en el año 92 o 93 estuve tentado, pero no nos dimos ni siquiera besos, la chica sí quería y yo ¡No No No! Yo soy fiel, Yo soy fiel. Pero más o menos después ya agarré confianza como a finales del 98, 99 hasta el 2002 donde las pagué todas. Si porque el flujo que uno entrega el flujo que recibe. Uno la hace y se la devuelven, igualita y jum! ¡Peor yo creo!

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— IM: Aparte del hombre nuclear ¿Quien fue tu superhéroe de la infancia?
AL: Pues “El hombre nuclear” más que superhéroe,  yo pienso que el primer superhéroe de mi infancia realmente fueron  “Capitán Centella” y “El hombre araña”, ambos para mí eran formidables. Hubo muchos, yo admiraba al robot Mazinger Z una serie que me encantó  mucho también fue el Die Apollon, que no se habla mucho de él pero esos eran más o menos mis héroes. Me acuerdo disfrazarme de spiderman y ser fanático de Centella a morir, no me podía perder Centella, era lo peor que podía pasar.


— IM:¿Cómo fue tu primer levante o conquista con un chiste?
— AL:  Realmente levantar es con comedia, o sea, conquistar a alguien yo pienso que es como una especie de juego de comedia, si alguien no se puede reír, en una cama ya no hay nada que hacer. Uno tiene que saberse reír en la cama, en un restaurant, en cualquier lado y no tomarse tan en serio uno mismo. Si realmente quieres conquistar a la chica de los sueños o al man de los sueños, yo pienso que ese es el truco. Esas imágenes del chico Calvin Klein perfecto conquistando a la chica perfecta eso es puro Photoshop, el mundo real es de sonrisas y de no tomarse uno tan en serio.


— IM: ¿Cuándo destapaste la primera lonchera con cocosettes y galletas empacadas y no solo sándwich con huevo?
— AL:  Realmente mis loncheras eran mucha fruta y juguitos y a veces Pony malta, y sándwich de jamón con queso. A mí me tocó decirle una vez a mi mamá, claramente, que a mí el sándwich de huevo me parecía una porquería pero pienso que hubo un momento en que apareció en mi lonchera un Chocorramo, y eso fue para mí la gloria, y una chocolatina. Eso fue la gloria. El chocorramo es un pastel sumergido en chocolate.

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— IM: ¿Quien fue tu primer ídolo político?
— AL: Yo me acuerdo fielmente que yo admiré mucho, desde un principio, cuando tenía 8 años de edad, a Luis Carlos Galán Sarmiento. Para mí fue realmente mi primer ídolo político y lo más lamentable fue que cuando yo cumplí 18 años y  dije ya tengo edad para votar y voy a votar por él, ¡lo mataron! A mí me mataron a mi ídolo político. Lo mató el narcotráfico, lo mató todo ese terrorismo, yo estoy en contra de todo lo que sea narcotráfico y gente imponiendo ideologías a punta de fuerza y fusiles. No le creo a un fusil cargado que está dizque respaldando una ideología, eso es falso no existe una posibilidad en que uno le ayude a un pobre empuñando un fusil, eso no existe eso es una falacia estúpida, no existe una idea de que uno le ayude a un pobre cultivando coca, o que uno le ayude a un pobre secuestrando a un rico.


— IM: Primer ídolo musical
— AL: Rod Stewart, y el grupo Bonnie M, el primer disco que yo tuve en mi vida era el de “by the rivers of babylon” (cantando) eso fue el primer disco que me regaló mi mamá, y tuve el homenaje a la UNICEF que hicieron los cantantes POP de los años 60, ahí estaba Rod Stewart cantando “do You think i´m sexy” . Y aunque haya querido tener un afiche aunque,  no tenía presupuesto en mi infancia para eso, y desplegables de revistas para mi cuarto, yo creo que el grupo KISS pero yo oía de todo a mi me encantaba todo. Yo pienso que a veces mi primer ídolo musical, que puse una y otra vez, fue Beethoven el “Himno de la alegría” a mi me parecía fantástico que una canción que se interpretaba en todos lados la tuviera mi abuelo en un disco, un LP, un vinilo. Por eso la  ponía una y otra vez me parecía fantástica.


— IM: Primer amor platónico de la televisión y el cine
— AL: Mmm. La verdad es que a mí me encantaba Heather Thomas  de la serie The fall Guy, la rubia catira esta de la serie “Profesión peligro”, creo que la tradujeron así  al español con Lee Majors que era un doble de películas de cine que era a la vez detective privado. Olivia Newton Jones también me parecía una mamacita. La chica de “Flash Dance” Daryl Hannah me parecía espectacular; la modelo Paulina de los 80’s que salía en el video de “you may think” de The cars, ehm “You may think I’m crazy turututú”,  que era esposa del cantante entre otras cosas.

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— IM: ¿Cómo te llegó el nombre de la pelota de letras?
— AL:  La obra se llamaba antes “me da una @rroba de guayaba.com” y era un homenaje a la guayaba, pero luego cuando el show era chistoso para ciertas personas y no lo era tan  para otras. Fue creciendo hasta que lo hice chistoso para todas las generaciones, en donde todas se sintieran identificadas, fue cuando yo me pregunté cúal era el juguete común que  tuvimos todos, y era la pelota de letras, ésta es un juguete que tuvimos todos los colombianos, un juguete que no importa tu religión, condición o raza, todos tuvimos una pelota de letras, era una pelota de caucho con letras de alto relieve medio olvidada. En todos los jardines de las casas de Colombia hay una pelota de letras enterrada porque algún niño la olvidó, y así era simplemente el hecho de desenterrar la memoria porque esa pelota de letras significa la memoria común de todos, era un juguete común, y ahí se me ocurrió el nombre.


— IM: ¿Recuerdas el primer chiste que constaste en el cual la gente no se rió?
— AL: Ehhhh yo pienso que el público a veces es muy generoso, la gente se ríe a veces de tonterías. No es que chiste sea malo, es que el que es malo es uno, el mal comediante es uno, todo es risible, el carisma cómico que uno le muestre a la gente eso es lo que hace que un chiste sea bueno, que un chiste haga que la gente se ría.


— IM: Personaje de la generación de la guayaba, generación X, y generación Y para ti
— AL: La generación de la guayaba pues quien lo puede representar, podría ser no sé, la generación de la guayaba es una generación a la cual le tocaron tantas cosas, porque fue a los que les toco ser jóvenes en mitad de una guerra urbana y campesina teniéndole miedo a todo, es decir fuimos los últimos criados a punta de miedo.  Los últimos seis o siete años para acá empezó como a sanearse y la gente empezó a vivir en paz, es increíble todos los colombianos hemos sido víctimas de la violencia. Aquí no hay ni ricos privilegiados ni pobres que no lo vieron, a todos nos tocó algo de la violencia, todos llevamos del bulto por una guerra estúpida, yo no soy partidario de nadie, lo único que soy partidario es de la ayuda, para mi desde que un niño está en la calle o una persona está viviendo en pobreza absoluta, pues hay que hacer menos política y más ayuda a la gente, yo pienso que los artistas estamos por encima de los partidos políticos y por encima de todo. Un artista es como un protopolítico de carácter más alto, pues los artistas están diseñando los conceptos por los cuales la gente se imagina sus propias identidades, ellos diseñan el universo.

Yo sé lo que es vivir en un país de violencia, yo sé lo que es vivir en un país que tocó fondo, se lo que es vivir en un país donde cuando uno era niño le daba a uno miedo encontrarse con cualquier persona porque uno no sabía quién era.

La gente no sabe realmente el daño que le hace a otras personas cuando usa cocaína o marihuana, se deforestan bosques o se financian guerras, uno cuando se mete el gramo de cocaína en la nariz hace el equivalente a un kilo de pólvora disparado en la selva, y un litro de sangre derramado. Eso es absurdo. Si la gente supiera lo que la droga y la corrupción es capaz de hacer en un país, como se corrompen las ideas y los principios, como la gente empieza a echarse culpas unos a otros, y no hay peor frase  que la que dice: “si no estás conmigo estás contra mí”.

Gente que llega a la casa de un campesino y ve a su hijo de trece años y se lo roba prácticamente, y le pone un fusil al hombro y le dice mira la gente que tiene dinero es mala, tienes que matarla, tienes que ser cruel con ellos, u otros que les dicen, tú tienes sólo que preocuparte por ser rico y que los demás se jodan y tu dinero sólo te ayuda a ti, a tu familia y a tus amigos, eso es terrible.

Uno tiene que hacer cosas que ayuden a las personas, es todo, ayudar a la gente no necesita partido político, ayudar a la gente, no necesita ideología, la gente necesita  administraciones que los ayuden a florecer y prosperar, administraciones públicas que permitan que todo el mundo florezca y prospere.

La generación X es la primera generación que ya le toca como el proceso en bajada, donde ya son bilingües y salen a estudiar fuera del país. Regresan y se especializan y empiezan a crear como cierta identidad cultural, le dan más sentido a sus ideas de lo tropical.

La generación Y son los que le toca el futuro yo admiro mucho a la generación Y tienen todo el ímpetu, es una gente que tiene un poder enorme, son los estudiantes universitarios y egresados recientes, que tienen un poder de convicción y un carácter y una manera de manejar su vida impecable, y no le comen tanto a las drogas ni a los desórdenes, quieren superarse, es gente que no tiene ya los vicios de las generaciones pasadas, gente que ya está por encima, es capaz de decir “no, yo no quiero esas drogas, para mí son una porquería”, o “no, yo no le creo a la violencia”, es gente que puede encarar al que sea.


alt— IM: ¿Cómo fue tu primera vez en escena ?
— AL: Fue en la Pontifica Universidad Javeriana de Bogotá. Yo estudiaba en la Universidad de Los Andes de Bogotá y era muy raro ver a un estudiante de los Andes yendo a la Javeriana. Fue un 6 de mayo de 1990, a mediodía, yo conté un cuento llamado “El vengador académico” que era un homenaje a todo lo que me imaginaba de las películas de acción de esa época, yo hacía parodias de cine antes de que “Los Simpson” las hicieran. No teníamos ni siquiera “Saturday night live” ni nada de canal de cable en esa época, sino muy poquito apenas si nos llegaba un MTV ahí de videos y CNN en inglés. Conté y me fue muy bien se llenó el escenario y desde ahí empezó mi carrera artística hace 18 años.


— IM: Primer libro que te leíste completo y ¿por qué?
— AL: Fue un libro para adolescentes  que se llamaba “Un autobús grande como el mundo”, y era un autobús que se quedaba en la mitad de un alud con unos niños adentro. La profesora había quedado mal herida, el conductor estaba inconsciente y los niños de ese autobús empiezan a solucionar todos los problemas. Y sobreviven en mitad de la nieve,  salen al otro lado y salvan a todo el mundo, demostrando el poder de los niños. Ese libro me enseñó que de verdad en los niños hay un gran poder de supervivencia y básicamente todo el mundo es bueno y hay que confiar en la gente.


— IM: ¿Estudiaste antropología para hacer reír al hombre desde el interior de tus entrañas o fue al revés porque ya te reías del hombre decidiste conocerlo más?
— AL: Yo estudié antropología porque me pareció que era más afín con el tema que yo estaba haciendo. Yo no quería estudiar teatro en Colombia porque sentía que en aquel momento las academias eran muy sorpresivas y demasiado evocadas a ideologías que yo no compartía. Teatro es teatro y no tienen porque ponerle colores. A mí no me gusta que le pongan colores a los artistas, éstos sólo deben ayudar a los que están en peores condiciones o los más necesitados, no me parece que les deban imponer un sentido de arte, no soy ortodoxo en ningún sentido. Yo me metí a la cuentería y dentro del mundo de los cuenteros había muchos preocupadísimos en trata de demostrar que Andrés López no hacia cuentería.

Estudié antropología, sencillamente, para lograr ver al ser humano más allá de cualquier tono político racial, excluyente. Me inclino por el pluralismo, no necesito leerme un libro para saber que el otro que está en frente mío está en las mismas condiciones que yo y que debo ayudarlo, y aceptar la ayuda de él.  Por eso es que soy “cienciólogo”, porque la Cienciología para mi fue la religión que nunca me dijo que tenía que hacer, sino que me motivó a descubrir mi verdadero sentido espiritual, parte del autodeterminismo humano y espiritual. Eso me pareció fantástico, eso fue el discurso que hizo que yo dijera “uy cienciología es lo mejor y en esta religión de verdad es increíble todo lo que uno encuentra”. Claro, hay gente demasiado preocupada de el triunfo de la religión.  Como antropólogo pienso que la mejor visión del hombre académica religiosa y científica la tiene scientology .  La antropología fue como el primer semestre de la cienciología.


En conclusión, estudié antropología porque quería ayudar al otro y pensé que allí me iban a enseñar eso. Afortunadamente me di cuenta que la carrera tiene muchas cosas bonitas que ayudan a las personas, te enseñan la etnología, el no invalidar al otro, el tener un mundo más tolerante social, y aceptar las ideas del otro. Pero hubo un momento en  que me cansé de tanto discurso, de definiciones, de antropología diciendo que el otro estaba equivocado, y eso no me pareció, así que después decidí terminar estudios de educación y entonces soy educador, esa es  la historia.


Coordenadas en Venezuela

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+ información: http://www.elcaminoalafelicidad.org

(*): Fotografías por Daniela Izaguirre



 
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