Juan Manuel Santos sigue manejando los hilos desde Bogotá. Su presión hace que la administración de Hugo Chávez se rinda ante sus constantes exigencias. Hace algunos días fue atrapado en nuestro país el comandante de las FARC  Julián Conrado – El Cantante -  quien si bien es reconocido como mano derecha del desaparecido Raúl Reyes, no es miembro de las perlas de la corona, que anhela atrapar el gobierno colombiano y que aseguran están en Venezuela. La diplomacia neogranadina expone un concepto que va dirigido directamente a todos los estamentos de las FARC con especial énfasis a su secretariado. El mismo insinúa que nadie de sus cuadros  está seguro en Venezuela ante la ambivalencia emocional e ideológica de Hugo Chávez. 

Que el otrora mecenas en las sombras, es un hombre que puede dejarlos guindando en cualquier momento, con la difícil misión de sobrevivir en medio de un acuerdo de conveniencias entre las dos naciones. Ya no podrán huir hacia sus espaciosos campamentos de verano, el DAS los tiene ubicado y sólo esperarán el momento para capturar a los más encumbrados jerarcas del grupo extremista o la que más le conviene a Colombia: Que sea la inteligencia venezolana, ayer de la vista gorda, quien los saque de sus ratoneras y los  entregue al otrora "gobierno oligárquico bogotano"; para dolor de sus fanáticos de linaje rojo. El régimen venezolano sujetado por las normas diplomáticas internacionales no tiene capacidad de reacción ya que las pruebas de sus nexos con las FARC lo terminarían por delatar.

Es el veneno en el café bien administrado por la palmada cachaca y la tímida sonrisa de María Ángela Holguín, la brillante diplomática que ejerce con gran eficacia su rol como representante de los intereses estratégicos de Colombia en los escenarios internacionales. En este juego de ajedrez ellos aguardan con la paciencia de la sabiduría, saben  que es cuestión de tiempo para llegar hasta las figuras elites supuestamente ocultas aquí. Ellos son: Luciano Marín alias  Iván Márquez-  Rodrigo Londoño Echeverri- Timochenko-  el llamado embajador de las FARC Rodrigo Granda. Además de Germán Briceño Suarez hermano del mono Jojoy conocido como Grannobles  y de Jorge Torres Victoria – Pablo Catatumbo; estos representan junto a Alfonso Cano el corazón del grupo extremista; ante la feroz persecución dada en Colombia por la administración de Álvaro Uribe Vélez buscaron protección en gobierno con simpatías ideológicas. Así nacieron todas esas complicidades que paulatinamente en el mundo democrático va conociendo. Hoy el cuadro es dramáticamente Distinto, Hugo Chávez sabe que no puede protegerlos más, aunque ellos sean sus verdaderos amigos del corazón.

En este juego de intereses el gobierno revolucionario las pierde todas. Ni le creen las FARC ni mucho menos la gestión de Juan Manuel Santos. Tiene que cruzar el desierto, sin reservas de agua, para poder pagar la penitencia. Seguramente con más de una magulladura tendrá que probar que su cambio de propósitos es genuino.

Es aquí en donde Colombia cambiará apoyo y sostenimiento político momentáneo por las supuestas piezas del secretariado ubicadas en territorio patrio, ellas valen muchisisimo en los canjes por venir; hoy Venezuela no paga un bolívar fuerte por la ex senadora Piedad Córdoba, seguramente la quieren en el Congo Belga, antes que verla rumbear en Sabana Grande.

Desde la óptica de las FARC  ya saben que Hugo Chávez y su revolución podrida se devoran a sus hijos. Les queda volver al monte en donde los esperan las fuerzas militares democráticas. El veneno en el café sigue surtiendo efecto.

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@alecambero