Yo sí, Laureano |
Escrito por Enrique Pereira |
Viernes, 11 de Marzo de 2011 08:04 |
![]() No tenemos alternativa posible, nos enviaron esta docena de años de desastre para enseñarnos la necesidad imperiosa de un cambio, de una renovación de valores, de un giro histórico que nos haga reconocer que vivimos en un país privilegiado por la naturaleza y lleno de potencialidades que debemos aprovechar. El progreso es nuestro único y definitivo destino. Un puñado de jóvenes es el motor de este cambio. Jóvenes en su sentido amplio, que nos negamos a abandonar la imperiosa tarea de transformar a nuestra sociedad para construir sobre sus derrumbadas estructuras institucionales el camino de la Venezuela que todos soñamos, la Venezuela seria, disciplinada, organizada en torno a una visión común de país que nos proyecte al mundo con una visión que nos produzca orgullo. Seremos el segundo Chile de América, pero la primera nación del continente. Escuchar a una mujer como Maria Corina Machado, con esa claridad de conceptos y esa capacidad de lucha, sólo sirve para reforzar la idea de que los venezolanos de bien están llegando a nuestros tiempos, los que se formaron para ser el reemplazo de políticos vencidos y de militares arribistas. La nombro a ella como ejemplo, pero podría llenar la página de dignos venezolanos que hoy hacen huelga de hambre, o que manejan con buen criterio alcaldías y curules parlamentarios. Hablo de los venezolanos que está dejando bien parado nuestro nombre y demostrando que nuestros genes no envidian los de otros seres de este planeta. Hablo de los que amamos esta tierra y trabajamos para hacerla grande. Hablo, yo sí, de los venezolanos que no doblegaremos nuestro espíritu ante el intento de condenar nuestra libertad. Los que motorizaran el cambio profundo que requerimos como país. No neguemos nuestro destino, no subestimemos nuestra capacidad. Basta de hacernos creer que somos incapaces de lograrlo. Basta ya de engáñanos como pueblo y basta de decir que nuestro destino se colocó en un hombre que no tiene la menor idea de cómo producir progreso. Basta de pendejadas y de discursos vacios que pretenden engañar a multitudes. Yo sí. Yo creo en mi linda Venezuela Yo sí, yo creo en que lo qué parece indiferencia es una combinación de miedo, de parálisis y de conveniencia que terminará destapándose a los ojos de todos y sorprendiendo a nuestros hermanos, a nuestro pueblo y al mundo entero. Seremos la fuerza que promoverá una nueva Venezuela, llena de verdades. Ya nos sorprendió nuestra fuerza el pasado 26 de septiembre. @pereiralibre |
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