Coincido con Hermenegildo, un diputado recién juramentado de la alianza opositora que se estrena en este periodo legislativo. Lo percibo  entusiasmado. Esta cargado de carpetas repletas de  recortes de periódicos del mes de diciembre, subrayados uno por uno.

“Tengo que estar al día que fue lo que aprobó la Asamblea a finales de año y necesito conocer que nos espera para  este 2011” me dice mientras devoramos una arepa rellena en el aeropuerto de Maiquetía. “Además, tengo que leerme la Constitución para conocer nuestras funciones y estoy estudiando el nuevo Reglamento de Interno de la Asamblea que nos enviaste por correo. Estoy emocionado, pero con mucha incertidumbre. Esto es como un tsunami para mi, primera vez en estas lides”.

Dejo que desahogue su emoción. Pide un jugo de naranja y mientras lo disfruta, me adelanto a tomar la palabra. “Se requiere mucho ingenio y creatividad en esa Asamblea estimado amigo. Es necesario  hacer todo lo que estás haciendo: estar informado, sentirse preparado para esa inmensa responsabilidad que la gente puso en ti y asumir ese rol con entereza y coraje. Pero tienes que partirte la cabeza en descubrir nuevas formar del ejercicio de tu función de diputado. No estamos en tiempos normales, ni en una democracia. El oficialismo intentara por todos los medios opacar las voces disidentes y más concretamente,   buscara aniquilar política y moralmente, a todo el que se oponga a su ruta totalitaria”.  Mi amigo me mira desconcertado, creo piensa que le estoy aguando la fiesta y antes que me interrumpa, continúo. “La lucha política de ustedes ya no solo será desde el parlamento, será desde la calle, sus regiones, desde sus parroquias, les tocara reivindicar el concepto de ciudad,  de parroquia, de municipio, de ciudadano. Van a tener que multiplicarse. Como a los efectos del parlamento somos minoría  podrán aplicarnos aplanadora cada vez que deseen. Hay que tener entonces una política comunicacional que nos conecte con la mayoría que representamos y que no se desanime la gente ante los abusos continuos del poder. ”

Hermenegildo arruga la cara busca, aparta las carpetas llenas de periódicos y se me queda mirando. “Te lo pongo clarito hermano.  El reto que tendréis en la Asamblea Nacional es representar y defender las aspiraciones de la mayoría de la población, siendo minoría parlamentaria. Y para hacerlo te tienes que partir en cuatro, estar en tus regiones, estar con tu gente,  estar con tu partido y estar en la Asamblea. Para esto, hasta la forma de hablar, vestirse y caminar de cada uno de ustedes, cuenta y vale hermano. Animo y adelante.”