Comienzo estas líneas agradeciendo a la comunidad política del Estado Zulia, el haber aceptado mi nombre para la conformación de la lista de  diputados para la Asamblea Nacional, encabezada por veteranos dirigentes políticos como Omar Barboza, Alfredo Osorio y Liz María Márquez. Asumo esta nominación con mucha humildad y con un sincero deseo de formar parte de un esfuerzo colectivo para el rescate de la democracia.    Extiendo una mano cordial a todos los que se postularon con las mismas buenas intenciones y que por razones de espacio, no están ahora en la plancha. Muchos de ellos amigos y amigas,  compañeros y compañeros de lucha con quienes me hubiese gustado compartir esta responsabilidad. Nombro de manera especial a Ada Rafalli, Rafael Colmenares, Lester Toledo y Carlos Petit.

En estos meses de pre campaña he reflexionado como la política y los afectos están entrelazados. Como esa unión puede producir excelentes resultados y como los desencuentros mal conducidos pueden conducir a situaciones que beneficien a nuestro adversario político.  No concibo como ha sido posible que las diferencias naturales entre precandidatos de oposición por un puesto en las listas o en los circuitos sean dirimidas de manera tan abierta,   pública y con una marcada agresividad entre ellos. Pareciera que el único canal de interlocución fueran los medios de comunicación, olvidando la mas antigua y sana practica de la conversación y el dialogo entre semejantes.  La palabra, la civilidad, la tolerancia y el respeto no pueden en ningún caso ser sustituidos por los insultos y las agresiones entre demócratas.

Creo muy sinceramente que todos tenemos la obligación ética de contribuir a un debate civilizado y reconocer que ninguno de nosotros tiene a Papá Dios agarrados por las barbas. Pero lo mas importante en los momentos de las diferencias, es reconocer que el adversario político no esta dentro de nuestras filas, si no en la acera del frente y que mientras mas nos enfrentemos entre nosotros mismos, mas será el gozo y avance del adversario, con impredecibles consecuencias en nuestras propias filas.

Este pasado domingo fue mi primer día de campaña. Con ocasión de las elecciones primarias, acompañe al Diputado Eliseo Fermín por todos los centros de votación del circuito 1 del Estado Zulia. Lo que más me impresionó fue el entusiasmo sincero y manifiesto de la gente en participar, sin movilizaciones obligadas ni dirigidas. Aprendí de manera especial como los afectos colectivos pueden construir y apoyar liderazgos nuevos, como el caso del candidato ganador, el amigo Juan Romero, líder emergente apoyado por un Nuevo

Tiempo. Comprendí el pasado domingo que nosotros,  los candidatos a diputados y la dirigencia política en general, estamos obligados a construir afectos colectivos para la conformación de la unidad y el triunfo del próximo Septiembre. Y de manera especial,  estamos obligados a seguir el ejemplo que nos dan los ciudadanos de a pie con su entusiasmo y sus ganas de participar en beneficio de la democracia.