30 años después |
Escrito por Mitzy Capriles de Ledezma |
Sábado, 05 de Febrero de 2022 07:12 |
Quienes hemos conocido de cerca a Carolina Pérez Rodríguez, sabemos que, además de valiente, es una mujer autentica, con virtudes que la adornan como la sinceridad con que asume sus actos de vida. Por lo tanto, doy fe de que todo cuanto ha narrado sobre los lamentables sucesos experimentados por ella y su madre, Doña Blanca Rodríguez de Pérez, que en Paz descanse, son absolutamente ciertos. Ellas resistieron con coraje y pundonor el ataque feroz del que eran víctimas mientras se encontraban en la residencia presidencial La Casona, la madrugada del 4 de febrero de 1992. ¡Las querían asesinar! Así de simple. No hay que buscar pretextos para justificar otra narrativa. Los militares que rodearon esa residencia ya sabían que el Presidente Pérez se les había escapado y estaba al frente del Palacio de Miraflores de donde también se les escapó a los sublevados. Por lo tanto, los cañonazos que disparaban contra esa vieja casona eran para liquidar a la familia sin la mas mínima misericordia. Esa noche del 3 de febrero llegábamos a nuestra casa a eso de las 10 y 30 pm. Antonio, que apenas estaba por cumplir un mes al frente de la Gobernación del Dtto. Federal (Caracas y Vargas), cumplía esos días una agenda de trabajo muy exigente y mientras se desabotonaba su camisa me decía “vamos a ver si podemos descansar algo”. En breve, esa pretensión se esfumó después que Antonio atendiera el teléfono interministerial que había activado el Presidente Pérez, segundos antes de tomar el viejo Ford LTD para salir de La Casona. La instrucción fue precisa: “Gobernador, está en marcha un movimiento sedicioso, voy saliendo a Palacio, vaya Ud. a su comando cuanto antes.” Antonio pretendió ocultarme lo que ocurría, limitándose a decirme que “había una reunión de última hora a la que debía asistir”. Pero después que me pidió que le buscara el revólver y municiones, comprendí que algo raro estaba aconteciendo y le dije “yo me voy contigo”. Abordamos su carro particular, solos, sin apoyo de seguridad. A la altura de la autopista Francisco Fajardo, frente a donde está ahora el Mural de Zapata, observamos los autobuses con soldados carapintadas que avanzaban hacia el centro de la ciudad. Antonio se mostró imperturbable, continuamos, pasamos la esquina de La Ceiba y seguidamente cruzamos en la esquina El conde, con la intención de aproximarnos al edificio de la Gobernación, ubicado en plena Plaza Bolívar. Esos pocos metros hasta bajarnos del vehículo y entrar a la sede gubernamental, transcurrieron en medio de un estruendoso tiroteo. Esa anoche nos salvó el arrojo de los colaboradores leales de Antonio, especialmente el Gral. Jesús Rafael Caballero, Jesús Navarro Dona y Wilgen Fabbiani. ¡No olvidaré la terrible angustia que sentimos en dejar en el hogar a nuestras dos niñas menores bajo el resguardo de sus hermanas mayores! Mientras Antonio dirigía las acciones que le correspondían como Gobernador, siempre en contacto con el Presidente Pérez, no dejaba de pensar en la suerte que correrían esas criaturas, sabiendo que nosotros estábamos expuestos a lo peor, si llegaban a coronar sus despropósitos los militares golpistas. Afortunadamente se impuso la fuerza de la democracia, la mayoría de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional acató el mensaje que por la televisión dio a conocer el Comandante en Jefe de los componentes militares, en un acto de audacia que al día de hoy los venezolanos enaltecen merecidamente. Lo triste es que esa intrepidez puesta al servicio de la libertad de Venezuela, por el Presidente Pérez ese 4 de febrero de 1992, terminó trastocada en otro golpe de conspiraciones civiles, que lograron lo que a fuerza de la metralla no les fue posible. Para desgracia de los venezolanos, aún seguimos padeciendo los efectos de semejante locura, pero con la firme determinación de proseguir nuestra lucha hasta doblegar la actual tiranía engendrada hace treinta años.
|
Bancaribe renova su plataforma en líneaCon foco en la transformación digital, Bancaribe pone a disposición de sus clientes y usuarios su nueva página web, |
Anseume: "Los trabajadores venezolanos esperamos que la OIT no venga a pasear a Margarita"El profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la USB y dirigente nacional de Encuentro Ciudadano, |
La SAV exhorta a mayores de 45 años a realizarse despistaje de cáncer de estómagoLa Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) invitó a la población venezolana susceptible de riesgo a realizarse un despistaje de vías digestivas, |
Yummy galardona a sus yummers, drivers, riders y comercios aliadosLa primera edición de los premios "Yummy Awards" fue celebrada el pasado 25 de enero en la planta baja del Cubo Negro de Caracas. |
Inter Empresas llega al Oriente del paísEste 25 de enero fue el lanzamiento oficial de los productos y servicios de Inter Empresas en el oriente del país. |
En búsqueda de historia para nuevos horizontesEn las cercanías del aniversario del fallido golpe del 4 de febrero, huelga comentar las consecuencias nefastas |
El cielo y sus barrancosCada generación pareciera que está totalmente convencida de que acaba de inventar la pólvora. |
Ulises vuelve a vivirEstuvo en el país de los cíclopes y enfrentó y dio muerte a Polifemo,el poderoso cíclope de un solo ojo |
Viajando con el presidente CalderaHace poco escribí, lo que el gran periodista Luis Fernández, llamó una nota de color sobre vivencias personales |
Del parlamentarismo de allá y el de acáA mediados del presente mes, Luis María Cazorla suscribió un texto para ABC de Madrid, con motivo de su jubilación |
Siganos en