Hay signos alarmantes de ingobernabilidad. El más resaltante de ellos es el inmovilismo del gobierno de Maduro que pareciera que está sordo y ciego

ante lo que está sucediendo en el país. 

La pérdida de la gobernabilidad conduciría al caos y ya hay muestras de éste en los saqueos, en los asaltos a los camiones en el interior del país dándole características nacionales a esa ingobernabilidad. 

La MUD debe aparecer ante el país como una alternativa democrática que ya tiene programa, que conoce de prioridades para enfrentar unidos la gran crisis nacional. Estudios recientes de opinión dividen al electorado en tres pedazos: los que están a favor del gobierno, que es una ínfima minoría; los que están en contra del gobierno que son una clara mayoría; y un segmento que no cree ni en el gobierno ni en la oposición. 

Es hacia ese segmento que la MUD debe orientar su trabajo de campaña, ganarlo para sí, allí está la victoria. El esfuerzo no es poca cosa, ya se conoce que la MUD tiene un programa de alternativa democrática, de cambio pacífico, constitucional y unitario del país que desde el punto de vista nacional está dividido en dos pedazos, uno de los cuales es mayoritario y enfrenta al gobierno de Maduro. Como se puede ver, electoralmente vemos tres pedazos, pero nacionalmente Venezuela está dividida en dos pedazos como ya dijimos. 

La victoria electoral, esto hay que repetirlo unas y mil veces es lo que puede encontrar las soluciones pacíficas y democráticas para darle salida a la crisis, a la ingobernabilidad, y encauzar al país por derroteros democráticos. 

Esa ruta democrática hay que transitarla y es lo que le conviene al país. No nos cansaremos de vocear que ea MUD tiene un desafío muy grande que podríamos resumir en unir al país para adoptar medidas conceptuales que son prioritarias ante una crisis tan profunda ante la cual a diferencia del gobierno de Maduro, tenemos los ojos muy abiertos, y tentativamente tenemos un programa muy concreto, con jerarquías, ante la crisis que sacude al país. 

Sí los estadounidenses y cubanos pudieron restablecer relaciones y entrar en un diálogo a base de una agenda; sí los surafricanos, y los alemanes, pudieron unificarse en una sola nación, por qué no podemos soñar en la unificación de Venezuela que será una realidad indiscutible. 

La realidad es muy fuerte, y se impondrá. Esa realidad exige unificación, unidad y un programa concreto que salga al frente de la gobernabilidad del país. 

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@fundapompeyo

Tal Cual