Realmente, la capacidad de asombro pareciera rebasar los límites de la racionalidad, todos los días nos levantamos en nuestros hogares, angustiados por conocer cuáles son los nuevos pasos del régimen en su insaciable aspiración de apoderarse hasta del alma de los venezolanos.
La sociedad venezolana, se hunde en la Anomia, producto de la desestabilización que propicia el propio gobierno cuando se niega a enfrentar con sinceridad las necesidades y carencias del pueblo.

Los servicios públicos cada día peor, la vida, la salud y la educación en crisis, sin esperanzas de rectificación, el índice de muertes violentas asciende en forma desenfrenada afectando hasta los propios anillos de seguridad presidencial, porque los organismos policiales, en lugar de ocuparse de atrapar a los delincuentes, le dan más importancia a la persecución de estudiantes o a la confiscación de propiedades privadas.

El desempleo, la informalidad y la inflación continúan avanzando, pero eso no importa, el gobierno tiene otras prioridades referidas al establecimiento de un modelo militarista totalitario sin tomar en cuenta, las encuestas, ellas muestran el mayoritario rechazo del pueblo, aun cuando se le pretenda vender como un modelo socialista lleno de bondades, porque perciben en éste, un engaño que muestra su cara en la forma escandalosa como se dilapida el presupuesto nacional, el cual debería servir para resolver nuestros múltiples problemas.

Cantidades inmensas de recursos irrecuperables, pertenecientes a todos los venezolanos son entregados en forma descarada a gobernantes extranjeros que se aprovechan del festín de petrodólares a cambio de otorgar “incondicional” apoyo al hiperlíder cuyas acciones son inspiradas por las lecciones de Antonio Gramsci, Lenin, Marx o Castro, orientadores de “la obra salvadora”, para transformar a Venezuela en un “próspero modelo cubano”

No es suficiente con amedrentar al sistema educativo, a los trabajadores, a la iglesia y atacar violentamente a los estudiantes que exigen libertad y respeto a los derechos humanos. No es suficiente con despedazar la iniciativa privada aniquilando quinientas empresas por año en la última década.

No es suficiente confiscar y asaltar fincas productivas para convertirlas en ruinas. No es suficiente con mantener injustamente en la cárcel a media centena de presos políticos

No es suficiente el sistemático cierre y amedrentamiento a los medios de comunicación. No es suficiente señores de la OEA, entregarle la Espada de Bolívar a un reconocido icono del terrorismo internacional y ofrecerle asistencia financiera a lo más oscuro de las dictaduras africanas, en nombre de la justicia y libertad de los pueblos.

¿No es suficiente señores de la OEA? ... con estos argumentos conformar una comisión que revise o haga acto de presencia en Venezuela, si el gobierno se lo permite, para observar con mucho detenimiento si se respetan los derechos humanos, valor sujeto a consideración fundamental de las sociedades civilizadas y democráticas que inspiran vuestros principios.

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla