Izquierdas y Derechas: dos términos improcedentes
Escrito por Luis Arocha Mariño (psiquiatra)   
Viernes, 14 de Febrero de 2014 00:32
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altEntre el Chile de Pinochet y Cuba, desde la perspectiva de derechos humanos, libertad de expresión o respeto por la población no hay diferencias significativas



“Si quieres encontrar causas útiles para tu vida búscalas en el futuro, allí las encontrarás”
Dicho NEUROCODEX

"22 años después, la revolución sigue su camino de unidad, lucha, batalla y victoria con Chávez"
Nicolás Maduro

“El principal, y más grave problema del marxismo, es que ve al otro como su enemigo”
Vecino acucioso

Efectivamente, cuando uno observa el comportamiento en la práctica de los diferentes partidos a los cuales se les asigna tales denominaciones, nos encontramos con que se hace borrosa la diferencia una vez que llegan al poder. Basta con tomar nota, por ejemplo, de las supuestas causas que llevaron al movimiento del 4F (que se autoproclamó de izquierda) para notar que su comportamiento real, práctico, fue de la misma categoría de lo que tanto criticaron y consideraron de derecha (AD, COPEI, MAS –curiosamente, este último también se llama de izquierda-, etc): Corrupción, desidia frente a los problemas cotidianos, justificaciones a granel, promesas de un futuro esplendoroso…

Si observamos más allá de nuestras fronteras el panorama no cambia mucho. Entre el Chile de Pinochet y Cuba, desde la perspectiva de derechos humanos, libertad de expresión o respeto por la población no hay diferencias significativas. Lo mismo podemos decir de la España de Franco y Korea del Norte, para seguir intentando diferencias importantes. La Alemania de Hitler fue copia al carbón de la Rusia de Stalin, en cuanto a abusos cometidos contra las personas,  y así sucesivamente. Volviendo a nuestros lares, el obligar a ver TVES al personal de PDVSA, no difiere de la postración y reverencia que cada habitante de Korea Norte ha de hacer ante la imagen del supuesto comandante eterno Kim Il Sung; así como la franela roja entre nosotros es el pasaporte para acceder a las migajas que los encargados de la chequera nacional lancen a la población desempleada.

Así las cosas, y en vista de la necesidad humana de distinguir inequívocamente las palabras que identifican a las cosas y sus procesos, planteamos sustituir los inexactos, anacrónicos y repulsivos términos izquierda y derecha por los de Progresista y Retrógrado, en el sentido de aquellas posiciones o propuestas políticas que se orienten al bienestar común y aquellas que echan la historia, las ciencias, las humanidades, las artes y la tecnología hacia atrás y al pipote de la basura.

¿Y cuál es el bien común? Muy sencillo de identificar: Más y mejores vías de comunicación, acceso fácil a los sitios de producción de alimentos, abaratamiento progresivo del costo de la vida, escuelas a montón, red de centros de atención médica que cubren todo el espectro salud-enfermedad, disminución de los presupuestos destinados a la compra de armas e incremento de los mencionados y a la creación de fuentes de trabajo, separación de poderes del estado, libertad absoluta de prensa e incentivos para la creación regional de sistemas de información, eliminación de la censura, seguridad pública con indicadores de violencia hacia cero, promoción y creación de ONGs para todas las necesidades colectivas, un sistema judicial cada vez más rápido y honesto,  y paro para que el artículo no se haga infinito. Dejo aparte algo sumamente importante: juicios externos independientes acerca de cómo específicamente se está construyendo constantemente el país, cosa que pudiera estar en manos de las U.N.

A aquellos que me dicen que es un sueño, les señalo que lo que Carlos Marx planteó también fue un sueño, que al no ser contrastado adecuadamente por sus operadores, se convirtió en pesadilla. Por ende, ¿Qué tal si probamos este nuevo sueño y lo chequeamos, sin ambiciones personales? Podemos comenzar usando los nuevos términos y lanzando los viejos a la papelera de reciclaje. Allí le lanzo este guante a la MUD,  la oposición, los que están en el gobierno y a todo aquel que piense que la vida va hacia adelante y no para atrás; y el lenguaje también, a la cabeza de las decisiones…


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"Me atañe lo humano. Y hoy por hoy, lo humano es todo lo existente."
Dr. Luis Arocha Mariño
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