Esta desproporcionada carrera armamentista que adelanta Chávez le está causando muy serios perjuicios al pueblo que cada día ve crecer sus necesidades. La miseria, el hambre, el desempleo y otras calamidades se multiplican constantemente

Hace pocos días el presidente Chávez regresó de otra de sus millonarias giras que le llevó con una gruesa comitiva por países de África, Medio Oriente, Asia y Europa, y desde el llamado Balcón del Pueblo, en Miraflores, dijo muy orondo que había sido una visita "por todo lo alto", y que había negociado con Rusia la adquisición de un préstamo por la cantidad de 2,2 millardos de dólares para la compra de armamento.

En este nuevo lote de material bélico se incluyen 92 tanques de guerra, un número no determinado de misiles aire-tierra con alcance de 300 kilómetros y otros pertrechos.

Esta desproporcionada carrera armamentista que adelanta Chávez le está causando muy serios perjuicios al pueblo que cada día ve crecer sus necesidades. La miseria, el hambre, el desempleo y otras calamidades se multiplican constantemente.

El Presidente de la República en vez de estar gastando miles de millones de dólares en esas armas, debería disponer de esos recursos para solventar los graves problemas de las comunidades, que aunque parezcan insignificantes, son primordiales para los vecinos y para mejorar la calidad de vida en los barrios.

El destacado profesor y economista, ex director del BCV, Domingo Felipe Maza Zavala refirió recientemente de manera muy acertada, que "en el país se ha perdido una década de progreso, y que el Gobierno ha tratado de implantar contra la voluntad de la mayoría un modelo social que nadie comprende, que es el llamado Socialismo del Siglo XXI, y que es este empeño, lo que ha enfrentado y oscurecido de manera profunda la vida del venezolano que ahora es más difícil que ayer".

Se ha profundizado la inseguridad, la ineficiencia de los servicios públicos y todos los aspectos ligados al bienestar social.

Más de 70 por ciento de las edificaciones escolares presentan deterioros, y el inicio del año lectivo fue chucuto, toda vez que fueron muchos los planteles que no abrieron sus puertas por no presentar las condiciones físicas necesarias para su normal funcionamiento.

El país presenta una nefasta realidad de su situación escolar, la infraestructura de las escuelas se encuentra en pésimas condiciones. Además, el retorno de los docentes a sus actividades se produjo en un ambiente hostil, de evidente provocación de las denominadas patrullas del Psuv. Los alumnos y profesores lo que esperan son cuadrillas de obreros y albañiles.