¡Lo ancho para ti y lo chiquitico para mí! Así es como se maneja la política en Venezuela.
Si el jefe de Estado critica a los pitiyanquis, al gobierno de cualquier país, ya sea Colombia, Estados Unidos o cualquier otro, eso es porque es el comandante del gobierno del pueblo y está bien. Pero basta con que cualquier mandatario o ministro de otro país diga cualquier tontería contra Chávez, el gobierno o sus políticas, eso es injerencia y “se está insultando al pueblo, porque Chávez es el pueblo”.

Igualito pasa con algo tan sencillo como las rutas de las marchas. Si la oposición convoca una marcha, el oficialismo hace lo suyo y ¡oh sorpresa!, la marcha del chavismo llega hasta la Asamblea ‘mesma’ y la de la oposición hasta la Cantv. Y nos preguntamos, ¿será que el flamante ministro del Interior, Tareck El Aissami, quiere que la oposición le reclame a la Cantv que desde que es de todos, las líneas están hechas una maraña y si se echa a perder un teléfono es culpa del mal tiempo?

La verdad no seamos injustos, ahora es cuando llueve en Venezuela, porque cuando la Cantv estaba privatizada no llovía, por eso se echaba a perder una línea y en un máximo de 12 horas ya estaba reparada.
La gran pregunta es: ¿Será que el Gobierno le teme a las marchas de oposición? ¿O será que creen interpretar que el pueblo está harto y cansado de que todo sea una burla?

El paquete de leyes: Educación, Electoral, Tierras Urbanas o pare de contar, no es sino una copia burda de las leyes comunistas que imperan en Cuba desde hace 50 años y anteriormente en los países de la desaparecida, hace rato ya, Unión Soviética.

Es nuevamente el comunismo trasnochado con nueva cara y con sabor a joropo, en vez de polka o rumba, como más le guste.

Fuente: Nueva Prensa