Crece de manera exponencial el contingente de votantes por HCR, no obstante los enormes esfuerzos del chavismo y sus encuestas manipuladas, para mostrar lo contrario. No queda duda cómo se manipulan las encuestas para crear una corriente de opinión a favor de determinada candidatura, pero a su vez, para tratar de cerrar el paso a HCR, quien tiene la anuencia de la mayoría del colectivo social.

El chavismo hace esfuerzos para mostrar fortaleza, pero, lamentablemente, el grito altisonante, el insulto y la descalificación no son sinónimos de fortaleza electoral, HCHF sabe que perderá las elecciones y un síntoma de debilidad es la lucha interna que mantienen sus “cauchos de repuesto” por ser bendecidos con la sucesión. En estos momentos HCHF no tiene certeza de contar con una respuesta unificada, ni monolítica de sus “leales”.

Lo que los venezolanos necesitamos, no es saber de antemano el resultado final de las elecciones, eso está garantizado, necesitamos saber de un horizonte de país hacia dónde marchar, con una ciudadanía articulada y responsable que participe activamente en la reconstrucción de la patria, entonces, lo importante es vencer el 7-O. Venezuela no puede darse el lujo de enquistarse en un proceso retrogrado y depredador. No más autoritarismo ni represión. El país de nuestros tiempos debe ser otro, democrático, respetuoso y libre. Al menos eso es lo que tenemos que defender y cualquier intento que lo contraríe debe ser rechazado enérgicamente. Esta es la única promesa que todos debemos hacernos y la única que no debemos incumplir. Hemos recorrido un camino difícil y lo seguimos haciendo. Las circunstancias aún no son óptimas, pero son mucho mejores que las que teníamos antes. La sociedad ha cambiado y HCR es la máxima representación de esa voluntad de cambio, para profundizarla y darle una perspectiva de futuro esperanzador, con una nueva clase dirigente en lo político e intelectual.

Las elecciones del 7-O son una prueba de fuego para el país, dos candidatos que representan a sectores opuestos de la población polarizan el apoyo social. El país está ante tiempos difíciles. El candidato oficialista es un autócrata golpista de oficio contra todo orden institucional legítimo. El otro candidato, HCR, es un demócrata a carta cabal, es la versión más clara de un estadista capaz de devolver el orden al país tras el caos y las ruinas eternas que nos dejará el chavismo. Venezuela está decidida a lograr su segunda independencia derrotando la delincuencia política. Fracasar no es una opción para la alternativa democrática.

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El Carabobeño / OyN