Para seguir con la serie de entregas de esta columna sobre los aspectos básicos de la economía, recordaremos de la semana: “el concepto más importante para compendiar la economía es la producción (el producto o la oferta), vale decir, la generación de bienes y servicios. En la producción confluyen los aportes de los factores (trabajadores y empresarios) con el esfuerzo, recursos y capacidades tecnológicas de los miembros de la sociedad, teniendo como motivación y objetivo la satisfacción de necesidades.”… “La producción, a la par de generar bienes y servicios, genera empleos, cuyas remuneraciones permitirán la adquisición de áquellos”.

La producción es tan representativa de la economía que cuando se oye o lee una noticia como “la economía creció (o cayó) en tanto”, de lo que se habla es de la producción (o producto), pero también, como éste no se expresa en las unidades producidas (barriles de petróleo, zapatos, horas de clases dictadas, etc) sino en su valor monetario (bolívares o dólares), hay que entender que ese valor viene dado, esencialmente, por la remuneración a los factores que participaron para obtener esa producción (simplificando: sueldos y salarios de los trabajadores y ganancias de los empresarios); así, en la economía se da una identidad indisoluble entre lo producido y las remuneraciones a quienes la generaron, donde el monto de éstas expresa el valor monetario de la producción, razón por la cual la noticia “la economía creció (o cayó) en tanto” también está diciendo que las remuneraciones (el ingreso) tuvieron ese comportamiento.

Ahora bien, la producción que genera riqueza, bienestar y prosperidad para un país está muy lejos de ser la que aconseja el ex-administrador de una cantina militar de apure (gallineros verticales o siembra de vegetales en el balcón), o la basada en altos precios petroleros, que le permite gastar sin racionalidad y medida (convirtiendo en mendigos a los venezolanos). Esa producción deseable ha de tener varias características que, tristemente, están ausentes en nuestro caso o han sido masacradas por la kakistocracia; entonces, la producción:

1. Debe ser creciente, tanto en cantidad y calidad de los bienes elaborados y los servicios prestados, como en ampliación de la capacidad productiva; esto último, que es una importantísima medida del progreso y futuro de una economía, se mide a través de la inversión productiva; por su gran relevancia merecerá mayor atención en otra entrega, por lo pronto puede decirse que se trata de aquella que los gobiernos de países responsablemente interesados en el progreso de sus pueblos busca atraer, mientras el nuestro ahuyenta insensatamente.

2. Debe ser diversificada, tanto en variedad de bienes y servicios diferentes como en opciones del mismo tipo, de forma que esté en capacidad de satisfacer la más amplia gama de demanda nacional e internacional.

3. Debe ser eficiente, de forma que se obtenga el mayor resultado posible de los recursos que se destinan para ello; este aspecto se conoce como productividad y, junto con la inversión, conforma el tándem de indicadores cuyo crecimiento resulta más importantes para el desarrollo económico. por ello también merecerá mayor atención en otra entrega.

4. Debe tener el mayor contenido posible de valor agregado nacional (participación de factores nacionales, trabajadores y empresarios); como ejemplos: la gasolina tiene más valor agregado que el petróleo, una pizza congelada tiene más que la salsa de tomate para pizzas o que un tomate cosechado.

5. Debe tener la mayor articulación posible con las otras actividades del país, por ejemplo: una olla magefesa de aluminio que usó láminas de ese metal de venalum, para las cuales se utilizó alúmina de interalúmina, para cuya producción se usó bauxita de bauxiven, aunque la única eficiente entre estas empresas y que no genera pérdidas sea la que no es del estado.

6. Debe tener el mayor nivel posible de incorporación de conocimientos, tanto en tecnología como en innovación, investigación y desarrollo de productos avanzados. un ejemplo de fracaso en esto es el de un país petrolero que ha malbaratado los proventos de esa actividad sin haberlos aprovechado para diversificar la economía (“sembrar el petróleo”) o para haber desarrollado una fuente de energía alterna para cuando, dentro de poco, el petróleo sea sustituido.

Continuaremos la semana que viene.

¡Cosas veredes, sancho!

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arlannarvaezgmail.com

(*): Profesor ucv