La historia en su modalidad científica, ha establecido, que los hechos del pasado, deben ser indagados de manera preferente a través del trabajo de investigación en los archivos. El culto al documento escrito ha eclipsado otras interesantes posibilidades de búsqueda, estrechando los límites de la investigación histórica. El concepto de historiografía tiene que ser ampliado a toda huella humana, y no solamente privilegiando los datos cuantitativos al estilo positivista, sino en especial, aquellos de carácter cualitativo/interpretativo, los más difíciles de tratar, pero también los más fecundos si hacemos de ellos la adecuada lectura. La historia es una disciplina a caballo entre el método científico y el arte, aunque sobre tan polémico tema no hay un claro entendimiento entre los especialistas.

Francisco Alonso-Fernández, es un doctor español en la rama de la psiquiatría, poseedor de una importante trayectoria científica que cuenta con el respaldo de una extensa obra publicada. Médico con vocación humanística, ha tratado de conciliar el rigor científico de su profesión con procedimientos propios de una historia del espíritu o la cultura tal como en su momento preconizara el historiador alemán Dilthey. Nietzsche uno de los más grandes psicólogos de la naturaleza humana, afirmó en uno de sus elegantes aforismos, que todo en el hombre puede quedar reducido y explicado por la psicología; mientras que Freud con sus aportes dentro de la escuela psicoanalítica, impulsó los estudios de la biografía medica encontrando entre sus seguidores al psiquiatra y filósofo Karl Jaspers, quien ha sido uno de los grandes pioneros de la Psicohistoria. Así tenemos entre nosotros un método novedoso y muy poco tomado en consideración por los historiadores a la hora de escribir sus voluminosos tratados.

La Psicohistoria es un método "... extraído de las ciencias psíquicas y aplicado al personaje histórico para contemplar de ésta suerte a los protagonistas de la historia...". Es un método comprensivo que se centra en el individuo histórico, su cuadro clínico en el ámbito de la psicología y todas las conexiones y motivaciones racionales e irracionales expresadas dentro de una historia vital. Lo fundamental es el estudio de la personalidad a través de las múltiples metamorfosis que el individuo va adoptando de acuerdo a las diferentes circunstancias que se atraviesan en la vida. La Psicohistoria indaga en el alma de los individuos, en las profundidades de la psique, territorio casi virgen e inexplorado, de donde surgen la mayoría de nuestros actos y decisiones.

Alonso Fernández hace algunos años publicó un sugestivo libro bajo el título: Historia personal de los Austrias españoles (Fondo de Cultura Económica, México, 2000, 286 págs.) donde llevó a cabo ejercicios de Psicohistoria analizando a cada uno de los reyes españoles de la dinastía de los Austrias, encargada ésta de regir en el momento de mayor apogeo y gloria del imperio hispano. Muchas de sus conclusiones son sorprendentes y reveladoras del carácter y temple de los hombres de poder dentro del período del absolutismo europeo. Y lo primero que llama la atención en el caso de estos reyes hereditarios, salvo una que otra excepción, es la de presentar un debilitado espíritu y una incapacidad para el ejercicio responsable en las tareas de gobierno. Hombres a los que se les hizo creer dioses en la tierra, pero disminuidos en el plano físico y mental, y casi siempre, sobrepasados por sus funciones.


DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS EN LUZ