En Toy Story 4, Woody, el sheriff favorito cierra el círculo con el que comenzó la saga, al aceptar un nuevo estilo de vida que le enseñará a superar sus miedos

Toy Story 4 | 2019 - 1h40

Dirección: Josh Cooley

Guion: Andrew Stantony Stephany Folsom

Woody, Buzz y el resto de la pandilla vuelven para llenarnos de risas, y quizás lagrimas, en esta nueva aventura que pondrá a prueba a nuestro querido sheriff, quien deberá cuidar de Forky, el nuevo juguete favorito de Bonnie.

Aunque nadie la veía venir, Disney y Pixar se las arreglaron para crear una nueva historia que agregar al libro de cuentos de Toy Story. Una historia que, al mejor estilo road movie, llega con múltiples lecturas y mensajes pensados para niños y adultos por igual. Y como los grandes relatos siempre terminan allí donde comenzaron, Woody (Tom Hanks) vuelve a ser el protagonista principal. Entre su liderazgo nato y su fobia al olvido, el sheriff intenta guiar a la tropa y encontrar respuestas al mismo tiempo. Una tarea que se dificulta con la aparición de Forky (Tony Hale), quien definitivamente no vino al mundo queriendo ser parte de la pandilla.

Muchos lamentarán ver a Buzz, Jessie y los demás pasar a un segundo plano, pero en esta ocasión toda la fuerza y energía la lleva un personaje femenino que todos creímos olvidado: Bo, la pastorcita (Annie Potts). Una victoria para las mujeres y la lucha por la igualdad, pues ella es la verdadera heroína de toda la película, mientras que Woody nada entre dos aguas sin un rumbo fijo.

Sí, quizás esta es ligeramente inferior a la tercera parte, pero la solidez en la calidad total de la saga sorprende. Con secuelas así toda la industria se enriquece, pues demuestra que cuando se trabaja con mesura, esfuerzo y talento, las segundas y terceras partes pueden ser iguales o mejores que las primeras. A diferencia de otras sagas que nos han malacostumbrado a bajar la barra una vez tras otra.

Luego de tres películas excelentes, nuestro sheriff favorito cierra finalmente el círculo con el que comenzó la saga, al aceptar un nuevo estilo de vida que le enseñará a superar sus miedos e inseguridades. Una muestra contundente de que en Pixar no solo los efectos especiales y las tecnologías han evolucionado, sino también sus personajes.