La libertad es un derecho humano irrenunciable |
Escrito por Gerónimo Figueroa F. | @lodicetodo |
Sábado, 22 de Septiembre de 2018 00:00 |
La libertad es un Derecho Universal que nadie puede negar a los seres humanos en nombre de nada ni de nadie. Es un crimen hablar alegremente de no injerencia y no intervención en los asuntos internos de un país, cuando esos mismos personajes que lo hace ven claramente que se producen atropellos de todo tipo, incluyendo una crisis humanitaria que está provocando la muerte de niños recién nacidos por desnutrición Porque en los hospitales no hay fórmulas lácteas para aplicar al momento del nacimiento. Igualmente miles de personas comen diariamente de la basura y una diáspora regada por todo el mundo que ya piza los cuatro millones de emigrantes que han huido de Venezuela por hambre. Si hace casi 200 años el general Simón Bolívar hubiese creído en el cuento comunista de la no injerencia y la no intervención, no hubiese cruzado fronteras con sus soldados a caballo y otros a pie, a lo mejor todavía Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, todavía fuesen colonias del imperio Español. Tampoco fue el general Simón Bolívar un traidor a la patria cuando solicitó ayuda a los gobiernos ingleses y Haitianos para que vinieran a luchar a favor de la libertad de Venezuela contra la bota de los militares españoles que pisaban los Derechos Humanos de los venezolanos. Igualmente, tampoco fue injerencia interna ni intervencionismo cuando los marines estadounidenses cruzaron el atlántico para ir en ayuda de los pueblos de Francia, Italia, Alemania y el resto de países europeos que estaban secuestrados por el tirano Adolfo Hitler, al igual que está en este momento el pueblo venezolano por fuerzas militares de Cuba, Rusia y China. La libertad es un derecho universal que nadie puede negar a los pueblos en nombre de nada. Si la soberanía reside en el pueblo, es el pueblo quien decidir como lograr su libertad y nadie puede pretender imponer tesis comunistas como la no injerencia y la no intervención. Aunque no cayó de sorpresa si fue muy rápido el comunicado de once miembros del llamado grupo de Lima que, sin convocatoria previa acordaron responder a las declaraciones del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien en Cúcuta al comprobar con sus propios ojos la tragedia humanitaria que se vive en la frontera entre Colombia y Venezuela, sostuvo que para resolver esa crisis humanitaria estaban sobre la mesa todas las opciones, incluyendo la militar, pero que había que privilegiar la diplomática. A este planteamiento 11 de los 14 del llamado grupo de lima en menos de 24 horas y sacando de contexto las declaraciones, respondieron diciendo que no estaban de acuerdo con una intervención militar en Venezuela. Los firmantes del comunicado fueron Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía. Mientras que Canadá, Colombia y Guyana no lo hicieron. En el comunicado el grupo de lima también pide como un saludo a la bandera y por enésima vez a Nicolás Maduro que ponga en libertad a todos los presos políticos y realice elecciones libres y democráticas. Eso lo están pidiendo desde hace mucho tiempo pero el régimen siempre ha negado esa posibilidad, incluso, en todas las parodias de diálogos donde han participado algunos de los países que firmaron el comunicado rechazando las declaraciones de Almagro. Hasta los momentos solo Colombia ha dicho que no firmó el comunicado porque no hubo consenso en algunos de los puntos, pero sin precisar cuales son esos puntos. Sin embargo, Canadá y Guyana no han dicho públicamente porque no firmaron. Algunos dicen que la diplomacia es muy lenta para hablar, sin embargo en el llamado grupo de lima nunca habido una respuesta tan rápida y tan contundente como la que le dieron al secretario general de la OEA. Ni siquiera cuando el régimen venezolano en varias ocasiones y en muchos escenarios ha calificado al grupo de cartel, o por muerte de estudiantes en las protestas pacíficas, estos presidentes han reaccionado tan rápido. Es muy lamentable que desde el 8 de agosto de 2017 que se reunieron por primera vez estos países convocados por quien fuera presidente de Perú, y un verdadero amigo del pueblo venezolano, Pedro Pablo Kusinqui, con el propósito de ayudar a resolver la crisis, lo único que han hecho es decir que el régimen de maduro debe liberar a los presos políticos y realizar elecciones libres, pero sin hacer ningún tipo de presión que vaya mas allá de la habladera por micrófonos para aparentar dolor y cuestionando las posibles soluciones basadas en el derecho Internacional planteadas por otros países. En una de las tantas reuniones del grupo de lima acordaron desconocer el resultado de las elecciones presidenciales del 20 de mayo 2018 y retirar los embajadores como primer paso como posible ruptura de relaciones pero hasta los momentos no lo han hecho, solo Colombia, Perú y Chile, no tienen embajadores en Caracas y muchos de los presidentes que firmaron el comunicado contra Almagro y contra los intereses del pueblo venezolano que pasa hambre y padece miserias, siguen haciendo negocios con el régimen de maduro a plena luz del dia, vendiéndole alimentos para las cajas clap. No es intervención militar sino una injerencia humanitaria contemplada en el Derecho Internacional, pero pareciera que hay cierto interés por parte de algunos presidentes para que el problema de los venezolanos no se resuelva porque la diáspora pudiera ser buen negocio. Hasta los momentos EEUU ha donado 24 millones de dólares, Canadá nueve millones de dólares y la Unión Europea 35 millones de euros, y en la reunión de Quito estos presidentes dijeron que hacía falta mas platica, mientras los venezolanos que han llegado a los países de algunos de los presidentes firmantes del comunicado contra Almagro, viven en la miseria deambulando por las calles sin tener que comer ni donde dormir. Es la triste realidad que estos presidentes burócratas, que si comen y duermen bien, se niegan a ver.
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