UNASUR: consenso, a pesar de todo...
Escrito por Movimiento 2D   
Viernes, 28 de Agosto de 2009 23:01

altEl lenguaje belicoso que precedió la reunión de Unasur llevada a cabo en Bariloche, el viernes 28 de agosto, hizo suponer que el recién creado organismo no resistiría la confrontación entre los presidentes de Colombia, por una parte, y de Venezuela y Ecuador, por la otra. No obstante, allí se aprobó por consenso una resolución de implicaciones diversas y, sin duda, útiles. Las conclusiones generales tendieron a darle al Consejo Suramericano de Defensa un papel relevante. El Consejo
tendrá a su cargo tareas de información sobre la carrera armamentista, el tráfico de armas en las regiones fronterizas, el narcotráfico, los tratados militares con terceros países y, desde luego, la utilización de fuerzas militares de Estados Unidos en siete bases colombianas.

El Consejo de Defensa de Unasur pedirá transparencia en la información suministrada por los países sobre sus tratados. Para Venezuela, la transparencia es una mala palabra. No podrá evadir el compromiso de Bariloche.
Con la excepción del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien hizo una intervención coherente, los otros dos miembros de la Alianza Bolivariana, Evo Morales y Hugo Chávez Frías, dieron demostraciones de no entender
lo que se proponían los presidentes ni lo que es Unasur.

Evo Morales dio un mitin final verdaderamente lamentable. La cumbre de Bariloche, sin embargo, dejó innumerables lecciones a los presidentes de la región, pero en particular al presidente de Venezuela. En primer lugar, la reivindicación de la diplomacia. En segundo, que es preciso concurrir a los organismos multilaterales con una preparación adecuada, sin dejarlo todo a la improvisación. En tercero, que la retórica se convierte en bumerang cuando las palabras se usan como proyectiles. Y, en suma, que los intereses permanentes de un Estado y de una nación no se pueden menoscabar frente a los intereses partidistas o ideológicos. La intervención del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, fue fundamental para el desarrollo de la cumbre y para el planteamiento, sin duda difícil, del arduo tema de la utilización de bases militares colombianas por parte de Estados
Unidos.

El presidente Lula postuló, como cuestión vital de Unasur, tres principios: la paz, la democracia y el progreso. Podemos glosar esos principios, y preguntarnos si el gobierno bolivariano piensa como Lula. Consideramos que el proyecto político de Hugo Chávez va en contra de tales metas. El presidente de Venezuela no cree en la paz. Ni en la paz de los venezolanos ni en la paz con los otros países. Cuando en Quito habló de “vientos de guerra” y al regresar a Caracas anunció de inmediato que viajaría a Rusia para comprar más armas de guerra, es porque su visión no es de paz.

A una marcha pacifica como la del sábado 22 de agosto, que protestaba contra la Ley Orgánica de Educación, lo primero que ordenó el Presidente fue confrontarla con otra manifestación, y reprimir la que pacíficamente protestaba. Es el esquema que aplica el régimen cada vez que la gente sale a la calle, pese a que cuenta con las debidas autorizaciones. El Gobierno cierra toda expresión del juego pacifico y constitucional.

Cuando la oposición cuestionó la actitud del coronel de la Guardia Nacional que arengó a la fuerza pública de modo indebido, como militante rojo y no como oficial, ¿qué hizo el Presidente? Nada más y nada menos que condecorar con la Orden del Libertador a ese coronel. O sea, erigirlo en ejemplo de todos los oficiales, para que los que más repriman tengan la expectativa de obtener un día la Orden del Libertador.

Triste destino el de una Orden que siempre se entregó para reconocer merecimientos de otra categoría. Ahora, ha sido degradada al utilizarla para premiar la represión. El segundo principio de Unasur, según Lula y casi todos sus miembros, es la democracia. El concepto de “democracia” del presidente Chávez Frías no es el de Unasur. El mandatario venezolano piensa en el control de todos los poderes del Estado, en un consejo electoral bajo su influencia directa y personal, en el partido único, en la represión del adversario, en la división clasista de la sociedad, en la politización de las Fuerzas Armadas, en la utilización unipersonal de los grandes recursos nacionales.


El tercer principio es el progreso. La imposición por la fuerza de una tesis conocida como “socialismo del siglo XXI” –que no es sino una versión del régimen implantado en Cuba hace medio siglo mediante el despojo a la población de sus más elementales derechos, el atentado sistemático contra la propiedad privada, la estatización, la nacionalización y la condena al desempleo a miles de trabajadores– no es progreso sino una condena a la pobreza y a la miseria al pueblo venezolano.

¡Contra la injerencia en los asuntos internos de otros países!

¡Por el respeto a los tratados internacionales!

¡Contra el lenguaje guerrero!


alt


Movimiento 2D / Democracia y Libertad
www.movimiento2d.org


Caracas, 29 de agosto 2009

Miguel Henrique Otero
Elías Pino Iturrieta
José Rafael Revenga
Elsa Cardozo
Perkins Rocha
Simón Alberto Consalvi
Parsifal D’ Sola
Antonio Ecarri Angola
Antonio Sánchez García
Pedro León Zapata
Ana Julia Jatar
Rafael Arraiz Lucca
Rocío San Miguel
Giuseppe Giannetto
Francisco Usón
Froilán Barrios
Jorge Pabón
Pablo Medina
Heinz Sonntag
Gustavo Sosa Izaguirre
Germán Carrera Damas
Angela Zago
Cristina Carbonell


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com