El título viene a cuento, en razón que solo en tiempo reciente tuve conocimiento sobre la mudanza del representante socialista local y familia, hacia una urbanización ¨segura¨ del Municipio. Si bien llamó mi atención el hecho, pues entiendo que para seguridad personal en su vivienda de siempre, tendría la pertinente vigilancia policial mi sorpresa fue mayor ante la displicencia de quienes me refirieron el hecho.

Resulta entonces, que la primera autoridad civil del Municipio y además su representante jurídico, máxima autoridad administrativa de la policía local, estima que su seguridad personal y la de sus cercanos, solo es factible en alguna urbanización X o Y de esta localidad. Más allá de la confesión flagrante de incapacidad para controlar a la delincuencia organizada y la que no lo es tanto en esta ciudad, hecho este que para los tigrenses es harto conocido pues lo padecemos a diario, vale destacar en primer lugar, que tan discordante decisión no está consagrada como atribución ni siquiera en la novísima Ley Orgánica del Poder Público Municipal.

Es de suponer que tal resolución tuvo una motivación absolutamente personal, más allá del devenir político actual; por ende cabria esperar que la estancia en ese nuevo ¨hogar¨, sea financiado igualmente con el peculio personal del precitado. Sea o no esta la fuente ¨que pague la cuenta¨, es indudable que el igualitarismo ¨lato sensu¨ emblema del socialismo, no tiene en la ciudad de El Tigre, a un legítimo abanderado.

Porque la praxis socialista, tanto en el pasado soviético como en el presente cubano, el aún vigente en Corea del Norte e incluso el de la República Popular China, ese mentado igualitarismo no pasa de una frase: ¨mera hipocresía¨. Nunca se es ¨menos igual¨ que otro, como en los regímenes socialistas; nunca como en estos la diferencia entre la ¨clase gobernante¨ y el pueblo sojuzgado, resultará mayor.

El anterior axioma me permite incluso dudar respecto a cuales serán los centros de educación y/o salud, que tienen como usuarios al representante socialista local y a sus cercanos. En caso que ratificaran el axioma, ello en nada sorprendería; caso contrario, seria solo menester el adivinar cuanto tardarían en cumplirlo.

Porque si la hipocresía socialista en Venezuela es la regla, no veo porque la ciudad de El Tigre sea la excepción.

Cuando la farsa del discurso ideológico le sea debelada, solo bayonetas le restarán al régimen socialista en gobierno. Lástima que estas nunca sirvan para sentarse. ORA Y LABORA.

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