Indudablemente que ahora todos en Mérida dirán que era la más bonita, la más esbelta, la más angelical, que estaba deslumbrante y pare usted de contar la inmensidad de alabos y piropos que vociferarán para sentirse orgullosos porque el estado Mérida tiene su Miss Universo, Stefanía Fernández, y en verdad se lo merece, porque esta chica desde un comienzo ya la veíamos con la corona en sus manos aunque mantuvimos la reserva lógica al respecto, no lo niego y cuando su nombre relució ganador expresé “vaya lección de belleza ha dado esta muchacha”.

Muy cierto es, orgullosos estamos los andinos, los merideños y Venezuela entera por esta Miss Universo, no podemos negarlo y ha quedado sembrado muy dentro de la historia regional de concurso de belleza, de manera especial, el de la Feria del Sol, que definitivamente los integrantes de los jurados que tienen la responsabilidad de elegir a la Novia del Sol deben ser gente que sepa de belleza y no sean, esos personajes pantalleros, politiqueros de oficios que buscan imagen donde no la tienen, que nada saben de concursos de belleza y para la muestra madre botón.

Stefanía Fernández ni una banda le otorgaron en el certamen de elección y coronación de la Feria del Sol 2009, recuerdo creo tenía el No. 11 y muchos, inconformes con el resultado de entonces, le dieron el título de Miss Sentimental, pues se sabía que se había cometido un gran error con ella, es la gran verdad, aunque muchos ahora digan lo contrario.

El mundo da vueltas, el destino sabe cobrar y Stefanía Fernández, al alcanzar su meta de coronarse como Miss Universo 2009, ha dado una gran lección de belleza, una gran lección a futuro para quienes tienen en sus manos la responsabilidad de designar un jurado calificador para un certamen de belleza como la Feria del Sol y es que es así, aunque ahora pretendan decir lo contrario, orgullosa participó en el reinado, orgullosa y con gran hidalgía aceptó el resultado y hoy, a ese jurado “merideño” que prácticamente no la tomó en cuenta, hoy ella con sumo orgullo andino, ella con esa gracia de belleza angelical les pone en sus manos nada más y menos que el título de Miss Universo.

Stefanía…..vaya lección de belleza, una lección para no nunca olvidar, una lección para reflexionar, una lección para tomar en cuenta a la hora de conformar el jurado calificador de la Novia del Sol, una lección de belleza digna de una andina que claro ha dejado en la historia mundial de belleza, que las piedras en el camino se quita con firmeza, tolerancia, constancia y hoy, es nada más y nada menos, Miss Universo.

Fuente: Cambio de Siglo