Cuando Andrei Tarkovsky, el director ruso, se valió de la ciencia ficción para realizar Solaris, no era la ciencia ficción el verdadero motivo del film, la “fantasía” es un vehículo para “contar” o “mostrar” algunos temas que le interesaban. Christopher Nolan, sin hacer comparaciones, hace más o menos lo mismo en Inception protagonizada por Leonardo DiCaprio.

Nolan usa la “fantasía” y los “efectos especiales” para decir ciertas cosas, exponer algunas ideas (que de eso precisamente se trata el film: de ideas) que le interesan. Esto no es raro en este director, pues en The Dark Night (la ultima Batman), todos recordamos los diálogos entre Batman y el Guasón (que van mas allá de la anécdota clásica entre estos personajes)  o la historia intrincada de Memento su film nominado a los Oscar.

En Inception, se dice que una idea es como un virus, la más mínima e insignificante idea puede cambiarlo todo, basta que se te meta en la cabeza, que la creas real, que la impulses y materialices porque así se te ha antojado. Le bastó una idea a Miguel Ángel para crear, y otra a Kafka para desahuciarse como escritor, bastó una idea para que Virginia Woolf decidiera ahogarse con piedras en los bolsillos en el río. Genios o gente común (si es que eso existe) todos somos esclavos de lo que pensamos o de las “ideas” que se nos “meten” en la cabeza.

Acompañan a Leonardo DiCaprio: Ellen Page, Tom Berenger, Marion Cotillard y   Michael Caine, entre otros.

Calificación: 9 /10

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