¿Quién es Jacques Maritain? ¿Por qué razón dedicarle un artículo de opinión? Y sobre todo ¿por qué usted invertirá unos minutos valiosos en la lectura de este texto?

Todas valederas interrogantes, las cuales vamos a responder a continuación. Jacques Maritain, filósofo francés, dedicó su vida a pensar y disertar en torno al humanismo cristiano, sus palabras, teorías y visiones han servido para darle fondo y contexto a más de una conceptualización moderna de la política y del servicio político.

Este pensador dejó una huella imborrable en nuestra historia, y sobre todo en la definición y la aceptación humanista de la vida y del ejercicio público. Y, ante las preguntas ¿por qué dedicarle un artículo? Y ¿por qué usted tiene que leerlo? Se responden a la vez, con rapidez y exactitud, cuando comprendemos que justamente los mensajes humanistas de Maratain son los que nos hacen faltan en la convulsionada realidad venezolana. El humanismo cristiano se basa en el bien común, en la caridad y en el respecto de la dignidad humana, principios que nos hacen falta en la actualidad.

La Venezuela socialista se basa en el atropello, la miseria común (excepto para los inquilinos del poder), la mezquindad y el egoísmo, y sobre todo ha desatado por todo lo ancho de la nación una concepción autoritaria y violadora de los Derechos Humanos sólo comparables con los regímenes comunistas del siglo XXI y sus residuos cubano, norcoreano y chino. Cuando leemos las enseñanzas de Maratain asimilamos la dimensión social del cristianismo, que no sólo como dogma de fe, sino como filosofía nos invita cotidianamente a darle más valor al amor, a la hermandad y a la caridad que a cualquier otro don. Sí, para el humanista el hombre tiene que ser centro del desarrollo social, es decir una permanente sinergia entre el “todos” y el “individuo”. La lucha de la sociedad moderna, democrática, cristiana y civilista, tienen que estar orientada al crecimiento de cada ser humano, sin divorciarse de su connotación colectiva y social. Al final las sociedades están conformadas por hombres, por individuos que viven, sueñan, padecen, y crecen. Y a la vez, estos individuos crecen y se desarrollan conformando una sociedad, porque desde la unión familiar se edifica la estructuración social de lago superior a la individualidad. Además, el pensamiento maritiano nos inculcó que el amor social, la amistad civil, y la caridad son elementos fundamentales para la instauración de una comunidad sana, vigorosa y pacífica, lo que anteriormente había llamada San Agustín de Hipona como “La Ciudad de Dios”.

Maritain es, sin temor a equivocarnos, como uno de los más aventajados defensores de la instauración de una sociedad ajena a los materialismos deshumanitantes. Recordemos que tanto en las vertientes de izquierda como de derecha, existen defensores del materializamos como principio filosófico que nutre a ciertas doctrinas políticas, las cuales perjudican o laceran la visión compasiva, y humana del quehacer político.

Por muchos años en Venezuela hemos sufrido ese materialismo que nos ha sumergido en una sociedad inhumana que engendró al peor sistema de todos: el socialismo.