2024: radiografía de un año electoral (Primera Parte)
Escrito por Abrahan Clavero Toro | X: @Abrasof2320   
Domingo, 31 de Marzo de 2024 00:00

altDesde un pasado reciente, se observa con interés, pero al mismo tiempo con preocupación el recrudecimiento de tendencias radicales

de los diversos sectores que hacen vida política, en aquellos países cuyos regímenes permiten elecciones. Cada sistema tiene sus particularidades, por lo tanto, cada quien juzgará a sus gobiernos sobre la base de aspectos sobresalientes: inflación, empleo seguridad personal y posibilidades futuras. 

El análisis realizado por Pranab Bardhan, en su libro “Un Mundo de Inseguridad”, sostiene que los males que azotan al mundo se entienden mejor no en términos de desigualdad, sino de inseguridad, ansiedad económica y social latente por la pérdida de empleo, disminución de los ingresos, pobreza y cambio cultural.

En un artículo reciente, la revista Foreign Policy, clasifica a las democracias en el mundo en varias categorías: desde Democracias Completas (Uruguay, Taiwan, Austria 15%) Democracias Defectuosas (India, Estados Unidos, Panamá, Sudáfrica 40%) pasando por Regímenes Híbridos (Pakistan, Georgia, El Salvador, Túnez 17%) y Regímenes Autoritarios (Rusia, Jordania, Ruanda, Venezuela, Bielorrusia 28%).  

Múltiples serán las interrogantes que se despejarán en este 2024, para más de la mitad de la población mundial. Alrededor de 70 países están convocados a elegir a sus mandatarios y cuerpos legislativos en cuatro continentes. El gran dilema será entre la democracia y la autocracia. Siete de los 10 países más grande votarán en elecciones nacionales, y en cada uno de ellos la democracia se encuentra en un punto de inflexión.  

Gran parte de estas citas electorales, serán cruciales para dirimir las tendencias que predominarán en dichas sociedades, incluyendo, algunos de los países más poblados (India, Pakistán, Indonesia, Bangladesh, México y Rusia); los aliados más cercanos de Estados Unidos (integrantes de la UE, de la OTAN, y Gran Bretaña); en Asia, Taiwán; mientras que en África destacan Ghana y Sudáfrica. Es difícil predecir el impacto de todas estas votaciones.

Lo que, si es evidente, es que, al finalizar este largo proceso, nuevas generaciones de políticos asumirán sus mandatos, prevaleciendo sus ideologías y nuevas formas de gobernar. El giro de la izquierda al liberalismo extremo, caso argentino, proporciona un adelanto de lo dramático que pueden ser tales cambios.

Los resultados electorales, desempeñarán un rol importante en la política exterior de países claves respecto a las grandes potencias, derivando en nuevas orientaciones, y que se verán refleja en su conducta futura.

Es un hecho que el llamado a las urnas ha servido, en muchos casos, para dividir aún más a sus poblaciones. Aun son motivo de análisis, especulaciones y criticas los resultados en España, Argentina, Países Bajos, Polonia, Brasil, Turquía e incluso Italia, en los que triunfaron distintas tendencias de izquierda, centro, al igual que de derecha en sus diversas variantes.

El punto de partida de este año electoral tuvo lugar en Bangladesh, (7 de enero), cuyo desarrollo y resultado han sido ampliamente criticados por la oposición y los grupos de derechos humanos. La campaña electoral, en este pais del sur de Asia, de 169 millones de habitantes, se vio empañada por la violencia. Las hostilidades alcanzaron su punto álgido, a finales de octubre pasado, después de una masiva manifestación del Partido Nacionalista de Bangladesh (PNB), provocando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, y la posterior detención de miles de sus líderes y seguidores.

La Primera Ministra Sheikh Hasina, en el poder desde 2009, buscaba la reelección, mientras que el PNB, decidió boicotear los comicios, ante la negativa de Hasina de disolver su Gobierno y nombrar a una administración interina para supervisar los comicios.

Estos acontecimientos influyeron para que este proceso estuviera marcado por una baja participación popular de solo un 40% frente al 80,2% de 2018. A ellas concurrieron 27 partidos y 404 candidatos independientes, muchos de ellos pertenecían a la propia Liga Awami de Sheika Hasina, y a partidos de oposición más pequeños.

La Comisión Electoral de Bangladesh reconociendo el triunfo de la Liga Awami con una amplia mayoría al obtener 223 de los 299 escaños parlamentarios, garantizando así un cuarto mandato consecutivo y el quinto en total, si se incluye una primera etapa al frente del Gobierno entre 1996 y 2001.

El Partido Jatiya, patrocinado por la Liga Awami, obtuvo 11 escaños y se convirtió en la segunda fuerza del país asiático, cumpliendo el rol de dar la apariencia de una verdadera de oposición interna.

Michael Kugelman, Director del Instituto del Sur de Asia en el Wilson Center, manifestó que ninguno de los contendientes representó un verdadero desafío para el partido de Hasina.

Taiwán (13 de enero), fue el segundo pais en realizar elecciones. Los resultados confirmaron el favoritismo de Lai Ching-te (40%) candidato del Partido Democrático Progresista (PDP) frente a Hou Yu-ih (33%) alcalde del nuevo Taipéi, del Kuomintang (KMT) y Ko Wen-je (26%) del Partido Popular de Taiwán (PPT). Los comicios fueron calificados de “una carrera a tres bandas” entre el KMT, más cercano a China, y PDP que, con su triunfo, mantendrán el estatus quo en el Estrecho. El tercero en discordia, el Partido Popular de Taiwán, presentó la candidatura de Hsiao Bi-khim, quien se distanció de la polémica respecto a la R.P. China para centrarse en la problemática nacional que le permitió conseguir el apoyo de ciertos sectores juveniles.

De esta manera, el PDP logra su tercer mandato consecutivo y lanza un claro mensaje de continuar por la senda marcada por la actual Presidenta Tsai Ing Wen. Lai Ching-te asumirá funciones el 20 de mayo, manifestándose en favor de evitar un conflicto armado con Pekín y recurriendo a la persuasión en condiciones de paridad y dignidad. Recalcó que “entre la democracia y el autoritarismo estaremos siempre del lado democrático”.

Estas fueron las novenas elecciones que se convocan desde 1996, calificadas de “geopolíticamente importantes”, para las futuras relaciones entre Estados Unidos y China, y cuyo resultado también puede influir de manera significativa en los mercados financieros. Este hecho constituirá un acontecimiento que podría ser determinar en el complicado equilibrio de poder que están intentando construir Washington y Pekín, después del último encuentro mantenido por Joe Biden y Xi Jinping.

Ante esta adversidad, la R.P. China fue enfática en señalar que “el PDP no representa la mayoría de la opinión del pueblo taiwanés y que el deseo de ambos lados del Estrecho es acercarse cada vez más y que la patria terminará unificándose inevitablemente”.

A pesar de los diversos medios de presión utilizados por Pekín incluyendo el ciberespacio a través de las plataformas de TikTok o YouTube, estos comicios demostró que las instituciones taiwanesas fueron capaces de resistir todo tipo de presión.

La Unión de las Comoras realizó elecciones presidenciales el 14 de enero, en este archipiélago formado por tres islas, situado en el extremo norte del canal de Mozambique (Océano Índico), entre el norte de Madagascar y el este de Mozambique. 

Un mes después de la votación, destinada a designar al presidente del archipiélago y a los gobernadores de las tres islas, ni la Unión Europea (UE), ni Francia ni Estados Unidos han reconocido los resultados publicados que dan ganador a Azali Assoumani, con el 57,2% de los votos, por considerar que carece de legitimidad.

Tras el anuncio el anuncio de esta contienda electoral, con una tasa de participación del 16,3% (revisada y aumentada al 56% el 24 de enero), las manifestaciones paralizaron el archipiélago. Los recursos presentados por los candidatos de la oposición ante el Tribunal Supremo, cuyos miembros son designados por el gobierno, no tuvieron éxito. Según las investigaciones realizadas y los testimonios recogidos indican que hay suficientes argumentos para corroborar que los gobernantes organizaron un fraude electoral, marcado por numerosas irregularidades.

La principal prueba, se refiere al nombramiento de 4340 miembros de mesas electorales, responsables de garantizar el buen desarrollo de la votación. Para participar debían acreditar un determinado nivel de estudios, someterse a un entrenamiento rápido y prestar juramento.

Sin embargo, en diversos casos, las listas establecidas de antemano por las comisiones electorales municipales fueron alteradas arbitrariamente, en el último momento, sin justificación, por parte de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI).

Las primeras elecciones en el continente europeo tuvieron lugar en Finlandia (28 de enero), marcadas por su reciente ingreso en la OTAN (abril 2023) y la invasión de Rusia a Ucrania (con una frontera de 1340 km), que sirve también como frontera exterior de la OTAN. Estos comicios se debieron a la renuncia del Presidente Sauli Niniisto. El presidente electo tendrá un triple desempeño: conducir la política exterior del pais, comandante en jefe de las fuerzas armadas y simbólicamente encerrar todos los valores de la nación. 

Finlandia pasó a ser el 31° integrante de la alianza, que estima que el ejército finlandés está actualmente en condiciones de resguardar por sí mismo dicha frontera. Debido a su larga experiencia de guerra desde el invierno de 1939/40 durante la denominada “finlandización”, que sirvió para establecer una neutralidad vigilada por la Unión Soviética. Su economía renació entre 1998 y 2011 gracias al ascenso de Nokia.

De acuerdo con los resultados de la primera vuelta, en la que concurrieron nueve candidatos, el conservador y ex Primer Ministro Alexander Stubb (27,2%), de Coalición Nacional, y el ecologista y ex Ministro de Relaciones Exteriores Pekka Haavisto, independiente (25,8%) se disputaron la presidencia el 11 de febrero. Ambos tienen una larga trayectoria en la administración pública, especialmente en materia de política exterior.

En la segunda vuelta, Stubb logró el 51,6% frente al 48,4% de Haavisto. La seguridad y la defensa internacional fueron los temas centrales el debate. Stubb tendrá seis años para continuar dándole el giro europeísta llevado a cabo por su antecesor: aplicar una política contundente frente a Rusia, estrechar los lazos de seguridad con Estados Unidos, reforzar la presencia de la OTAN en Finlandia y mantener el apoyo a Ucrania.        

El nuevo presidente deberá, además, enfrentar la necesidad de Finlandia de encontrar su lugar en la OTAN e integrar las fuerzas militares en la alianza. Muchos políticos finlandeses están preocupados si el pais será colocado dentro de la estructura con los países bálticos, en vez de los países nórdicos. 

Por ahora, deberá soportar una peculiar guerra hibrida, mediante la cual Putin enviará solicitantes de asilo para presionar al nuevo gobierno que se presenta como un aliado incondicional dentro de la OTAN. 

El Salvador fue el primer país de América Latina que escogió su mandatario el 4 de febrero. La arrolladora victoria de Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas en la primera vuelta, se podría parodiar con el título de la novela de García Márquez, “Crónica de una victoria anunciada” entrando en una era de líder y partido únicos. Con porcentajes de votación que rayan alrededor del 86%, se podría decir que estas elecciones fueron un plebiscito para sus políticas.

Entre la popularidad de las encuestas y las denuncias de excesos, Bukele se las ingenió para manipular el sistema que le permitió la reelección a pesar de las disposiciones constitucionales. Al respecto, seis artículos de la Constitución lo prohíben: el 75, (numeral 4); el 88; el 131, (numeral 16); el 152 (numeral 1), el 154 y el 248 (numeral 4). No obstante, en septiembre de 2022, la Sala Constitucional de la Corte Suprema dictó un fallo a favor de su postulación dejando sin efecto un dictamen de 2014, que prohibía a los presidentes ser reelectos ante de los diez años posteriores a su mandato.

Esta decision, ampliamente cuestionada debido a que dicha sala está integrada por magistrados gubernamentales. Los miembros anteriores fueran destituidos en 2021, por la Asamblea de mayoría oficialista, con el argumento de que emitieron dictámenes contrarios a los decretos del Ejecutivo.

La organización salvadoreña, Cristosal, considera imprescindible que se respete la alternancia en el poder y presentó un informe sobre la reelección en el país, en el que señalaba que “la concentración del poder y la anulación de la separación de poderes no es progreso, es un peligro para todos. Nuestra historia ha sido marcada por la concentración del poder, el autoritarismo, las elecciones amañadas y la violación a los derechos humanos. No debemos repetir las condiciones para instaurar, de nuevo, un régimen dictatorial en El Salvador”.

La plataforma presidencial, basada en el éxito de la represión contra el crimen que pocos salvadoreños ponen en duda, fue una estrategia de “mano dura” que redujo la altísima tasa de homicidios en el pais y permitió recuperar el control de barrios dominados por pandillas, que ha convertido a Bukele en uno de los presidentes con mayor aceptación en toda América Latina.

Otros seis candidatos participaron en estas elecciones. Los sondeos sirvieron para corroborar la alta aceptación, muy por encima del 53,1 % de respaldo en las elecciones anteriores. Un estudio de la Universidad Francisco Gavidia, indicaba que el candidato de ARENA, Joel Sánchez estaba bastante rezagado en el segundo lugar con el 4,3%; mientras que el resto de candidatos, incluyendo a Manuel Flores (FMNL) solo contaba con un 2% apoyo.

Esa popularidad contrasta con diversas denuncias por presuntas violaciones de los derechos humanos durante un régimen de excepción. Amnistía Internacional ha reiterado en varias ocasiones que este mecanismo, vigente desde marzo de 2022, “conllevó violaciones masivas de derechos humanos y el debilitamiento del Estado de derecho”, en medio de su “guerra” contra las bandas criminales o maras.

En su informe de 2022, expresó preocupación por más de 60mil detenciones de ciudadanos desde el inicio del régimen de excepción e indica que un gran porcentaje serían arbitrarias: “algunas de las detenciones estaban basadas únicamente en el hecho de tener tatuajes o antecedentes penales o de vivir en una zona controlada por una pandilla”.

Para la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, “el prolongado estado de excepción socava el derecho a un juicio justo”. Además, indica que las medidas del Gobierno “amenazan con criminalizar a las personas que viven en las zonas más empobrecidas y que han sido blanco de pandillas en el pasado”.

Diversos analistas de la situación política son de la opinión que “apostarle a una estrategia de mano dura como la de Bukele puede lanzar a los países de América Latina a esquemas autoritarios, incluso a dictaduras”.

Cabe destacar que, en las elecciones municipales recientemente realizadas de El Salvador, han servido para confirmar la supremacía del partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele y sus aliados al controlar 43 de los 44 municipios en disputa.

El único municipio que quedó en manos de la oposición fue La Libertad Este, que estará bajo la gestión de Milagro Navas, quien desde hace 36 años es la alcaldesa de Antiguo Cuscatlán. Ella pertenece a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que gobernó El Salvador durante 20 años (1999-2009).

Pakistán celebró, (8 de febrero), elecciones generales previstas para noviembre pasado. La justificación de este retraso fue atribuido a un censo incompleto y un proceso de delimitación de distritos electorales. Institucionalmente, Pakistan es una república parlamentaria, cuya Asamblea Nacional está conformada por 342 escaños, por lo que un partido necesita una mayoría de 133 escaños para poder formar gobierno.

Es el único país musulmán que dispone de un importante arsenal nuclear que lo convierte en un elemento clave en el equilibrio de poder frente a la India. Mediante la Declaración de Lahore (21 de febrero de 1999), firmada por los entonces Primeros Ministros de India y Pakistán, Atal Bihari Vajpayee y Nawaz Sharif respectivamente, establecieron las bases para evitar una confrontación nuclear.

En los años recientes, la situación se ha ido complicando, al atravesar Pakistan por una severa crisis política, económica y social de gran magnitud, con una población de 250 millones de habitantes, el quinto país más poblado del planeta, y la veinte y seis economías del mundo. Luego de la destitución del Primer Ministro, Imran Khan (abril 2022), y la de Shehbaz Sharif, (en agosto 2023), el Presidente Arif Alvi disolvió el Parlamento y nombró un ejecutivo en funciones dirigido por Anwaar ul Hab Kakar.

Estos acontecimientos, fueron decisivos para profundizar la crisis. Siguiendo la tendencia de sus predecesores, el gobierno tomó medidas drásticas contra los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y la oposición política, utilizando leyes arbitrarias contra el terrorismo y la sedición para intimidar a sus críticos. Se intensificó la violencia contra las minorías religiosas, fomentada en parte por la persecución gubernamental.

En los actuales momentos, el pais debe abordar reformas urgentes solicitadas por el Fondo Monetario Internacional para escapar del ciclo de la deuda, que se ha incrementado significativamente desde 2007 debido a que las autoridades no han logrado invertir los bonos y los préstamos en sectores productivos de la economía, mientras sigue fomentando una economía centrada en el consumo y adicta a las importaciones.

La mayor parte de los ingresos del estado han servido para pagar intereses, mientras las reservas internacionales solo asciendes a (8 mil millones de dólares) suficiente para cubrir seis semanas de importaciones. La inflación alcanzó un 38% el año pasado. A esto hay que agregar, el bajo crecimiento de la economía nacional, incapaz de crear suficientes puestos de empleo para una población que tiene un promedio de edad de 30 años, lo que ha contribuido a aumentar la pobreza. Pakistan también tendrá que afrontar los ataques de insurgentes baluchis, grupos islamistas como Tehrik-e-Taliban Pakistan y el Estado Islámico.

En el panorama en el que se desarrollaron las elecciones, destacó la participación de alrededor de 44 partidos que se disputaron la preponderancia en la Asamblea Nacional, además de 70 curules reservadas a las mujeres y a las minorías. En estas elecciones prevalecieron las tradicionales organizaciones políticas: la Liga Musulmana de Paquistán (LMP-N), del tres veces Primer Ministro Nawaz Sharif, el Partido Popular de Paquistán (PPP), de Bilawal Bhutto Zardari, y el Partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) del ex Primer Ministro Imram Khan.   

El 14 de enero de 2024, el Tribunal Supremo dictaminó, que los candidatos del PTI, podrían presentarse como independientes, al declarar ilegal la elección de su nuevo líder Gohar Alí Jan. A su vez, las autoridades gubernamentales retiraban los cargos contra el ex Primer Ministro Nawaz Sharif, autoexiliado en Londres (su familia figuraba en los “Papeles de Panamá”) pudiendo regresar para presentarse a estas elecciones.

Según los cómputos finales, el PTI de Imran Khan, obtuvo un triunfo significativo, con más de una veintena de escaños delante de la Liga Musulmana de Nawaz Sharif, con 93 puesto, seguido por la Liga Musulmana con 75 puestos, y el PPP con 54 puestos. Por su parte, el resto de las agrupaciones obtuvieron: Movimiento Muttahida Qaumi (17 puestos), independientes y otros grupos (15), la Asamblea Unida de Acción (4) y uno para el Movimiento Nacional de Baluchistán, al igual que el Grupo Nacional Popular (ANP).    

Este resultado inesperado, refleja la inmensa popularidad de Khan, impedido de competir, encarcelado desde el 5 de agosto de 2023 en la prisión de Adiala (Rawalpindi), pero que cuenta con el apoyo de sectores importantes de la población, especialmente los jóvenes, que representan casi la mitad de los votantes.

En los últimos meses, el PTI utilizó el poder de las redes sociales para eludir la censura y los obstáculos, difundiendo un video generado por inteligencia artificial en el que Khan saludaba la victoria. El partido logró presentar candidatos en todos los distritos electorales.

Las maniobras judiciales y policiales contra el ex campeón mundial de cricket produjeron el efecto contrario al esperado y galvanizaron a sus seguidores. El día de las elecciones, las autoridades suspendieron la telefonía móvil, impidiendo a los ciudadanos localizar sus sitios de votación.

Sin embargo, una vez más, la victoria le fue confiscada. “Ahora es evidente que existe una gran ira contra la abierta y constante injerencia del establishment en los asuntos civiles”, señalaba en su editorial el diario independiente Amanecer. Los jóvenes que votaron masivamente por Imran Khan han manifestado su rechazo a gobiernos militares y al peso de las dos dinastías que han gobernado durante décadas: los Sharif y los Bhutto. La brecha entre las elites y la juventud se ha convertido en un abismo.

No obstante, su derrota, Nawaz Sharif se prepara para un cuarto mandato proclamando su victoria incluso antes de que terminara el recuento. El ex primer ministro, sigue siendo el favorito de los militares. Sus resultados fueron un claro rechazo a su partido. A diferencia del PTI, movilizó importantes recursos para llevar a cabo su campaña.

El gran perdedor de estas elecciones fue, sin duda, el ejército y su líder, el general Asim Munir, que, entre bastidores, se esforzó por destruir a Imran Khan, considerado la mayor amena para la institución militar, llamando a romper “con la política de anarquía”. Su declaración fue un claro ejemplo de la posición del ejército, al señalar que la “nación necesita estar en manos estables y sacarla de la anarquía y la polarización, la cual no coinciden con un pais progresista de 250 millones de personas”. El ejército con un componente de más de 600 mil hombres ha gobernado el pais directamente en 34 de 76 años de independiente, pero desde 2008 ha mantenido en bajo perfil. Ningún primer ministro, desde la independencia, ha logrado culminar su periodo de gobierno.         

Como corolario de toda esta situación, se ha logrado un acuerdo entre los partidos pertenecientes a las dinastías. La Liga Musulmana-N de Nawaz Sharif y el Partido Popular de Pakistan de Bilawal Bhutto formarán un gobierno presidido por Shehbaz Shariff, hermano del ex Primer Ministro, mientras que Asif Ali Zardary, esposo de Benazhir Bhutto estaría destinado a desempeñar el papel ceremonial de Presidente. Esto demuestra, que las dinastías políticas paquistanies están destinadas a continuar con el control del gobierno,

Las elecciones en Pakistán, un país clave en la geopolítica asiática, llegan en el momento más difícil de la última década. Los Gobiernos frágiles y la influencia del ejército, han llevado al país a un punto de difícil retorno. Sin unas elecciones libres, justas y sin interferencias, situación casi imposible en estos momentos, la crisis política continuará perpetuándose.

En el continente asiático, destacan, además, las elecciones presidenciales en Indonesia (14 de febrero). Unos 205 millones de personas se inscribieron en el registro electoral de este archipiélago de más de 17.000 islas, para elegir, así mismo, al Vicepresidente, y los legisladores nacionales y regionales.

Los tres candidatos que se disputaron la supremacía, incluyeron a Prabowo Subianto, Ministro de Defensa, tres veces candidato y hombre fuerte del ejército, yerno del ex presidente Suharto, quien lideró siempre los sondeos de intención de voto. Los otros incluyeron al ex Gobernador de Yakarta, Anies Baswedan, ex Ministro de Educación, que se caracterizó por defender la libertad de expresión, y cuestionando las ventajas del proyecto de la nueva capital, Nusantara, que, según él, sería mucho más sensato mejorar las infraestructuras existentes que invertir en ese proyecto. El tercero en discordia, Ganjar Pranowo, ex Gobernador de Java Central, 2013 a 2023 miembro del PDI-L.

Un mes después de las elecciones, la Comisión de Elecciones Generales de Indonesia (KPU) declaró oficialmente al Ministro de Defensa, Prabowo Subianto, presidente electo tras recibir el apoyo de más del 58 por ciento de los votos en las votaciones celebradas a mediados de febrero. La candidatura Subianto - Gibran Rakabuming recibió un caudal superior a 90 millones de votos y tomará posesión el próximo mes de octubre.  Estos resultados evitaron una segunda vuelta electoral, en junio, al superar el candidato ganador el límite del 50%.

Se espera, que este triunfo permitirá continuar modelando el futuro económico de las principales industrias del pais, incluyendo las del níquel, con las mayores reservas del mundo, al igual que el carbón y el aceite de palma ayudando a mantener un crecimiento de un 5% alcanzado por la administración del Presidente Joko Widodo (Jokowi), del Partido Democrático Indonesio-Lucha (PDI-L), que cuenta con un índice de popularidad de alrededor del 80%. Todos los candidatos han manifestado que seguirán sus políticas.

Durante sus dos mandatos (2014-2019/2019-2024), el actual presidente ha realizado importantes reformas, y una política nacionalista de recursos que ha ayudado a diversas industrias al incremento del ingreso nacional. Gran parte de la inversión extranjera (16 mil millones de dólares) esta concentra en las industrias mineras y de base metálica, y en empresas dedicas a la fabricación de autos eléctricos (1.3 mil millones de dólares) respaldadas por la R.P. China.

Sectores académicos consideran que Widodo no ha sido un verdadero demócrata. Cabe destacar, que en octubre la Corte Constitucional, cuyo jefe es el cuñado del primer mandatario, aprobó la excepción para que Gibran Rakabuming Raka, de 36 años, pudiera ser escogido como candidato a la vice presidencia sin haber cumplido 40 años, como lo estable la Constitución.

Esta decision fue refrendada por Tribunal Constitucional, la misma organización que garantiza elecciones libres y justas. También se acusa a las instituciones estatales de restringir las manifestaciones de los partidos opositores al igual que algún tipo de crítica contra Jokowi. 

En vísperas de las elecciones, los esfuerzos del presidente saliente en apoyar indirectamente al candidato Prabowo Subianto provocaron protestas en Universidades: profesores, estudiantes y decanos se pronunciaron desde el 1 de febrero contra las “violaciones éticas y los ataques a la democracia”. Más de un centenar de instituciones públicas y privadas, a las que se sumaron figuras de la lucha democrática de finales de los años 90 contra la dictadura de Suharto (1965-1998), celebraron ruedas de prensa que solo fueron retransmitidas en vivo en redes sociales.

El presidente saliente también fue acusado de otras “injerencias”, en particular de haber movilizado recursos estatales durante la campaña y utilizarlos directamente o a través de suministros y diversos mecanismos de asistencia social a favor del “boleto presidencial Prabowo-Gibran”.

La movilización en las redes sociales sirvió para recalcar el apoyo de Widodo a su antiguo rival, basada en la creencia que Subianto fue escogido para que el presidente actual continúe gobernando a través de su hijo. Por medio de esta alianza, Subianto y Rakabuming Raka, quiere asegurar la continuidad de sus proyectos, en particular la nueva capital Nusantara (Borneo), que pretende inaugurar antes finalizar su mandato el próximo mes de agosto. Gibran sirvió para captar votos a favor de Prabowo en Java Central, bastión de la familia Widodo, además de los votos de los jóvenes, menores de 40 años, que representan el 56% de los votantes indonesios.

El 12 de febrero, el documental Dirty Vote (Elecciones Sucias), contribuyeron a engrosar las críticas, en el que varios abogados analizaron los abusos de los que el presidente es supuestamente responsable.

A su vez, el historial de Prabowo Subianto deja muchas incógnitas, debido a las acusaciones de una serie de atrocidades durante décadas en el ejército, destacando las perpetradas al frente de las fuerzas especiales en Timor Oriental, en el denominado periodo del Nuevo Orden, en la dictadura de Suharto. También se menciona, el secuestro de más de 20 activistas prodemocráticos en 1998, y su destitución del ejército por insubordinación. Tanto Estados Unidos como Australia cancelaron su visa. Tras exiliarse, regresó a comienzos de siglo, postulándose, en 2014 y 2019, para la presidencia y enfrentando a Joko Widodo.

Su candidatura, en estas elecciones, se vio impulsada al incluir a Gibran Rakabuming Raka, hijo del presidente, como compañero de lista, mientras que el partido del Presidente (PDI-L) respaldaba la candidatura de Ganjar Pranowo. Esta maniobra se interpreta destinada a crear una nueva dinastía política. Al respecto hay que recordar que Indonesia ha estado gobernada, desde la independencia, por los clanes Sukarno y Suharto.

La popularidad de Subianto es fruto, en primer lugar, de “un buen desempeño” como Ministro de Defensa, pero también de una campaña financiada que invirtió masivamente en TikTok: los bailes ejecutados torpemente por el candidato sirvieron para captar la simpatía de los votantes. En los carteles electoral, el dúo Prabowo/Gibran aparecían disfrazado de personajes de dibujos animados.

Entre las principales promesas del futuro presidente sobresalen, proporcionar comidas gratuitas a 78 millones de escolares para combatir la desnutrición y becas en el extranjero para 20 mil estudiantes de ciencias, ingeniería y medicina.

En estas elecciones, se rompió la tradicional influencia decisiva del islam, profesado por el 86% de la población, quedando relegado a un segundo plano, al ser desplazado por el factor Jokowi que esta vez tuvo un papel más importante. Los grupos más radicales se han disuelto en los últimos años y cada candidato se ha asegurado el apoyo de figuras religiosas conocidas.

Subianto ha declaró su victoria como “una victoria de todos los indonesios” prometiendo “gobernar para todos” con un ejecutivo que dará continuidad a las políticas de Widodo que han llevado prosperidad económica a la tercera mayor democracia del mundo. Subianto también consideró que los 100 millones de jóvenes votantes han sido la clave de su victoria.

En su auto proclamación, sorprendió los gritos y aplausos del público al mencionarse al dictador Suharto, un giro sorprendente en un país que sufrió décadas de un régimen represor, y que en 1998 logró derribarlo, considerado uno de los líderes más corruptos del mundo.

Una opinión muy generalizada es que la elección de Prabowo Subianto podría regresar a Indonesia al autoritarismo. Los conocedores de la política interna nacional especulan que las elecciones tienden a ser decididas por la personalidad de los candidatos y no por la política en sí mismo. A ello hay que agregar su transcendencia militar como un extra, debido al rol que el ejército indonesio ha jugado, considerada la institución pública más creíble.  

Indonesia, desempeña un papel significativo en la geopolítica del Sudeste asiático y específicamente dentro de la ASEAN. Bajo el lema de “Unidad en la Diversidad”, además de tener inmensa población y regiones densamente pobladas, posee un área natural que sustenta el segundo nivel más alto de biodiversidad del mundo.

Abraham Clavero Toro

Egresado de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV 1972. – Estudios de Posgrado en Fletcher School Law and Diplomacy, Boston, Massachusetts 1976-1978. – Funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores 1981- 2007 (R.P. China, Indonesia, Arabia Saudita, Marruecos y República Islámica de Irán). – Jubilado del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Internacionales con el rango de Embajador 2008.  – Profesor en la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Santa María desde 2010.


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