El 5 de diciembre de 1958 Edgar Sanabria profesor universitario y Presidente de la Junta de Gobierno

promulgó el Decreto-Ley que estableció la Autonomía Universitaria para que las casas de estudios superiores tuvieran la libertad de diseñar sus pensum de estudios sin la injerencia de ningún gobierno. Desde luego esta es el fundamento de la universidad democrática, y sin duda alguna de un país y una sociedad democrática. Sin embargo como las universidades deben promover el pensamiento crítico, esto no es muy bien visto desde los gobiernos, de modo general y peor recibido desde los gobiernos autocráticos o totalitarios que no permiten la crítica y persiguen a quien disienta del pensamiento único.

Es absolutamente claro que el régimen socialista instalado en Venezuela a partir de 1999 no tiene entre sus prioridades ni la salud, ni la educación, entre otras de las necesidades fundamentales de toda sociedad cuyo objetivo sea el desarrollo. En los actuales momentos los profesores universitarios tienen 627 días sin aumento salarial, lo que lleva a estos profesionales a vivir en la pobreza extrema y la miseria. Según la ONU cualquier persona que perciba 2 dólares o menos diariamente vive en pobreza extrema, estos son los estándares internacionales. Ni hablar de los HCM y otros beneficios obtenidos a través de años de lucha para el mejoramiento profesional y personal de quienes ejercen tan importante función en una sociedad.

Los menos informados podrían creer que la reducción a la miseria a los profesores universitarios, es sólo para los de las universidades autónomas, pues no, los profesores de las universidades experimentales y de las seudo universidades creadas para ampliar los votos del gobierno en el CNU, están en iguales condiciones económicas incluso peores, por lo que queda claro que es una política diseñada para estos profesionales para mantenerlos prosternados. La carrera de la docencia universitaria ha tenido prestigio e importancia en Venezuela, empero, es asaz conocido que esto se incrementó en forma superlativa con la instauración de la democracia, que promovió la educación como agente principal para la movilidad social. El profesor universitario otrora podía vivir dignamente y desarrollarse profesional y personalmente, esto lamentablemente, ya no es posible, si las universidades aún cuentan con profesores es sólo por la vocación de estos profesionales.

En Venezuela no sólo se ha destruido el presente, sino que además se está comprometiendo el futuro al abandonar la educación. Con ello se viola un derecho humano garantizado en nuestra carta magna en su artículo 101, empero, también se viola el artículo 103, que obliga a que el presupuesto para la educación debe ser prioritario. El 109 que garantiza la autonomía universitaria violada a diario y finalmente el artículo 91 que consagra el derecho a un salario digno. La piedra angular para lograr el progreso de un país es el conocimiento, por ello el salario es un asunto académico.Mariano Picón Salas afirmó que Venezuela ingresó al siglo XX, en 1936, ojalá no pasen 36 años para ingresar al siglo XXI. A pesar de todo feliz día para todos mis colegas.