Banca tradicional versus neobanca: ¿Coopetition o competencia?
Escrito por Enrique González Porras | X: @enriquergp   
Lunes, 04 de Septiembre de 2023 00:00

altLa dinámica de los mercados financieros se encuentra a las puertas de una transformación debido a la irrupción de nuevos actores producto

de la adopción de las tecnologías TICs en el sector financiero y bancario. Dicha irrupción va mucho más allá del bien intencionado potencial de aumentar la bancarización de la población que hasta ahora se ha encontrado relegada del modelo tradicional bancario de Brick and Mortar.

La incidencia de la disrupción de nuevos actores como los Neobancos sobre la dinámica competitiva del sector financiero y bancario en el corto y mediano plazo implicaría una mayor competencia para los operadores tradicionales.

De hecho, más allá de los Neobancos, la eventual disrupción de las Big Tech en el sector sí podría constituir una absoluta transformación de la estructura de los mercados actuales -pudiendo desplazar a los actuales protagonistas tradicionales-, considerando el hecho que empresas como Apple, Alphabet (Google), Meta (Facebook), Amazon y Microsoft superan a JP Morgan en capitalización bursátil (2,796 billones de US$; 1,635 billones de US$; 770,36 millardos de US$; 1,393 billones de US$; y 2,394 billones de US$ respectivamente versus 438,23 millardos de US$ para agosto de 2023). Adicionalmente al músculo financiero propio y a un acceso relativamente barato a por parte de terceros, la base de usuarios y la reputación de las Big Tech las hacen poderosos jugadores que pueden superar muchas si no todas las barreras a la entrada al sector financiero.

 

Cambios Inexorables:

La transformación y adopción digital en el sector financiero está impulsada por factores tanto por el lado de la oferta, fundamentalmente relacionados con desarrollos tecnológicos, como por el lado de la demanda, con cambios en las expectativas del consumidor sobre los servicios, así como el cambio de su estructura etaria y sus patrones de uso o demanda (tanto de la tecnología como respecto a sus necesidades de productos financieros y medios de pago). 

Por el lado de la oferta tecnológica, los factores relevantes son las APIs de Internet, la computación en la nube, teléfonos inteligentes y tecnología blockchain, entre otras.

Específicamente, las APIs han facilitado que los servicios evolucionen y mejoren, especialmente al ofrecer una mayor inmediatez en los pagos, así como brindar soporte para una mayor desagregación de los servicios. 

Dicha desagregación de los servicios resulta crucial para la incursión de nuevos actores ya que facilitaría la entrada, contrario a lo que tiende a ocurrir cuando servicios o estadios de una cadena de valor se encuentran “verticalmente integrados” o se ofertan atados y adicionalmente requieren interoperabilidad, tema crucial en el sistema financiero especialmente en lo que respecta a la prestación de servicios de sistemas y medios de pago.

Las APIs constituyen recursos y estándares para compartir datos en aplicaciones de "banca abierta" -open banking-. Esas aplicaciones permitirían el acceso de terceros a los datos bancarios de los consumidores (con su consentimiento) y se están convirtiendo en una herramienta fundamental de la disrupción digital. Estas interfaces de programación de aplicaciones -APIs- permiten que las aplicaciones de software compartan datos y funcionalidades y representan un facilitador para los mercados con altos costos de cambio ya que ayudan a los consumidores a comparar ofertas de productos y servicios.

Los esquemas de pago basados ​​en dispositivos móviles tienen un efecto considerable en países donde la proporción de la población que posee una cuenta bancaria es baja. Este suele ser el caso de países subdesarrollados o en vías en desarrollo -ej: países africanos-, donde solo una cuarta parte de la población tiene una cuenta bancaria, pero un porcentaje superior posee acceso a un teléfono móvil. En el caso de Venezuela donde se han presentado problemas con el cono monetario -baja disponibilidad de efectivo- , alternativas de medios de pagos resultan soluciones que pueden lubricar los engranajes de la economía.

Por otra parte, los impulsores por el lado de la demanda están vinculados a las mejores expectativas de servicio al consumidor de la “generación móvil”. La revolución digital ha cambiado la demanda de servicios financieros y ha llevado al sector a centrarse en el cliente con una experiencia de cliente mejorada. 

Por el lado de la oferta, la mencionada irrupción ha dejado a los bancos tradicionales con tecnologías obsoletas, con una dependencia excesiva en mainframes rígidos y una red de sucursales demasiado costosa cuando las nuevas generaciones quieren realizar operaciones bancarias con un simple click. El sector tiene un exceso de capacidad y, lo que puede ser peor, una capacidad probablemente inadecuada.

 

Los Neobancos y las Eficiencias:

La tecnología de los Neobancos constituye un vehículo de eficiencia en varios aspectos: 

  • Puede filtrar de manera más efectiva a los prestatarios candidatos a través de modelos estadísticos basados ​​en big data, de esta manera puede ayudar a superar las asimetrías de información, propios del negocio bancario.
  • Permite una discriminación de precios mucho más efectiva.
  • Los Neobancos pueden aumentar la inclusión financiera al abrir la puerta a los servicios financieros para los países menos desarrollados, así como para partes de la población y pequeñas empresas que actualmente no cuentan con servicios bancarios.
  • Finalmente, los Neobancos y las BigTech no tienen tecnologías heredadas con las que lidiar y se caracterizan por una cultura de diseño operativo eficiente. Esto, junto con su tamaño a menudo más pequeño en el caso de los Neobancos, les permite una mayor capacidad de innovación que las entidades tradicionales.

Los Neobancos, a nivel global, han empezado a cambiar la estructura, la forma de provisión y consumo de los servicios financieros, sin embargo, no han logrado adquirir una posición dominante en el mercado.

A pesar de que han liderado con éxito los esfuerzos de innovación y llevado las expectativas de los clientes a niveles más altos a través de innovaciones como la adjudicación rápida de préstamos, la disposición de los clientes a alejarse de los bancos tradicionales no ha cumplido con las expectativas, ya que los costos de cambio, la inercia del consumidor y la desconfianza por nuevas tecnologías pueden resultar altas y los operadores tradicionales se han ido adaptando a los Neobancos con sus propias propuestas tecnológicas.

Se mantiene una excepción para ubicaciones geográficas en las que los proveedores de servicios tradicionales no estaban y con segmentos de mercado en los que no se satisfacían las necesidades de los clientes; en estos casos, los Neobancos han logrado alcanzar una escala significativa.

Se espera que el impacto de ambos tipos de entidades no bancarias -Fintech- sea significativo en las soluciones de pago y en la prestación de servicios de asesoramiento en los mercados de capitales, así como en la remodelación de las expectativas de los consumidores.

 

¿Coopetition o Competencia?

Los Neobancos están invadiendo el negocio tradicional de los bancos, a pesar de la respuesta de estos últimos por incorporar productos y respuestas digitales. Por el lado de la oferta, los Neobancos pueden utilizar información dura -información personal y masiva- para erosionar la relación entre el banco y el cliente, relación que comúnmente se basa en información blanda (derivada del conocimiento obtenido de la relación entre el banco y el cliente). Es decir, los entrantes basados en la tecnología pueden procesar grandes cantidades de datos de los consumidores (por ejemplo, con técnicas de Machine Learning) y utillizarlos mientras los bancos tradicionales estaban usando estos datos, si es que lo hacían, por medio de una interacción más directa a través de canales legacy -ej: agencias bancarias-. 

Hasta la fecha muchos competidores nuevos no han solicitado licencias bancarias -por ejemplo aquellas específicas exigidas para captar depósitos- para evitar costos regulatorios, mientras intentan descremar y robar verticales de negocios rentables a los bancos con eventuales menores barreras regulatorias a la entrada -ej: medios de pago-. Los nuevos participantes intentan beneficiarse de dicho “arbitraje regulatorio” y/o “Regulatory Shopping”. 

Por el lado de la demanda, los Neobancos intentan sacar provecho de la reticencia hacia los bancos por parte de los millennials ofreciendo servicios digitales con los que la generación más joven se siente cómoda.

Mientras que los bancos tradicionalmente se han centrado en el producto, los Neobancos ponen el énfasis en el cliente ejerciendo presión sobre el modelo de negocio tradicional de los primeros. Los Neobancos deben centrarse en el cliente porque esta es la esencia misma de su negocio.

En los países con regulaciones del tipo seguro de depósitos o fondos de garantía de los depósitos podría facilitarse la entrada de nuevos competidores como bancos digitales, pero en este caso, los entrantes tendrían que encarar los costos del cumplimiento bancario, que, junto con las licencias bancarias, pesan mucho sobre las empresas más pequeñas.

Las estrategias para los nuevos participantes y las de los bancos establecidos dependerán de si la inversión “estratégica” hace que una empresa sea “dura” o “blanda” frente a la competencia y de si la competencia en el mercado implica sustitutos o complementos estratégicos; es decir, si un aumento en la acción de un rival (por ejemplo, el precio) conduce a una disminución o aumento, respectivamente, de la acción de la empresa. 

Por lo tanto, dependiendo de las características subyacentes de la industria, un banco tradicional podría decidir acomodar o impedir la entrada. Se puede lograr un ajuste para un entrante con estrategias no agresivas, como el compromiso de permanecer pequeño o formar una sociedad con un banco tradicinal. Para un banco tradicional, el mejor compromiso para no ser agresivo puede ser tener una gran base de clientes instalada.

Los bancos tradicionales también pueden utilizar estrategias de venta por paquetes y vetas atadas -bundling y tie-ins, respectivamente- para responder a la entrada e intentar aumentar los costos de cambio de su base de clientes y a su vez aumentar los costos de replicabilidad de los rivales entrantes.

Una estrategia que los bancos tradicionales pueden desplegar consiste en acomodarse a la entrada de los Neobancos en algunos segmentos del mercado y tratar de evitarla en otros. 

En presencia de altos costos de cambio para los clientes, un banco establecido se comportará como un “gato panza arriba” pacífico para proteger la rentabilidad de su gran base de clientes. Esto puede permitir que un nuevo participante ingrese y atraiga, por ejemplo, clientes expertos en tecnología o incluso consumidores no bancarizados. Los bancos pueden preferir acomodar la entrada porque ganan tarifas de intercambio que les pagan los nuevos operadores de servicios y porque el recorte en los ingresos de los bancos por cada compra puede ser más que compensado por el aumento en las transacciones agregadas realizadas por los clientes.

En ocasiones, el entrante puede querer comprometerse a permanecer pequeño para no provocar una respuesta agresiva del banco tradicional instalado. Por ejemplo, los préstamos P2P son una forma de realizar una entrada a pequeña escala si atiende principalmente a segmentos no bancarizados de la población. Se pueden formar asociaciones entre el entrante y el banco tradicional porque estos últimos se benefician del conocimiento de IT de los primeros, así como del arbitraje regulatorio al asociarse con nuevos entrantes, ya que estos últimos experimentan una regulación más ligera o llegan a nuevos clientes.  Al mismo tiempo, los Neobancos pueden beneficiarse de la marca establecida, las economías de escala y los canales de distribución de los bancos tradicionales.

 

Conclusión:

Un análisis basado en teoría juegos no cooperativos, es decir en una situación donde no pudiesen conversar, cooperar ni llegar a acuerdos explícitos entre los nuevos y los actores tradicionales podría ser desarrollado bajo la terminología y/o taxonomía creada por Drew Fundenberg y el Nobel laureado Jean Tirole.

Estudiar cada vertical de servicios así como cada estadio de la cadena de valor de los servicios bancarios, comprender si las variables de competencia constituyen complementos estratégicos o sustitutos estratégicos, podría permitirnos anticipar en cuáles de los mercados de dichos verticales los bancos tradicionales serán agresivos o pasivos sobre-invirtiendo o sub-invirtiendo en la variable estratégica, lo que equivale decir a que intentarán bloquear o minimizar la entrada o por el contrario terminarán acomodándose a la entrada de los nuevos actores -los Neobancos-.

Sin embargo, previamente a dicho análisis cabe valorar el potencial del contrafactual de cooperar entre las parte y cómo esto incidiría en comparación a las situaciones de no cooperación, dentro de las cuales entran: (1) una solución de competencia agresiva incluso intentando reducir la participación de los entrantes, (2) estrategias de bloqueo a la entrada, o finalmente (3) acomodación por parte de los bancos tradicionales ante la imposibilidad de afectar las decisiones de entrada por parte de los potenciales nuevos competidores.

Para ello resultará clave identificar dos efectos contrapuestos que pueden aparecer en cada uno de los casos: (1) efecto canibalización de productos, servicios o estadios de la cadena de valor provistos por los Neobancos (efecto sustituibilidad); (2) nuevas líneas de productos, servicios, clientes no bancarizados que los Neobancos puedan generar en favor de los bancos tradicionales (efecto complementariedad). Adicionalmente, en el caso del nuevo valor agregado o clientes adicionales que puedan aportar los Neobancos a los bancos tradicionales, tanto para el caso cooperativo o en el caso no cooperativo, habría que considerar el poder de negociación de las partes así como el grado de commoditización en que los productos o estadios de la banca tradicional pueda n llegar a transformarse.

Aun así, todo el análisis anterior dependerá de cuál será el rol que los reguladores desempeñarán porque definitivamente podrían afectar los pagos o los beneficios de cada actor (bancos tradicionales instalados o Neobancos potenciales entrantes). Un enfoque regulatorio basado en Open Banking buscaría intensificar la competencia en el mercado, lo contrario incentivaría al despliegue de denegaciones al acceso a los recursos erigidos por los bancos tradicionales en detrimento de los potenciales entrantes.

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