Ya habrá tiempo
Escrito por Ricardo Ciliberto Bustillos   
Lunes, 01 de Mayo de 2023 00:00

altEste primero de mayo no solo los trabajadores sino Venezuela entera no tendrán motivos para celebrar.

Salvo el premio Cervantes, merecidamente otorgado al poeta Rafael Cadenas, no existen razones para conmemorar apropiadamente esta festividad.

Por decir lo menos, aquel multitudinario desfile en la avenida Universidad, incluso con la asistencia del Presidente de la República, daba la sensación de un país articulado, en donde las peticiones y exigencias laborales no eran algo ajeno, ilógico y mucho menos inusual. Un país que a pesar de las dificultades y algunos dislates tenía objetivos ciertos y factibles. Ahora,   hay ausencia de ánimo y de valederos argumentos  para conmemorar tan importante fecha.

Con una economía tan depauperada;  una industria golpeada y reducida a niveles   exánimes; con sueldos y salarios miserables y lo peor, es que no hay opción inmediata de conseguir mejorías o paliativos; bajo un cuadro aterrador, por demás imposible de maquillar y mucho menos eludir, parece obvia cualquier indisposición para celebrar una ocasión de tanto significado.

La cifra arroja como mínimo -  según los entendidos -  dos presupuestos nacionales. Veinte y tantos mil millones de dólares sustraídos, saqueados, despojados, “clavados” (para utilizar un término muy mexicano) y estafados a la república y, por supuesto, a todos los venezolanos. Dos presupuestos olímpicamente  en poder de unos cuantos que no merecen ser conciudadanos, por no decir más. 

La verdad  que  es muy difícil que esta barrabasada suceda  en otro país y si llegara a pasar, sería un escándalo de tal magnitud que serían incalculables sus consecuencias. Aquí, por desgracia, una noticia, un hecho trascendental se yuxtapone, se adosa a otro, y así vamos restándole la suprema importancia que todo  esto tiene. A este descomunal latrocinio lo suplantó la huida de Guaidó, la Conferencia Internacional en Bogotá, las increíbles y desfachatadas exigencias del gobierno para “permitir” y “aceptar” unas elecciones libres, transparentes, normales, en igualdad de condiciones y supervisadas internacionalmente. En hacer caso omiso a la libertad de los presos políticos y en insultar al Fiscal que investiga los crímenes de lesa humanidad en la Corte Internacional de Justicia, entre otras cosas. Nos distraen  las primarias,  una Ley de Extinción de Dominio que después de todo, les servirá para perseguir más a los opositores que a los corruptos que pululan en sus filas. En fin, desatendemos muchas cosas fundamentales y seguimos detrás de las noticias y anuncios cotidianos que en su mayoría carecen de trascendencia e interés colectivo.

Este primero de mayo no tenemos nada que celebrar. Se cogieron dos presupuestos nacionales y ahora alegan que no hay recursos para mejorar sueldos y salarios. Encima, exigen y hablan como si no hubiesen roto un plato. A todas estas y más allá de esta lastimosa situación, seguimos  apostando que la salida a esta pesadilla será por una avalancha de votos  tan descomunal (sean cuales sean las condiciones) que será imposible trampearlos, alterarlos o desconocerlos. En otras palabras, ninguna noticia o hecho nos debería apartar de este firme propósito. Al fin y al cabo e indefectiblemente, ya habrá tiempo para conmemorar, como se merece, esta extraordinaria fecha. 

|*|: Especial para www.opinionynoticias.com

 


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