Del (contra) ataque político al avecinarse la caída de Gallegos
Escrito por Luis Barragán | X: @luisbarraganj   
Lunes, 03 de Abril de 2023 00:00

altEl derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos (24/11/1948), estuvo precedido de un clima

de agudas tensiones entre el gobierno y los distintos factores de la oposición, añadidos los roles estelares jugados por las Fuerzas Armadas y la embajada estadounidense en Caracas. Al iniciarse el fatídico mes, el partido COPEI publica, a través de su órgano periodístico, un comunicado que responde a los señalamientos de los que ha sido objeto, sobre todo a raíz de la comparecencia del titular del despacho de la Defensa en el parlamento, a propósito de las memorias y cuentas ministeriales que son objeto de una discusión pública. Empleada la perspectiva de [PUERTA, 2023], nos aproximamos brevemente al comunicado en cuestión [COPEI, 1948], plenamente convencidos que “el discurso político rara vez es solamente personal” [DIJK, 2009: 289].

 

1.- Discurso de contra-ataque 

El comunicado publicado en El Gráfico de Caracas, órgano periodístico de COPEI, habla por sí mismo, en cuatro direcciones principales. Una de ellas, responde a la versión del diario oficial de Acción Democrática (“El País”), en torno a la discusión de la Memoria y Cuenta del ministerio de la Defensa, con señalamientos para los cuales no ha bastado lo alegado y recogido por el Diario de Debates, incurriendo en la mentira.

Convertida en una orden, consigna o línea política de Acción Democrática, COPEI denuncia la baja maniobra inspirada en el infundio de que el partido ha insultado (“acremente”) a las Fuerzas Armadas con el propósito de desprestigiarlas, generando resquemores, mintiendo y suscitando la contemplación de un misterioso tabú. Además, parte de la maniobra, envía a Cuba al ministro de Relaciones Interiores para que sea el de Defensa, quien antes intervenga y exponga, o  se exponga, en el Congreso. 

Igualmente, el comunicado refiere a la directa intervención en la vida política nacional de las Fuerzas Armadas, responsabilizándolas inmediatamente por el régimen imperante. Y denuncia la conformación de grupos armados para los cuales, la autoridad militar es la única competente.

El comunicado hace profesión de fe democrática e institucional, pues, mientras haya “un átomo de democracia”, nadie, ni siquiera el Ejército, podrá impedir que los partidos enjuicien sus actuaciones públicas, contando con el  ciudadano de voz libre, honesto y consciente;   COPEI ha formulado sus denuncias al ejercer la representación popular y en el propio recinto del Congreso, en forma “valiente y desinteresada”, dejando constancia en el propio Diario de Debates, porque no tiene miedo. Prosigue, las Fuerzas Armadas deben ser apolíticas, como “apolíticos” los partidos frente a ellas, es decir, “no hay que hacer ´política´ frente a las Instituciones Armadas”; no hay que atacarlas, ni halagarlas por conveniencia, como hace Acción Democrática, con origen en “aquél no desmentido Plan de Barranquilla”, en contraste con COPEI, partidario de la conservación de las Fuerzas Armadas, apegado a la tradicionalidad fidelidad  a la Patria y a su Bandera. 

 

2.- Contra-ataque de un discurso

Es necesario responder a través de la prensa y todos los medios disponibles, configurando COPEI una contracampaña que le permita pasar de la defensiva a la contraofensiva, frente a la hegemonía adeca, tratándose de unas relaciones de poder y de contrapoder en el marco de un severo conflicto ideológico. El copeyano, es un discurso de control directo de la acción, marcando orientaciones y directrices en torno a la firmeza de sus planteamientos y la persistencia de sus denuncias o advertencias, combinado con un discurso prescriptivo, u orientador de principios y valores, para descartar el discurso persuasivo, confiado a la propaganda y publicidad de mediano y largo plazo  [DIJK, 2009: 73 s.].

Significa el abandono del discurso parlamentario, o de élite, reglado,  concebido para su registro, y cuidadoso con temas delicados o tabúes, como refiere van Dijk a propósito del racismo  [DIJK, 2009: 239 s.].  Nada sutil e indirecto, intenta desenmascarar la manipulación adeca que tiene origen doctrinario en el Plan de Barranquilla, aclarando posiciones respecto a las Fuerzas Armadas redimensionadas en su papel de arbitraje desde 1946,  al que obviamente apelan [GUARDIA – OLIVIERI, 2016: 59 s.].

La pretensión oficialista es la de criminalizar políticamente toda alusión a la corporación castrense, proveniente de la oposición, aunque luego se convertirá en un tipo penal real y efectivo, como es el de vilipendio, si es que ya no estaba establecido normativamente. La contrarrespuesta será la de denunciar la conformación  de grupos armados por el oficialismo, sin conocimiento o participación de las autoridades militares competentes.

La embajada estadounidense en Caracas estuvo convencida de la “acumulación progresiva durante varios meses” de circunstancias, desencuentros y contradicciones en el seno de las Fuerzas Armadas, y en el de una oposición irreconciliable con Acción Democrática, como la representada por COPEI [SCHAPOSNIK, 1985: 88 ss.]. Éste autor, por cierto, intitula el capítulo IV de su libro, como “El levantamiento armado del 24 de noviembre”, aunque no hubo necesidad alguna de un disparo para que efectivamente se materializara el golpe de Estado. 

 

3.- Conclusiones

A propósito de la comparecencia de los ministros del despacho ejecutivo ante el Congreso Nacional para dar cuenta de sus  memorias y cuentas, sin dudas, la más llamativa y polémica fue la del titular de la cartera de Defensa, Carlos Delgado Chalbaud. Ello generó una campaña oficialista de infundios contra COPEI, en relación a las Fuerzas Armadas, lo que obligó al partido opositor a impulsar una contracampaña a partir de su comunicado de fecha a inicios del mes y año que resultó fatal para el gobierno de Rómulo Gallegos. 

Del discurso persuasivo y prescriptivo, la oposición pasa decididamente a uno de la acción señalando posiciones, pautas y directrices que son propias de una confrontación ideológica de características existenciales. Ya no será suficiente encauzar el debate políticos en los canales institucionales, como el parlamento, exigiendo el conflicto de otros y más amplios ámbitos.

Referencias

COPEI, AD y el Ejército” (1948). Comunicado publicado en El Gráfico, Caracas, 03/11, en: Congreso de la República (1992) “Gobierno y época del presidente Rómulo Gallegos. La opinión política a través de la prensa”. Ediciones Conmemorativas del Bicentenario del Natalicio del Libertador Simón Bolívar. Caracas: Tomo 97, 431-433; y https://apuntaje.blogspot.com/2023/03/comunicado-del-48.html

DIJK, Teun A. van (2009) “Discurso y poder. Contribuciones a los estudios críticos del discurso”. Gedisa Editorial. 

GUARDIA ROLANDO, Inés Margarita – OLIVIERI PACHECO, Giannina (2016) “Estudio de las relaciones civiles militares en Venezuela desde el isglo XIX hasta nuestros días”. Centro Gumilla – Universidad Católica Andrés Bello, Caracas.

PUERTA BAUTISTA, Lorena (2023) “Metodología para el análisis de documentos históricos”. XI Diplomado de Historia de la Venezuela Contemporánea. Fundación Rómulo Betancourt – Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas. 

SCHAPOSNIK, Eduardo C. (1985) “La democratización de las Fuerzas Armadas Venezolanas”. ILDIS – Fundación Gonzalo Barrios, Caracas. 

 

|*|: Breve ejercico  histórico 


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