Un mundial para el olvido y para el recuerdo, que concluyó con el apoteósico triunfo de la Argentina,

con un Leonel Messi alcanzado su mayor anhelo de llevar a su país a la cima del balompié universal, regresando para America Latina tan preciada copa desde 1998 con el triunfo de Brasil en el de Corea del Sur. Siempre se dijo que Messi merecía ganar este mundial por todo lo que él ha significado para el deporte rey y ojalá le alcance para el del 2026 en México, Estados Unidos y Canadá. Honor a quien honor merece.   

Sin embargo, este evento será siempre considerado como uno de los más polémicos desde que se instauró en 1930, conquistado por Uruguay, y que reúne cada cuarto años a los mejores equipos del mundo de un deporte que trasciende todas las fronteras de la comunidad internacional.

Atrás han quedado un sinfín de situaciones que seguirán siendo motivo de discusión y de investigaciones partiendo desde su escogencia que generó tantas dudas respecto a la pulcritud de la misma. Proliferan historias que hablan de cómo se forjó dicha designación que dejó perplejo a muchos, debido a que el Estado de Qatar es un Emirato sin una tradición futbolística, a lo que hay que agregar de no contar, para ese momento, con una infraestructura elemental a fin de realizar un evento de esa categoría.  

Se dice, que todo se debe al empeño de la familia reinante, los Al Thani, que ha gobernado esta pequeña península en el Golfo Pérsico desde su fundación en 1850. En 1995 se produce un acontecimiento significativo con el golpe estado, no violento, en el cual Hamad bin Khalifa al Thani, depuso a su padre Jalifa bin Hamad Al Thani cuando éste se encontraba en Suiza por problemas de salud. Este cambio de mando contribuyó a modificar, de manera significativa, el enfoque político que el país debía desempeñar en esta zona del tan estratégica.

Según explica Peter Salisbury, a partir de ese acontecimiento, Qatar ha sido considerado "el hijo problemático" de los países del Golfo Pérsico, y los Al Thani, "la familia más difícil del barrio". Qatar ha mantenido disputas diplomáticas con varios de sus vecinos, incluidos Arabia Saudita, Bahréin y Egipto, e inclusive se le acusa de apoyar a grupos terroristas.

Se argumenta que pasó "de ser una familia que formaba parte de una tribu vinculada con la familia Saud de Arabia Saudita, que no merecía ninguna atención, a convertirse en un grupo de individuos reconocibles que participan en la escena internacional". Fue un cambio relevante que ha servido para generar todo tipo de comentarios dejando aversiones en el mundo del Medio Oriente.

Gran parte de las divisiones que en la actualidad definen la relación de Qatar con sus vecinos comenzaron con las políticas del Emir Hamad bin Khalifa al Thani tras deponer a su padre. Arabia Saudita consideró este acto como un mal ejemplo para los otros países de la región gobernados también por dinastías familiares. 

Peter Salisbury agrega: “entonces los vecinos se dieron cuenta del enorme cambio ocurrido en Qatar entre el régimen del padre, que había reinado de forma callada, sin hacer bulla, y la del hijo, más joven y energético, una voz más independiente, un activista y agitador que pedía cambios". En 1996 surgieron acusaciones contra Riyadh de estar implicada en un intento de contragolpe de Estado para reinstalar al Jeque Khalifa.

Entre las políticas iniciales de Hamad destacan acelerar el desarrollo de sus reservas de gas natural y en 1996 la pequeña península comenzó a exportar gas natural licuado por primera vez en su historia. 

Con sus exportaciones, Qatar se convirtió rápidamente en una potencia regional. En la actualidad es el principal exportador de gas natural licuado del mundo y comparte con Irán, el principal enemigo de Arabia Saudita, el desarrollo de su enorme yacimiento de gas natural, el South Pars-North Dome el más grande del mundo.

De manera que Hamad junto con su Ministro de Relaciones Exteriores, el Jeque Haman bin Jassim Thani, fueron piezas fundamentales del ascenso de Qatar en el escenario internacional y como potencia regional se embarcaron en una expansión enorme no sólo en el ámbito de la política internacional. Fundó el canal Al Jazeera, que pronto se transformó en un influyente medio de comunicación en el mundo árabe y el país se convirtió en un inversor global masivo.

En 2013, Hamad decidió abdicar y entregar el poder a su cuarto hijo, Tamim bin Hamad Al Thani, que entonces tenía 33 años. Los países vecinos consideraron la posibilidad que el nuevo Emir pudiera poner en práctica una posición equilibrada en su enfoque sobre los asuntos regionales. 

No obstante, tiempo después de su ascenso varios informes apuntaban que el Emir Tamim estaba permitiendo que se reagruparan en Doha los miembros de los Hermanos Musulmanes, luego de que el entonces Presidente Mohamed Morsi había sido derrocado en Egipto. En julio de 2017, Arabia Saudita, Bahréin y EAU retiraron a sus embajadores de Doha.

Esta organización islamista sunita, fundada en Egipto, estaba ganando adeptos en el mundo árabe y pronto fue declarado como un grupo terrorista por los gobiernos de Bahréin, Egipto, Rusia, Siria, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Qatar finalmente aceptó reubicar a los Hermanos Musulmanes en Turquía, y la disputa terminó en enero de 2021, gracia a la mediación de Kuwait y Estados Unidos.

Otro aspecto sobresaliente, es que Qatar se ha convertido en uno de los grandes inversores a nivel global. Sólo en el Reino Unido la multimillonaria familia Al Thani ha invertido US$50.000 millones. En Londres son dueños de la lujosa tienda por departamentos Harrods, varios grandes hoteles, The Shard (95%), el rascacielos más alto de Europa, tienen participación en Canary Wharf un complejo empresarial y también compraron la Villa Olímpica en 2012 además de tener intereses en los yacimientos de gas natural de Gales.

Asimismo, entre sus pertenencias se encuentran la mitad del edificio de departamentos más caro de Londres, el One Hyde Park, el 8% de la Bolsa de Valores de Londres, un porcentaje similar del Banco Barclays y 25% de la enorme cadena de supermercados Sainsbury's.

Mozah bint Nasser al-Missned, una de las tres esposas del anterior Emir Hamad, es dueña de la que ha sido calificada como la residencia más cara de Reino Unido: Cornwall Terrace, con vistas al Regents Park, en el centro de Londres, por la que se dice que los Al Thani pagaron US$150 millones en 2013. En un momento determinado, la familia real catarí tuvo más propiedades en Londres que la fallecida Reina Isabel II.

Además, Qatar anunció inversiones por un monto de 6.000 millones dólares en las áreas de transporte, propiedades y tecnología digital en este país, antes del Brexit. En consecuencia, se considera que "el Reino Unido en particular, siente que está entre la espada y la pared”. En los preparativos del Brexit se le otorgó prioridad a sus relaciones con los estados del Golfo, las que pueden ofrecer oportunidades empresariales para los británicos, los que pueden invertir en este país".

Ante esta situación, el Reino Unido se mostró" sospechosamente silencioso" a consecuencia de la ruptura entre Qatar y sus vecinos. "Occidente está en una posición muy difícil con Qatar”, señaló un experto de Chatham House a BBC Mundo. Londres se ha visto en la coyuntura de tener que optar entre Qatar, con sus multimillonarias inversiones en el país, y Arabia Saudita, con el que busca mantener buenas relaciones.

Tomando en consideración todo este despliegue de abundancia y riqueza que sirven para respaldar lo que desde un principio se rumoreó respecto a que Qatar no había ganado en “buena lead” el mundial que le otorgó la FIFA en 2010, sino que lo compró a punta de “maletinazos” tal como lo denuncia el magnífico documental de Netflix intitulado “los Entresijos de la FIFA”. Este trabajo es una radiografía de la maxima autoridad del futbol desde la época de la época del brasileño João Havelange, pasando por la era del suizo Joseph Blatter, hasta llegar al mandato del italosuizo Gianni Infantino. 

En el mismo, se presentan pruebas de la corruptela que ha campeado en la FIFA desde hace tiempo que culminó con la renuncia de Blatter, presidente del organismo, por cinco periodos consecutivos, desde el 8 de junio de 1998 hasta el 2 de junio de 2015. Hay que recordar que el 22 de mayo de 2015, dos días antes de una nueva elección por la presidencia, en que competía con el Príncipe Ali bin Hussein de Jordania, varios altos ejecutivos de la FIFA fueron detenidos por casos de corrupción. ​ Pero seis días después de su reelección, el 2 de junio de 2015, Joseph Blatter decidió renunciar al cargo y convocar a una elección para la presidencia de la FIFA en un congreso extraordinario el 26 de febrero de 2016. 

Otra gran figura, que igualmente apareció involucrada en hechos de corrupción, fue el destacado futbolista francés Michel François Platini Presidente de la UEFA (2007 – 2015), organismo rector del fútbol europeo. En consecuencia, fue expulsado del fútbol por ocho años por violaciones éticas en el escándalo conocido como «FIFA Gate». 

En mayo y diciembre de 2015, se realizaron una serie de detenciones relacionadas con la investigación adelante por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. 16 dirigentes latinoamericanos de la FIFA acusados de corrupción fueron apresados por la policía en el lujoso hotel Baur au Lac (Zurich), cuando participaban en el Comité Ejecutivo de la FIFA. Entre los detenidos destaca Rafael Esquivel, Presidente de la Federación Venezolana de Fútbol durante 28 años. 

Se especula, que en un almuerzo en el Palacio del Elíseo sirvió de punto de partida de toda esta situación que derivó en la elección de Qatar. A esta comilona asistieron personajes de enorme relevancia política: el entonces Presidente de la República Francesa Nicolas Sarkozy, Michel Platini, el actual Emir de Qatar, Tamin Hamad Al Thani, el Jeque Hamad Ben Jassem, entonces Primer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores, y Sebastien Bazin, representante del Fondo Colony Capital, dueño del PSG antes de que el Qatar Sports Investments comprara el equipo parisino en junio del 2011.

Hay que recordar que el 2 de diciembre del 2010 la FIFA escogió las sedes de los siguientes dos Mundiales: Rusia y Qatar. En cuanto al Emirato, era un país sin ninguna tradición futbolística, con sólo 1,7 millones de habitantes, con escenarios separados un máximo de 67 kilómetros, con altas temperaturas y con la necesidad de cambiar calendario de la competencia para los meses de noviembre y diciembre. 

Pese a todos estos hándicaps se impuso a Estados Unidos, Australia, Corea del Sur y Japón. La apuesta qatarí doblegó en la cuarta ronda de votaciones a la candidatura estadounidense, llevándose 14 de los 22 votos. Los estadounidenses se sintieron burlados y se comenzaron a multiplicar las sospechas en torno a la escogencia. 

Ante esta situación, la propia FIFA encargó una investigación interna, el Informe García, realizado por Michael J. García, ex fiscal general de EE.UU. La Comisión de Ética de la FIFA, tras revisar la investigación, decidió no cambiar la elección de Qatar y negó irregularidades. El propio García presentó su dimisión ante la actitud de indiferencia de la FIFA.

Para poner una guinda al pastel, en fecha reciente, la Unión Europea se encuentra bajo el escrutinio público después de que la eurodiputada griega Eva Kaili fuera arrestada y acusada de corrupción en una trama en la que estaría involucrado el Gobierno de Qatar y otras instituciones públicas de ese país con el objetivo, según las primeras pesquisas de las autoridades belgas, de ampliar la influencia de ese país en las administraciones europeas. Lo que empeora esta situación es que la mencionada eurodiputada era la vicepresidenta del Parlamento Europeo.

Pero el mundial de Qatar dejó muchas más cosas que comentar. Partiendo del hecho que para poder hacer factible su realización el gobierno debió invertir la fabulosa suma de más de 200 mil millones de dólares que sirvieron para edificar una infraestructura que incluyó siete estadios, dos de los cuales serán desarmados para ser donados a instituciones en el extranjero. Qatar tiene planificado utilizar toda esta estructura, a fin de convertirse en uno de los principales destinos turísticos del Medio Oriente.

Fue el primer mundial en el cual no se permitió el expendio de bebidas alcohólicas en el perímetro de los estadios. Los qataríes solo pueden comprarlo con un permiso especial y los extranjeros consumirlo en hoteles y restaurantes. Hay que tomar en cuentas que en Qatar rige la ley islámica (sharia), la cual limita la venta de bebidas con alcohol. Al respecto, uno de los patrocinantés del evento, la cervecería Budwaiser (San Luis - Misuri) cerveza estadounidense de origen checo y patentada en Alemania, tenía los derechos exclusivos para venderla en la Copa del Mundo, y específicamente la firma AB InBev que distribuye dicha cerveza, se enteró, cinco días antes de comenzar el evento, de dicha prohibición 

Se rumorea que la empresa regalaría toda la cerveza destinada al mundial al equipo campeón. Esto no ha sido confirmado. De manera que le correspondería a la selección de Argentina decidirá al respecto. Lo que sí es evidente que este veto podría afectar la escogencia futura de un país árabe como sede de una copa de la FIFA. 

También sorprendió las restricciones en las trasmisiones de televisión que solo enfocaban las graderías desde lejos para evitar algunos mensajes en contra de Irán, o a favor de la comunidad de LGBT, así como mujeres occidentales con vestimentas ligeras. En los diversos estadios predominaron más que todo los hinchas extranjeros que fueron a aupar a sus selecciones, mientras que el público local no estuvo tan activo en los encuentros. Esto se pudiera justificar a la temprana eliminación de la selección de Qatar de la competencia.  

A nivel deportivo, no hay duda que este mundial fue la carta de presentación de una nueva generación de atletas que marcarán una nueva era en un futuro próximo entre los que se destacaron: Kylian Mbappé (Francia), al igual que Dušan Vlahović (Serbia), Richarlison (Brasil), Achraf Hakimi (Marruecos), Olivier Giroud (Francia), Jude Bellingham (Inglaterra), Cody Gakpo (Países Bajos), Jamal Musiala (Alemania), Bruno Fernandes (Portugal), el enmascarado Joško Gvardiol (Croacia), Enzo Fernández (Argentina) y tantos otros que sería imposible nombrarlos a todos. Pero Qaṭar también marco el final de la carrera para otros astros del balompié como es el caso de Ronaldo (Portugal), Busquets (España), Robert Lewandowski (Polonia), Luka Modric (Croacia), Neymar (Brasil), Memo Ochoa (México), Luis Suarez (Uruguay), etc, etc.  

Como sucede en todos los mundiales hubo selecciones que sobresalieron por su magnífico desempeño. Más alla de los finalistas hay que mencionar a Marruecos, Croacia, Japón, y la joven selección de Estados Unidos. En la orilla de enfrenta decepcionaron de manera trepidante Alemania, Bélgica, Brasil y España. 

En este Mundial de nuevo se pudo ver y disfrutar de toda esa sangre nueva venida especialmente de África, jugando con importantes selecciones europeas y que sirvieron para realzar el espectáculo.  

Que nos deparará el mundial del 2026 a celebrarse en tres plazas distintas: México, Estados Unidos y Canadá. Lo más importante que la FIFA recupere su credibilidad llevando a cabo una limpieza total de todos aquellos dirigentes que permanecen en la entidad y que tuvieron puesto destacados en las administraciones de Blatter y de Infantino. 

Que el futbol latinoamericano resurja, ya que más alla del triunfo de Argentina el Mundial de Qatar fue un verdadero fracaso con selecciones que dejaron mucho que desear incluyendo a Brasil, Uruguay y México, sin mencionar que en esta oportunidad no se clasificaron Colombia, Chile y Perú.

Que la Vino Tinto puede asistir, por vez primera, a la maxima fiesta del futbol en el 2026 con un entrenador de tanto nivel como José Pekerman y el surgimiento de nuevas figuras de una cantera que cada día crece cualitativamente. Ojalá aquellos jugadores que destaquen nacidos en el exterior sigan el ejemplo de los Marruecos que prefirieron defender la camiseta del país de sus padres y no la de los países en la que nacieron.