Posiblemente no haya existido en la historia de la prensa mundial periódico más inútil, incómodo y aburrido que el órgano oficial del estado cubano, un mamotreto de cuatro páginas con informaciones oficiales del gobierno bautizado GRANMA en homenaje al trasto en que desembarcaran los guerrilleros de Fidel Castro y el Ché Guevara. Para leerlo se requiere una cama: no para gozar de su lectura en posición larga y tendida, sino para poder extenderlo. Es una suerte de sábana a tres colores, mezcla de gaceta oficial y diario mural con una sola verdad: la de los hermanos Castro. Y una sola consigna: ¡ordene, mi comandante! El propio dazibao.

Es un periódico metafísico: está más allá del tiempo y del espacio. Es el único diario en el universo que no pierde vigencia. Se puede leer un ejemplar del 24 de agosto de 1967 y se encontrarán las mismas informaciones que en una edición del 3 de octubre del 2005. El ministro tal visitó el combinado cual mientras la brigada de pioneros de Santa Clara o de Matanzas desveló el busto del general Maceo o la biblioteca Ángel Castro (padre del susodicho, de paso sea dicho).

Imposible aplicarle la filosofía del maestro Héctor Lavoe: Granma jamás será un periódico de ayer. Granma es un periódico inmutable, esencial, una prueba concluyente de la existencia de la eternidad. Así le venga como anillo al dedo la afirmación de Gramsci, el filósofo, para quien sólo la estupidez era eterna. Como el régimen que refleja: detenido en la estratósfera del tiempo, sumido en las tinieblas del más allá, perdido en la cuarta dimensión de una revolución como de Madame Toussot. Yace el régimen que sus páginas describen como Blancanieves en su urna de cristal, pero sin la posibilidad de un príncipe azul que la despierte. Mientras los enanitos verde oliva dirigidos por el gruñón Raúl Castro acicalan al anciano agonizante y le acomodan la bolsita en que carga sus heces. Digno de los hermanos Grimm.

Y es esta precisa circunstancia la que explica la súbita utilidad del mamotreto (según su etimología mamut tractatus) por decisión del gabinete económico de Raúl Castro. Ha decidido el heredero no importar nunca más papel sanitario, papel confort o papel suave para limpiar ojetes luego del acto fecal. No hay dinero para tamaño lujo, la economía cubana pasa una vez más por una grave crisis. El culo puede esperar. En la isla de la felicidad, en donde tampoco es que las visitas a ese lugar sagrado (recuerdo un poema garabateado en todos los baños públicos de un país sureño que reza, de la siguiente forma: en este lugar sagrado/donde viene tanta gente/ hace fuerza el más cobarde/ y se caga el más valiente) sean muy habituales dada la inexistencia de carne, de mantequilla, de harina, de grasas, de huevos, de leche y de todo tipo de alimento carnívoro o vegetal; en esa isla de la felicidad, repito, habrá que resolver el punto final de ese obligado descanso multicotidiano con un recurso menos noble, menos grato y mucho menos efectivo que con un pedazo de papel higiénico.

¿Cómo hacer? Y entramos en el tema sin pretensiones escatológicas. ¡Comprando el GRANMA, por supuesto! Gastando los poquísimos dólares de un sueldo mensual ˆ no alcanzan a los diez dólares ˆ de que disfrutan los privilegiados de la revolución en acercarse a alguno de esos raros tarantines del Estado en donde cuelgan exangües de unos cordelitos cuidados como collares de oro ˆ no vaya alguien a robárselos para usarlos en los viejos zapatos mil veces remendados ˆ y pedir con voz trémula de vergüenza: deme un GRANMA, por favor.

Quiere Raúl Castro matar así varios pájaros de un tiro: vender su mamotreto, ponerlo en todos los urinarios y letrinas del país ˆ el sitio de lectura por excelencia de la humanidad desde que Gutenberg inventó la imprenta ˆ obligar a sus conciudadanos a leerlo mientras desaguan y suficientemente doblado y recortado con prodigioso cuidado, hacer con sus artículos lo único que merecen: limpiarse el culo.

Compre,  guarde y acapare suficiente papel higiénico. Para Chávez, Cuba es el ejemplo a seguir. Compre VEA, por si la situación se agrava y la ocasión se presenta. Opositor prevenido vale por dos.

+ información: http://www.granma.cu/