La tesis predominante que intenta explicar el “mal funcionamiento de la  cárcel” hace énfasis en factores operativos e impulsa reformas que no  dejan espacio a cuestionamientos de fondo sobre su rol social (político). La  constante histórica de su aparente fracaso, y la retórica discursiva de la  búsqueda de soluciones, parecen consolidar su mantenimiento y refuerzo  de la mano de su “papel rehabilitador y carácter humanista”.

Las manos del Comandante han sido para él provechosa, útil, ventajosa, cuando se trata de impulsar su proyecto político cuyo sueńo o fantasía pocos conocen pero que en definitiva y por los vientos que soplan entendemos que quieren usurpar, apropiarse y quitarnos los Derechos consagrados en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. La mano del Comandante ha servido para firmar la Constitución vigente, y cuando la firmó dijo que era la mejor Constitución de los países de la tierra, pero esa misma mano también ha firmado Decretos y Leyes que violan la Constitución Nacional y el Estado de Derecho.

Para los países adelantados, la educación tiene un sentido estratégico, pues parten de esta premisa: progreso y enseñanza están íntimamente relacionados. Las naciones que avanzan a pasos más acelerados, son aquellas que dedican a la instrucción los porcentajes más altos del Producto Interno Bruto (esto es, el valor monetario de todos los bienes y servicios que se producen). Así, es fácil prever cuáles serán los países que habrán de salir airosos en los desafíos que asumen, y, en su defecto, cuáles seguirán hundidos en el atraso, la pobreza, el hambre.