La salud climática de Venezuela
Escrito por Santiago Quintero   
Martes, 06 de Octubre de 2009 08:53

altSon días de calor en Venezuela. Días en los cuales  en la gran extensión del país, reina un calor sofocante. El calor nos acompaña como sensación desde siempre, debido a que nos encontramos en la franja intertropical, la banda mas caliente del planeta.

Las ciudades que se encuentran en una cota  próxima al nivel del mar experimentan  la inclemente intemperie de unos rayos solares que llegan sin desviarse mucho en el camino. Los ocho minutos que transcurren entre su salida del astro rey y su llegada a nuestra piel parecen segundos.Tenemos la sensación de estar más cerca del horno que cualquier otra población del planeta. Sin embargo, hay una sutil diferencia con respecto a temporadas pasadas.

Este  Sol “pica” mas que antes  y se siente el “vaporón”  en el aire con mayor sofoco. Esa sensación la tenemos porque el componente vapor de agua ha aumentado sensiblemente su presencia en la atmósfera que nos rodea. La sensación térmica de mayor calor, el sentir una temperatura mayor sobre nuestros cuerpos que la reinante, igualmente se incrementa .Algo está pasando y lo percibimos.Estamos usando lentes oscuros mucho mas que antes para resguardar nuestra vista.Las lociones y cremas para proteger la piel ya no tienen a las playas como el único lugar para ser aplicadas. Algo pasa, compartimos la noticia sensorial de tener uno o dos grados de más.Pero nuestra respuesta como colectivo no llega.


El planeta tiene fiebre. Se está sobrecalentando. Está perdiendo el agua dulce de una manera alarmante.Las dos terceras partes de la población mundial, radicadas en China, la India y el sureste asiático, con culturas que nacieron bajo el amparo natural de abundantes rios provenientes de generosos manantiales, ven peligrar su supervivencia, debido a la escasez del preciado líquido al extinguirse progresivamente los glaciares. La ausencia de agua hará imposible los cultivos y consecuencialmente, la producción de alimentos, cada vez más caros y escasos. Estamos a las puertas de la mayor estampida humana de la Historia, en una escala nunca antes vista.


Al propio tiempo, el famoso Polo Norte se encuentra en pleno deshielo.Y su vecina Groenlandia está mudando su nevada piel  y arrojándola al mar en forma acelerada.Los osos polares se han convertido en “balseros del hielo” que buscan sobrevivir.Si Groenlandia pierde su hielo, el nivel de las aguas en todo el mundo aumentará seis metros. Y si la Antártida  pierde el suyo, entonces serán seis metros más. Eso significa que en todo el mundo, las aguas penetrarán kilómetros en las costas bajas, donde vive la tercera parte de la población mundial.Y es allí justamente que se presenta la conexión con nosotros.¿Sabe la población de la costa que es el grupo humano de mas alto riesgo climáticamente hablando? ¿Estamos conscientes que debemos crear una franja de seguridad despoblada entre la cabeza de playa  y  nuestras poblaciones costeras?  ¿Estamos creando el escenario situacional que nos permita visualizar estrategias que superen la corta mira de la aproximación táctica ante la contingencia? ¿Estamos abordando el problema alimentario en forma desconcentrada y diversificada?


Aún estamos dormidos.Estamos dormidos en una gran siesta nacional donde esperaremos que el agua nos llegue al cuello, que las precipitaciones sean mayores y las consecuencias de mayor gravedad.En esta hora, todas las universidades e institutos de investigación deben desarrollar líneas de investigación climática y conectarlas en redes de información, para determinar los sensores de impacto y  que podamos leer las señales antes de que el destino nos alcance. Debemos determinar “el cuerpo climático” del país, levantar su diagnóstico, establecer su dieta  y los ejercicios que debe hacer para evitar el colapso.Se trata de ponerle el estetoscopio a nuestros biomas y biodiversidad, a nuestra flora y fauna, a nuestra agricultura y ganadería, a nuestra escuela y nuestra industria. Necesitamos una cultura climática desde el hogar. Necesitamos pensar que hemos ignorado al Sol que nos dió el petróleo y el gas todo el tiempo.

Que bien podría establecerse una sociedad que sustituya la energía fósil por la energía  solar , que en veinte años podría pagar sus costos de operación para luego ser disfrutada prácticamente sin impacto económico negativo en los bolsillos de los venezolanos.Así sembraríamos climáticamente al petróleo y dejaríamos de seguir quemando la sangre de los dinosaurios para contaminar el espacio natural que tenemos bajo nuestro resguardo,disminuyendo las emisiones  de dióxido de carbono que aumentan el efecto invernadero en nuestro territorio .Es hora de pensar en la salud climática del país.Y quizás asumiendo nuestra responsabilidad, le demos un ejemplo al mundo de un auténtico desarrollo económico y social, ecológico y sustentable.La respuesta soberana es la respuesta a tiempo.Después no hay otra oportunidad.


Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com