Sin unidad Carabobo caerá en las redes rojas
Escrito por Rafael García Marvez   
Miércoles, 30 de Septiembre de 2009 04:50

altEl título de este artículo debió completarse con el adverbio “también” para dejar claro que no es exclusividad de Carabobo la imperiosa necesidad de la unidad de las fracciones democráticas para salir victorioso en las venideras elecciones parlamentarias.
De todas formas el hecho importante es que precisamente mañana jueves concluye el tercer trimestre del año y entramos a todo dar a deshojar los últimos meses del calendario que resta por delante. Es decir, que falta prácticamente nada.

Mientras tanto el país sigue día tras día cayéndose a pedazos y el presidente Chávez en su carrera loca nos conduce indubitablemente hacia los despeñaderos del comunismo. ¿Cómo en Cuba? Pues, sí, ni más ni menos, esa es la ruta, ¿quién lo duda?

Los que antes, con razón, con mente y juicio, pensábamos que esas ideas añosas, pretéritas, no estaban en los planes del Presidente, hoy no titubeamos de que ésa es la vía, asombrosamente, por supuesto.

El año 2009 está viviendo los estertores de la vida. El último aliento se le escapa, es el ronquido sibilante propio de la agonía.

El jefe de la revolución del siglo XXI dio la orden de partida y desde ya, sin pérdida de tiempo, alistó los escuadrones para la gran batalla del año que viene, de una vez, sin esperar mucho se puso en marcha.

Sin estimaciones desproporcionadamente lejanas en el tiempo, se alistó para adentrarse de lleno, como debe ser en un hecho político tan relevante y extraordinariamente trascendental, para unos como para los otros.

En pocas palabras ese es el círculo político que tenemos por delante. No hay ni habrá en esa docena de meses nada más importante que ello, porque de allí va a depender la paz de la República, el futuro de la sociedad, el porvenir y la vida misma del pueblo.

De manera que, ojo con esto, sempiternamente, siempre, estará vigente el proverbio popular de que el que madruga coge agua clara o el que pega primero pega dos veces.

No hay que darle muchas vueltas a las cosas, ni romperse la cabeza pensando qué es lo qué debemos hacer para ganar las próximas elecciones. Lo que debemos hacer y cuál debe ser la estrategia está muy claro, clarísimo, aunque ello de plano no garantice la victoria que es otra cosa.

Concretando, el hecho evidente es que los Salas, Proyecto Venezuela, igual que las demás porciones democráticas de esta región, sin la unidad, sin el respaldo del otro pedazo tienen la fuerza suficiente para obtener esa victoria que ya dijimos era fundamental para el país.

Sin embargo, no dudo en alegar que Salas representa el mayor pedazo y con mayor razón su participación será determinante en esta contienda electoral.

De modo que nadie crea que puede caminar solo sin la otra parte, sin la otra pata. Aunque, los menos, lógicamente no representen el número mayor sin ellos no hay vida.

He aquí lo substancial, esa cuota parte es muy valiosa a la hora de contar los votos, más de lo que numéricamente son evidentemente. En conclusión, el panorama es que ambas fuerzas democráticas se complementan y por tanto la una sin la otra pesan poco. De no obtenerse los escaños que nos corresponderían, no será por culpa de Chávez. Ni porque Chávez nos hizo trampa de nuevo, ni porque el CNE está vendido al Gobierno, ni nada por el estilo. Será culpa, única y exclusivamente de lo que hagamos o dejemos de hacer nosotros.

Ya está bueno de excusas, de justificaciones y de eludir responsabilidades cada vez que el chavismo nos aplasta a punta de votos y de conquistar prosélitos, con ventajismo evidentemente y con una buena dosis de estupidez de parte nuestra.

Para terminar y a manera de recordatorio voy a tomar prestado los números finales de las elecciones de gobernadores y alcaldes del año pasado y que el dirigente chavista, Gerardo Ramírez, los plasmó en una de sus columnas, exactamente las mismas cifras registradas por el CNE.

Veamos: “Henrique Salas Feo obtuvo una votación de 407.520, lo cual representa un 47,50%; Mario Silva alcanzó 381.950 votos, que es un 44,52%; Luis Felipe Acosta Carles obtuvo 56.290 votos, logrando un 6,56%; Gustavo Hernández obtuvo 3.890 votos, que representa el 0,45% y otros candidatos con votaciones minoritarias. Si hacemos un desglose de los votos obtenidos por cada partido, Henrique Salas Feo, obtuvo por su partido Proyecto Venezuela, sólo la cifra de 217.786 votos, lo que es equivalente al 25,39% del total de los votos obtenidos por toda la oposición, seguidamente el partido Acción Democrática con 45.102 votos, posteriormente el partido Un Nuevo Tiempo con 32.606 votos y finalmente los otros partidos con contribuciones que totaliza los votos de la oposición carabobeña.

Por otro lado, si sumamos matemáticamente los votos de las fuerzas proclives al chavismo, es decir, de los partidos que apoyan el proceso, el resultado es de 442.130 votos”. Ahora pregunto yo, pregúntese usted ¿es necesaria o no la unidad para triunfar en las elecciones parlamentarias? Caramba y ¿entonces?

Fuente: El Carabobeño


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