PDVSA en bancarrota
Escrito por Evanan Romero (ex Vice Ministro de Energía y Minas)   
Martes, 16 de Junio de 2009 19:34

El deterioro corporativo y financiero de la empresa estatal se ha profundizado desde el 2007 cuando paradójicamente se han obtenido los precios más altos históricamente de su producto de exportación y suministro doméstico.

Los signos visibles para el común de los venezolanos se produjeron a partir del mes de Septiembre del 2008 cuando ya era evidente la caída estrepitosa de los precios del petróleo como resultado de la crisis financiera global que se inició a fines del 2007.

 

La Industria Petrolera Nacional nunca se recobró totalmente después del paro petrolero que finalizó en Marzo del 2003. La caída permanente y cada vez más acelerada de la producción, la cual era de 3.4 millones de barriles por día a fines de noviembre del 2002 y su capacidad de producir cercana a 3.8 Millones de bpd, ya para fines del 2008 estaba en 2.1 millones de bpd siendo esta cifra igual a la capacidad. El número de accidentes industriales con incapacidad y fatalidades había logrado cifras record, cuando en el caso de las refinerías eran de más de 42 comparado a 3 fatalidades en los 50 años previos desde la construcción de dichas refinerías. Desde finales del 2007 cuando el Gobierno da inicio a las nacionalizaciones en el sector y la absorción del personal de los contratistas, el financiamiento de los procesos electorales sumado a la labor proselitista y de activismo en el manejo de estos procesos por parte de PDVSA, se comenzó a experimentar un incremento inusitado en los costos de operación de la empresa estatal.


Estos costos que estaban en el orden de 14 a 15 mil millones de US$ por año los cuatro años anteriores, en el 2008 se dispararon a a 22.385 millones de US$, a los cuales hay que sumar gastos de administración y generales de casi 5 mil millones adicionales (*). Si estos costos los dividimos por el volumen total de hidrocarburos [petróleo y gas natural] producidos y vendidos en el exterior y el mercado nacional, exceptuando el crudo y sus productos comprados para el sistema refinador nacional y especialmente del exterior para suplir el sistema de CITGO, Europa y el Caribe [$ 39,500 millones en 2008] estimado este volumen en 1,100 millones/año de barriles incluyendo el equivalente energético del gas natural, nos da un costo en 2008 de 24.88$ por barril.


Si consideramos que a fines de Diciembre del 2008 y hasta el fin del mes de Febrero de este año, PDVSA estaba cobrando sus exportaciones de petróleo a un precio que oscilaba entre 25 y 30 US$ por barril, entonces podemos entender la situación crítica de flujo de caja que estaba viviendo la empresa. Esto era particularmente agudo por el hecho que la empresa desde el mes de septiembre del 2008, cuando comenzó a recibir el pago de sus exportaciones en los nuevos y disminuidos precios, decidió suspender los pagos a sus proveedores y contratistas sobre todo por la avalancha de gastos represados y mayormente desconocidos por las autoridades corporativas en la sede principal quienes a su vez se veían imposibilitados de acceder a los fondos necesarios.

Esta situación se prolongó hasta la conclusión del referéndum electoral del 15 de Febrero de este año por instrucciones políticas de conservar los escasos fondos para continuar el financiamiento de las misiones y los gastos que habían sido asignados a PDVSA para asegurar dicho evento electoral. Es en los últimos meses que se ha conocido el monto de las deudas que mantiene PDVSA con sus empresas socias que le han entregado su petróleo y gas sin recibir el pago, las que entregaron su porción accionaria en 2007 a cambio de pago en crudo que no se ha dado, los suplidores y contratistas por un monto de más de 14 mil millones de US$. Es en esos meses cuando el país y la comunidad internacional presencia el hecho inusitado y nunca visto en una empresa del rango de PDVSA, de la negación por parte de ella de sus acreencias, acciones de presión de negar el pago de lo adeudado sujeto a una rebaja de la deuda en un 40%, la toma y confiscación de los activos de las empresas a las cuales se les debe el dinero.

Puede decirse entonces que PDVSA está en bancarrota? Legal y políticamente en Venezuela no es posible una declaratoria como tal, en razón de las implicaciones
institucionales y políticas que le ocasionaría a la República, particularmente en su standing crediticio y su impacto en su deuda externa y flujos comerciales. Sin embargo, si PDVSA fuese una empresa comercial normal y residenciada en un país desarrollado con apego a un estado de derecho, PDVSA debería someterse al auxilio y protección de sus acreedores para que pueda reorganizarse, reestructurarse y recuperar su viabilidad corporativa y financiera. Es esto lo que precisamente otorga el llamado Capitulo 11 (**?  de la legislación comercial de los Estados Unidos de Norteamérica. Sería muy aconsejable que una medida de reorganización y cambio de rumbo se tome en PDVSA si queremos salvar esta empresa y sacarla del caos en que está inmersa desde que se le convirtió en brazo financiero y político del régimen.

NOTAS:


(*): Tomado de los Estados Financieros de PDVSA publicados en Junio del 2009

(**) When a business is unable to service its debt or pay its creditors, the business or its creditors can file with a federal bankruptcy court for protection under either Chapter 7 or Chapter 11. In Chapter 7 the business ceases operations. Chapter 11 is reorganization, as opposed to liquidation

Evanan Romero (ex Vice Ministro de Energía y Minas)

 

Artículo® exclusivo  para www.opinionynoticias.com 2009

 


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