Han sido muy astutos. Régimen y colaboradores hacen creer a incautos que hacen falta candidatos

cuando ni siquiera existe democracia ni constitucionalidad, por eso denunciamos no es fortuito que, luego de cada evento electorero, el país acelera su destrucción. Le invito revise las promesas de Maduro en las presidenciales 2018 o las de la AN en 2020 ¡Ninguna se ha cumplido, al contrario, el país se ha deteriorado mucho más!

Las tragedias de la nación han tenido como puerta de entrada elecciones en condiciones mínimas que, luego de la aplastante derrota del chavismo en las parlamentarias de 2015, se transformaron en absurdas. Sin empacho alguno, el régimen es quien designa partidos, candidatos, electores, resultados, si tiene que entregar anula competencias, facultades, recursos, impone poderes paralelos y obliga sea reconocido Maduro.

Para el 2024 nos tiene preparada unas “presidenciales” al estilo 2018, pero con mayor número de candidatos pactados. Es muy probable se perpetren al unísono con las regionales y/o municipales para tratar de ocultar las maniobras que debe realizar para aparentar triunfo. Para las parlamentarias 2025 ya tiene lista la maniobra, circunscripciones a su placer con un numero de diputados que sobrepasa en cien lo permitido por la Constitución… ¿Vamos a seguir con esta catástrofe?

La Constitución es letra muerta, se viola consuetudinariamente. Nuestra soberanía es inexistente al igual que nuestra independencia, Cuba, China, Rusia e Irán forma parte de una lista de naciones que no solo nos saquean, poseen injerencia directa en nuestros asuntos internos, hasta forman parte del consejo de ministros, instancia donde se ventilan los temas más altos de seguridad y defensa de nuestro país… ¡Una barbaridad!

Tan comprada está la oposición que no solo se presta (con poquísimas excepciones) a estos teatros electoreros, sino que también se han dado a la tarea de atacarse entre ellos mismo (no al régimen) y solicitar (es parte del convenio) cesen las sanciones internacionales, aún cuando las causas que las generan se agravan perjudicando a los venezolanos.

Insistiremos todas las veces que sean necesarias, los problemas del país son diversos, entre los que destacan fulgentemente la retención ilegal e ilegítima del poder por parte del chavismo, lo que genera las sanciones. En segundo lugar, la peor corrupción registrada por la humanidad, no obstante, el país entró en picada mucho antes de las sanciones, desde época de Chávez. Y, en tercer lugar, la imposición del castrismo, del modelo cubano, un pequeño paraíso para gobernantes, una gran prisión opresora para los ciudadanos.

El país ha retrocedido tanto que hoy depende de la petrolera estadounidense Chevron, imagínense lo que ello significa para el discurso del chavismo, basado en la retórica “Estados Unidos es el enemigo a vencer” ¡No hay coherencia por ningún lado! principalmente, con los venezolanos que quieren un cambio a través del “votar bajo cualquier condición” cuando la “votoadicción” es la que ha destruido al país.

La política venezolana ha sido arrastrada al absurdísmo, tanto que de la mano de Chevron, Estado Unidos es el principal socio del chavismo. Por otra parte, quienes presuntamente quieren cambiar el régimen recurren al único punto fuerte de éste: Elecciones con instituciones 100% psuvizadas. En este océano de intereses políticos, los intereses de los venezolanos no aparecen. Si no despertamos, si no superamos esta clase política destructora del país, continuaremos en el sótano del Siglo XXI.