Las lecciones de la OEA |
Escrito por Antonio Sánchez García | @sangarccs |
Martes, 29 de Septiembre de 2009 06:06 |
No debemos descansar hasta ver a todos nuestros presos políticos disfrutar del justo derecho a la libertad. A ser enjuiciados respetando los códigos y las leyes. “El odio nada engendra, sólo el amor es fecundo” Arturo Alessandri Palma Como todos ustedes comprenderán, no me refiero a las lecciones de que es capaz José Miguel Insulza, ministro de colonias del tandem Chávez-Lula y bajo cuya batuta se ha orquestado la más insólita vergonzante y oprobiosa cayapa contra un pueblo digno y honorable, como el hondureño. No nos referimos a esa OEA rebajada a comparsa circense de presidentes antidemocráticos, corruptos y sinvergüenzas, cómplices y venales. Ni muchísimo menos a esa OEA que a la cabeza de los signos más antidemocráticos de los últimos tiempos tiene el poder de achicopalar a los meros Estados Unidos, avergonzados de su grandeza y reducidos al papel de alcahuetes de los más indignos atropellos a la dignidad del gentilicio latinoamericano. Nos referimos a las dos maravillosas lecciones de dignidad, fortaleza y coraje dadas por Antonio Ledezma y por los cincuenta muchachos que decidieron arriesgar sus vidas por su causa: una causa noble, ajena a intereses espurios y criminales, digna de figurar en los anales de nuestra prehistoria del futuro. Ledezma para poder cancelarles sus salarios a sus trabajadores; los cincuenta muchachos exigiendo la inmediata libertad de su compañero Julio César Rivas. Dos lecciones que con sus victorias han conmocionado a la Venezuela gobernada por la decadencia y ansiosa, sedienta de libertad, de honorabilidad, de decencia. De ambas lecciones se deriva una sola y magnífica enseñanza: cuando se lucha por la libertad y la justicia con la disposición de llegar a las últimas consecuencias, cuando se pone el corazón en el intento, cuando se defienden los intereses de la humanidad transida de anhelos libertarios con el sacrificio de nuestra propia sangre, no hay Poder que valga, no hay prepotencia que se imponga, no hay abuso que de otros frutos que el desprecio y la derrota. Es una inolvidable enseñanza. En primer lugar, para nuestra sociedad civil. El Poder está en los latidos de nuestros corazones, no en maquiavélicos cálculos de probabilidades, ambiciones espurias y esperanzas vanas. En segundo lugar para los partidos: si no atienden a los deseos puros y nobles de nuestros jóvenes, si no se abren ante el futuro, si no se unen y descerrajan las compuertas de sus trasnochadas ideologías, serán barridos de la faz del planeta. Para el régimen, en tercer lugar: es la hora del diálogo, del entendimiento, de la mano tendida. Un sabio presidente de la república de Chile acuñó una frase con la que logró el milagro de reunificar a la familia chilena, entonces cruelmente desunida. Nunca más actual y pertinente que ahora: “el odio nada engendra, sólo el amor es fecundo”. Podrá el presidente de la república mantenerse en el Poder gracias al odio, la división, la siembre del rencor y la cosecha de tempestades. No le servirá de nada: tendrá sobre su cabeza un gigantesco aluvión de voluntades, hecha de estudiantes, de madres, de padres, de jóvenes de toda edad y condición. Y tendrá al conjunto de nuestras instituciones civiles, tras diez años más sólidas y curtidas que nunca, convertidos en muros infranqueables a la canalla y la guerra. Son dos lecciones inolvidables que abren el camino hacia nuestras luchas futuras. No debemos descansar hasta ver a todos nuestros presos políticos disfrutar del justo derecho a la libertad. A ser enjuiciados respetando los códigos y las leyes. Quedan en los insalubres y odiosos rincones de nuestras cárceles cuarenta venezolanos de excepción. Deben ser puestos en libertad cuanto antes: los 11 trabajadores de la Alcaldía Metropolitana, Richard Blanco, Eligio Cedeño, los comisarios injustamente condenados a treinta años de prisión. No debemos descansar hasta ver el regreso de todos nuestros desterrados. La libertad es nuestra condición esencial para un diálogo necesario, que no rehuimos. Venezuela nos pertenece a todos. La guerra, una absurda pretensión de quienes podrían pagar demasiado caro su ceguera, su sordera y su inquina. Pues el odio nada engendra. Sólo el amor es fecundo. |
Ramón Abreu: "la empresa privada tiene un rol fundamental en el apoyo a la educación”En un acto celebrado en la sede de la Universidad Nacional Experimental Politécnica "Antonio José de Sucre" (Unexpo) en Barquisimeto, |
Movilnet es la primera operadora venezolana en ofrecer WhatsApp ilimitado gratuito en 4G MaxEl ecosistema de telecomunicaciones venezolano entra en una nueva etapa con Movilnet a la vanguardia de servicios de datos centrados en 7 planes que, |
El DVC e Isola Foods forman agricultores merideños de tomateISOLA FOODS y su marca OSOLE en alianza con el Dividendo Voluntario para la Comunidad (DVC), presentaron ante los medios de comunicación la iniciativa de RSE "Siembra Esperanza". |
Wingo ha transportado más de 50 mil pasajeros entre Colombia y VenezuelaCon más de 50 mil pasajeros transportados entre Colombia y Venezuela, Wingo se ubica como la aerolínea con la operación más robusta |
Chile aprueba ley de "Acceso a Internet como Un Servicio Público de Telecomunicaciones"El Congreso chileno despachó a ley el proyecto de Acceso a Internet como Servicio Público de Telecomunicaciones, iniciativa apoyada por el Gobierno, |
Guayana Esequiba: medios y mecanismos (con la ley) para restituir lo nuestroEn ningún momento, ni bajo las circunstancias que se habrían dado, nuestro país merecía la demanda unilateral accionada contra Venezuela por la República Cooperativa de Guyana. |
El jurista y el humanistaLa comunidad jurídica reconoce a Román José Duque Corredor como el epítome del jurista culto, probo e integral, |
Servicio de taxi Conviasa: ¿Por qué “venta atada”?El ministro de Transporte, Ramón Celestino Velásquez Araguayán, habría informado el miércoles 10 de abril de 2024, que el Consorcio Venezolano |
¿Pasó el tiempo de María Corina Machado?La importancia de María Corina Machado es supra electoral, lo hemos ratificado incesantemente. |
GuillotinaSegún se esperaba, el tiempo político en Venezuela opera hoy como una guillotina. |
Siganos en