Para nadie es un secreto que la inflación se está comiendo a Venezuela, a sus ciudadanos y, por supuesto a sus empresas. El espiral no se detiene y las intenciones de frenarlo no parecen ser muy eficientes o,

a la fecha, no han sido lo suficientemente inteligentes. 

En los últimos 12 meses, la inflación del país superó el 60% y la devaluación de la moneda, en el rango más bajo de los tres tipos de cambio adicionales al 6,30 por dólar (que prácticamente se quedó para algunas compras del Estado), escaló 70% hasta 10,8 bolívares por dólar (Sicad1), valor que comenzó a incidir en la mayoría de productos, precios y planes de todos los sectores económicos del país, especialmente de los que no pueden escalar sus negocios hasta el dólar del Sicad 2 de bolívares 50. 

En ese entorno, las empresas no sólo tuvieron que hacer grandes reajustes, entre ellos aprobar un aumento promedio de tarifas de 25%, por debajo de inflación y devaluación, sino que, además, tuvieron que reestructurar sus planes de inversiones de cara a mejorar sus maltrechas redes en Venezuela y, aunque por lo menos las dos privadas, Digitel y Movistar, incrementaron esos presupuestos en casi un 100% en bolívares, en dólares, los números siguen descuadrados. 

En el caso de Digitel, la empresa aseguró inversiones de 800 millones de dólares en los últimos tres años, con un crecimiento de casi 40% más en sus planes iniciales ($200 millones), aunque es sólo el comienzo de un proyecto agresivo de expansión, que puede durar más tiempo. Y, aunque en bolívares, ese monto representa una gran cantidad, estimada en unos Bs. 

5.040 millones, al hacer las conversiones y tomar en cuenta la devaluación del país y el ajuste que todos sus proveedores tuvieron que hacer de la infraestructura requerida, el incremento es apenas mínimo y las posibilidades de expandir con mayor agresividad su estrategia se quedan cortas. 

El mismo caso ocupa a Movistar, que incrementó sus objetivos de inversión para 2014 en unos siete mil millones de bolívares, desde unos cinco mil millones que tenía previsto invertir en 2013, pero que, tomando en cuenta el impacto de la devaluación e inflación del país, terminó incrementando esa cifra en un 45% hasta los 10 mil millones de bolívares. 

Sin embargo, todas esas previsiones se quedaron cortas, pues al problema del retraso en la adquisición de divisas para poder importar la infraestructura, se sumaron las deudas acumuladas por falta de pago con proveedores de años anteriores y, aunque los bolívares se incrementen hasta el infinito, en dólares esos montos se siguen reduciendo. Para ejemplo, el costo promedio de una radio base, estimados en unos 25 mil dólares. 

En algunos casos, las operadoras terminaron comprando esos equipos a dólares del mercado negro o Sicad 2 (hoy día), por lo que una inversión vía divisas oficiales en Bs. 6,30 en una radiobase, que debería tener un precio en bolívares de unos 157 mil 500, estimados en sus inversiones iniciales, terminó siendo comprada en un millón 750 mil bolívares, con un incremento del monto inicial de más de 1000%. 

Y es como no había acceso a divisas para el sector pero las redes no esperaban, las operadoras tuvieron que terminar comprando a precio excesivo un equipo, muchas veces importado con dólares oficiales por un proveedor cercano al Gobierno, pero vendido en bolívares a precio del mercado negro. 

Por eso, las inversiones se incrementaron y aunque en el país se piense que están aumentando los desembolsos, en la cruda realidad, las operadoras sólo están haciendo los ajustes para no invertir menos de lo que habían proyectado, pues sus servicios no pueden seguir desmejorando. 

@williampm

Tal Cual