Nadie, ni los chavistas, disputa que Ledezma fue legítimamente elegido para ser el Alcalde Mayor de Caracas. Hasta aquí llega el acuerdo. A partir de ese momento, Chávez le impuso a los suyos la visión de que un personaje como él en ese cargo, "era una amenaza para la revolución y su liderazgo nacional"

Desde hace varias semanas incubo una triste convicción que hoy quiero hacer pública: esto terminará mal. Lo sabe mi esposa, a quien se lo repito todas las mañanas y algunos amigos periodistas.

El régimen nuevamente amenaza con el cierre de 29 emisoras, sanciones a Globovisión y enjuiciamiento a los gobernadores no afectos al régimen, independientemente de los atropellos, y encarcelamiento de líderes de oposición.

Ningún régimen político es perpetuo. Aún los que se consideraban férreamente blindados, con un andamiaje jurídico a su favor, han caído por el peso de sus errores.

Todas terminan y las dictaduras engrosan inexorablemente la historia de la infamia, como diría Jorge Luis Borges.