Una de las últimas novedades que ha preocupado a muchos es la implementación de lo que han nombrado "guerrillas comunicacionales". A mí me parece que estamos frente a una estrategia de publicidad política, que se asemeja a la estrategia de subida de audiencia de los reality show; esto es mientras más escandaloso sea usted, mejor, porque de esa manera se aumenta la presencia en el público, se aumenta la visibilidad pública. Es decir, si usted no tiene algo lo suficientemente escandaloso dígalo y hágalo. Las guerrillas comunicacionales no son otra cosa que una estrategia de alteración de la sociedad civil venezolana.

A lo más es una oferta al principio "divertida" o de "embulle" para un sector joven de la población que día a día se somete a una escolaridad aburrida, decadente, con malos pupitres, peores salones, e imposibilidad de continuar estudiando después de séptimo, lo cual es lo mismo que no tener futuro.

A lo más es una distracción temporal y absurda, que a mi juicio, no va a pasar ni de un grupito ni de un mes. Eso sería lo más decente al menos, porque se supone que es el Gobierno el que debe estar al servicio del pueblo (ofrecer calidad de vida con buenos servicios educativos) y no al revés, (el pueblo al servicio del Gobierno). Dónde se ha visto que unos muchachos deban servir al Gobierno y su extraña forma de publicitarse y venderse. ¿Agentes publicitarios baratos? Aquí hay sólo escándalo y publicidad, esto es un reality show a la bolivariana venezolana.

(*): Socióloga

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