De la indiscutible crisis eléctrica
Escrito por Luis Barragán | X: @luisbarraganj   
Lunes, 12 de Abril de 2010 07:17

altDe algo podemos estar seguros los venezolanos: el gobierno nacional impedirá a toda costa, un debate sobre la crisis eléctrica. Por muchos apagones que digan disimular el programa público (y secreto) de racionamiento, agotada la protesta pacífica en todas las calles republicanas que sobreviven al chavezato, éste no la permitirá para evitar que las vergüenzas salgan al aire.

Fenómenos como El Niño, ya no escudan la negligencia e incompetencia oficial, por lo que intentarán teatralizar una inmensa conspiración, un demoníaco sabotaje, para dar una explicación consecuente con la prédica de un régimen surgido – precisamente – de una radical perspectiva conspiratorial de las personas, del mundo y de las cosas.

La institucionalidad campamental no ofrece espacio público alguno para la discusión responsable, organizada y convincente. Ministro, viceministro o jefe civil alguno, acudirá a una comisión parlamentaria para que también la oposición que – apenas – sobrevive, diga algo en el recinto de un poder subordinado.

El problema será el del sabotaje de siempre, acuñado con éxito aquél petrolero que – confusamente – provocó Chávez Frías. Ni siquiera aceptarán indagar la utilidad o pertinencia del largo feriado que literalmente padecimos los venezolanos, so pretexto de la asfixiante modalidad de racionamiento,  quizá a las puertas de otros – feriado y racionamiento - tan extenso y paralizante, con motivo de la venidera fecha bicentenaria.

Bastará con citar el tratamiento que se hizo del fracasado para de transporte público en la ciudad capital, consumados todos los mecanismos policiales y de inteligencia para ello, pues no cabe otra lógica conclusión. Dijeron que era con el ánimo de elevar
exponencialmente las tarifas, dándole una puñalada al pueblo, para ocultar que la protesta tiene por fundamento la pérdida real y palpable de vidas: empero, el mismísimo gobierno aceptó el aumento.

Por lo demás, las soluciones a la crisis eléctrica, como a cualesquiera de las crisis que se presenten, exhiben un asombroso alegato ideológico y sentimental. Valga consignar la introducción a la celebérrima decisión ferial: “Con el supremo compromiso y voluntad de lograr la mayor eficacia política y calidad revolucionaria en la construcción del Socialismo, la refundación de la nación venezolana, basado en principios humanistas, sustentado en condiciones morales y éticas que persiguen el progreso de la patria y del colectivo, por mandato del pueblo y en ejercicio de las atribuciones que me confiere el artículo 226, numeral 2 del artículo 236 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el literal d)
del artículo 212 de la Ley Orgánica del Trabajo” (Gaceta Oficial N° 39.393 del 24 de marzo de 2010, Decreto N° 7.338 de la Presidencia de la República).

De modo que la construcción del socialismo campamental, réplica den las experiencias conocidas en otros países, cuenta con un dogma imposible de impugnar. Y, por más realidad que haya, la simulará para acallar las voces de protesta.

@luisbarraganj


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