El eslabón perdido de la oposición
Escrito por Jesús Seguías   
Sábado, 10 de Abril de 2010 11:56

altUn encuentro ocasional con Alberto y Carlos, dos albañiles residentes de San Félix, Estado Bolívar (un núcleo urbano altamente identificado con el chavismo), me sirvió bastante para definir las razones por las cuales la oposición venezolana, tras diez largos años de gobierno chavista, no ha logrado trascender aun, y de manera significativa, en los segmentos sociales “D” y “E”.
Con Alberto y Carlos pude encontrar algunas de las respuestas sobre esos eslabones perdidos de la oposición venezolana. Otro albañil, Rogelio, inició la conversación señalando que la culpa de la actual crisis eléctrica era de Hugo Chávez. Carlos escuchó la sentencia y murmuró por allá: “Bien bonito, ahora le van a echar la culpa al pobre Chávez. La culpa es de “El Niño”, vale. Chávez nada tiene que ver con eso. Esas son vainas de los escuálidos”.
Yo intenté demostrarles, de la manera más didáctica, que el responsable de la crisis eléctrica global era la desidia y la irresponsabilidad gubernamental. Alberto insistía, al igual que la mayoría de los chavistas de San Félix, que el problema radicaba en “El Niño” y no en la mala gestión gubernamental. Carlos sólo escuchaba mientras frisaba la pared. Los dos recibieron de mi parte una andanada de argumentos muy razonados y documentados acerca de cómo yo veía el problema. Ninguno ripostó. “No tienen nada qué responder, me la estoy comiendo”, me dije regocijado.
Pero la respuesta de Alberto fue la típica de un venezolano: cambió la conversación. Carlos fue más convincente: guardó silencio sepulcral.  Simplemente no querían seguirme escuchando.
Ese es el punto. La conexión de ellos con Hugo Chávez es más emocional que racional. Nadie los convencerá a punta de argumentos sesudos y académicos. A ellos sólo les llegarán quienes les inspiren confianza, les den buena nota, se identifiquen con sus valores, o les prometan resolverles sus problemas personales. A ellos les llegarán sus compadres, sus familiares, sus panas de cerveza y bolas criollas, su gente cercana, pero especialmente sus líderes naturales. Cada quien escucha a quien quiere escuchar, a quien le inspira confianza. Vale para todo el mundo.
A ese pueblo no se le convencerá solamente con estrategias mediáticas, ni con afiches y volantes, ni con declaraciones de los altos líderes. La gran conexión será cara a cara, personal y directa, a través de los líderes naturales que existen en los sectores más empobrecidos. Pero esos líderes naturales (los que aun quedan) hoy están ayunos de orientación, de empoderamiento, de apoyo político y material para que puedan fortalecerse en sus comunidades y convertirse en líderes influyentes.
El punto es que la mayoría de los dirigentes opositores perdieron hace tiempo la conexión con esos líderes “de base”. Generalmente se limitan a trazar “líneas maestras” contra el gobierno sentados en cómodas butacas de cafetines, o a través de los medios de comunicación social. La pereza y el desenfoque los consumen y los hacen incompetentes.
La gran fortaleza que tuvo AD hace muchos años fue su poder de “base”, fueron sus líderes naturales que estaban sembrados en el alma de cada venezolano de a pie.
Definitivamente, la organización popular, el “poder de base”, es el eslabón perdido de la oposición venezolana.

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Twitter: @seguias1


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com