Hace años dijimos que la mayor riqueza del Zulia no es el petróleo, ni el carbón, ni el Lago, ni la fertilidad de sus tierras, su mayor riqueza son los zulianos. Es oportuno recordar que Oswaldo Álvarez Paz, encarna plenamente ese concepto, pues desde muy temprana edad ha dedicado su inteligencia, energía y voluntad al servicio del país. Como estudiante fue representante estudiantil ante el claustro universitario, ante la asamblea de la Facultad de Derecho de la Universidad del Zulia y el Consejo Universitario; presidente del Centro de Estudiantes de Derecho y presidente de la Federación de Centros Universitarios. Fue secretario general de la Juventud Revolucionaria Copeyana y miembro del Comité Nacional de ese partido a la edad de 23 años. Ocupó la vicepresidencia de la Juventud Demócrata Cristiana de América. A la edad de veinticinco años fue elegido diputado por el estado Zulia al Congreso Nacional y reelegido para los períodos 74-79, 79-84, 84-89 y 89-94. Presidió la Comisión Especial que elaboró la ley sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (1984). Presidente de la Cámara de Diputados por cuatro años consecutivos. Fue el primer gobernador electo del Zulia en 1989 y reelecto en 1992, cargo desde el cual continuó su lucha por la descentralización administrativa, municipalización de la vida pública y la profundización del esquema federal de la Constitución nacional. Ha sido autor de numerosas publicaciones, columnista en veintidós diarios regionales y nacionales. Ha recibido numerosas condecoraciones, tanto en el país como en el exterior, otorgadas por España, Portugal, Italia, Japón, entre otros.
Como puede observarse no es ni un advenedizo ni un improvisado. Toda su vida la ha dedicado a Venezuela, con pulcritud, honestidad y eficiencia. El Zulia al saber su insólita detención, organizó un acto de desagravio a Oswaldo y de protesta al Ejecutivo nacional, a casa llena, en el cual dirigentes de múltiples sectores sociales, universitarios, políticos, económicos, profesionales, maestros, trabajadores y otras actividades, manifestaron su respaldo y apoyo a Oswaldo y su repudio al Gobierno nacional por tan insólita e injusta detención. Los zulianos, indistintamente de cuáles sean sus convicciones o simpatías políticas reconocen en Oswaldo un hombre con vocación de patria, quien pudiéndose haber dedicado a su actividad profesional en el ejercicio del Derecho, en la cual estoy seguro hubiera logrado muchos triunfos profesionales y una vida más tranquila, prefirió -siguiendo los dictados de su vocación patriótica- escoger el camino de la política, en un país en el cual dictadores y autócratas se han dedicado, con demasiada frecuencia, a convertir la libertad en libertinaje y la honestidad en un chiquero. Estoy seguro que los auténticos y verdaderos ciudadanos con vocación de patria les exigirán a las autoridades nacionales respeto para Oswaldo Álvarez Paz y su inmediata libertad.

(*): Ex alcalde de Maracaibo

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