De la política cultural
Escrito por Luis Barragán | X: @luisbarraganj   
Lunes, 29 de Julio de 2019 00:00

altJamás antes imaginamos la responsabilidad que nos tocó al combatir el Proyecto de Ley Orgánica de Cultura del oficialismo, desde 2011

y, menos, a la hora de su sanción en 2013, confrontar solitariamente  en la cámara a los parlamentarios chavistas y a sus partidarios que alevosamente coparon las galerías del hemiciclo. Desde entonces, aunque otras materias ocupan nuestra atención, no hemos abandonado la inquietud y también vocación por el área cultural.

Lo recordábamos por estos días, al pasar cerca de las ruinas del Toki-Edder, un cadáver de la arquitectura neovasca que anuncia la construcción de una futura ciudadela comercial al este de la ciudad capital.  Principiando la década, logramos detener la aviesa demolición interna del inmueble, pero no así el paisaje funerario que ahora lo contextualiza, pues, a esta dictadura socialista ni siquiera le interesó el asunto, teniendo por preservación patrimonial la construcción de sendos quistes en el Palacio Municipal de Caracas, la remodelación barredora de viejos referentes arquitectónicos, el burdo empleo de la fuerza y los antivalores que la caracterizan.
 
alt

Novel diputado, convocamos una rueda de prensa a las puertas del Toki-Edder, e hicimos que Caracas en Retrospectiva y Memoria Urbana, con la compañía de Sampablera, los vecinos y otras entidades, elevaran su protesta y denuncia.  Fue una grata experiencia de conjunción del mundo real y del virtual, pues, aquella vez, bastó la convocatoria por Facebook para que concurriera la ciudadanía al lugar. Por supuesto, con la mayoría oficialista, en la Comisión de Cultura de la Asamblea Nacional, no pasó nada, pero hubo movilización, preocupación, disposición.
 
Por estos tiempos, en medio de la catástrofe humanitaria y la represión, no encontramos quienes digan de una política cultural del Estado. Además, es el propio Estado el que se ha desmoronado, dependiendo de las mafias orgullosa y vanidosamente iletradas, contentas con el retroceso a la barbarie que deliberadamente consiguió.
 
Hoy, inexistente, versar sobre una política cultural significa apostar por una alternativa distinta y quizá radicalmente inédita: el ejercicio pleno de las libertades, la reconquista y redimensionamiento del Estado y el impulso de la industria naranja. El enunciado avisa de  toda una complejidad de políticas públicas o, en propiedad, gobernanza sobre la cual debemos trabajar, rompiendo con el pasado rentista, populista, militarista, patrimonialista, etc., etc.
 
Fotografía: LB, Toki-Edder a lo lejos  23/07/2019).

blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com