El Helicoide
Escrito por Alexis Aponte | X: @alexisaponte14   
Martes, 30 de Abril de 2019 06:33

altHace varias semanas, el periodista Nelson Bocaranda hizo pública en las redes sociales, una propuesta en el sentido, de cambiar el uso que actualmente tiene los espacios de El Helicoide,

por supuesto, dando por descontado un cambio de gobierno. Como es de conocimiento público, en dichas instalaciones funciona el SEBIN, anteriormente DISIP, órgano de inteligencia del estado venezolano. 

A tal efecto, Nelson planteó convertir dichas instalaciones en un museo, algo que recuerde esta experiencia del socialismo del siglo XXI. Un museo que se convierta en la memoria social y política de la sociedad venezolana y que perdure en el tiempo para las nuevas generaciones. Esa propuesta es válida y pertinente, porque si algo debemos tener en el futuro es memoria y educar a nuestros descendientes de todos los sacrificios y entrega de muchas personas en esta etapa de nuestra historia. 

Ahora bien, sin menoscabar dicha proposición, procedemos hacer otra, la cual hemos conversado con personas e instituciones académicas y grupos empresariales, que la ven también con simpatía. Nos referimos ​hacer de El Helicoide una universidad de tecnología. 

Si​​una universidad tecnológica, en la cual se estudie la inteligencia artificial, la robótica, lo relativo a las impresoras 3D, el internet de las cosas, Blockchaim o cadena de bloques, el tema de las criptomonedas, fabricación de chips de comunicaciones, tarjetas sim, sistemas de comunicaciones, almacenamiento de datos en la nube y muchos otros temas relacionados con la funcionalidad de la tecnología. 

Este centro de estudios tecnológico, ​tiene que ser una academia que se ubique en la vanguardia de la investigación, tratando temas de frontera del conocimiento, tendencias, necesidades y soluciones para una sociedad del siglo XXI que desea conectarse y participar en el mundo desarrollado. Esta universidad tiene que ser una propuesta disruptiva en lo académico, emular un poco la experiencia del Sistema de Orquesta, en el cual se aprende haciendo desde el primer día y asimilando las mejores prácticas de los mejores centros de tecnología del mundo. 

Esta Universidad tecnológica debería ser una academia experimental, ​con participación societaria del estado venezolano, la academia y el sector privado, en especial de empresas relacionadas con el mundo del software, 

hardware y comunicaciones, que tenga presencia no solamente como socios, sino también como miembros del grupo administrador. 

La participación de las empresas privadas es fundamental, porque en ese nicho hay un capital social que solo sirve a las empresas a las cuales trabajan o prestan un servicio. Es necesario que esa experiencia se comparta con los educandos, porque no es solamente el conocimiento práctico, de mercado y administrativo que muchos ejecutivos puedan aportar, sino también el relacionamiento con un sector que mueve la economía, una fuente generadora de empleo, y que tiene interés en aportar soluciones a los grandes retos de una sociedad compleja. 

El Helicoide bien podría tener la mejor conectividad de cualquier centro de estudios, laboratorios, aulas con los mejores adelantos educativos, salas para clases on line, virtual, auditorium para contactos virtuales con los mejores especialistas del mundo, centros de mantenimiento y desarrollo de equipos tecnológicos, laboratorios de software y salas de exposiciones. 

Se complementa esta propuesta diciendo que el objetivo fundamental de una universidad de este tipo es l​a sustentabilidad y sostenibilidad ​en el tiempo, de manera que, no dependa del presupuesto fiscal del estado venezolano, por el contrario, lo ideal sería que aporte al estado. Esto sería una verdadera autonomía universitaria. 

Esta es una de las sugerencias y propuesta que hacemos para un gobierno futuro, que tenga como norte, un salto cuántico en materia de educación y conocimiento. Se puede hacer si hacemos la alianza perfecta entre el estado, el sector privado y la academia. Necesitamos tener centros de innovadores y emprendedores que no miren el futuro en forma contemplativa, sino participativa. 

Los políticos tienen sus propios objetivos, usualmente políticos. Son tantos los retos de un nuevo gobierno, en los cuales es necesario hacer una lista de prioridades, pero estamos obligados a tocar algunos temas, pensando en una Venezuela a largo plazo. 

 


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