Los venezolanos estamos en frente de una encrucijada política de vital importancia para el hoy y para el mañana de nuestro país. Para este 23 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional (AN),  órgano constitucional y legítimo, convocó a una gran manifestación en las calles para rechazar la permanencia de Nicolás Maduro en el usufructo del poder. 

He aquí, donde toma transcendencia el papel de los ciudadanos; los venezolanos tenemos el deber de salir a las calles, no como una masa uniforme y arrastrada por pasiones, sino como un cuerpo coherente, analítico y reflexivo, integrado por individuos que asumen su rol en la realidad social y política del país. 

Es decir, como ciudadanos, cada uno de nosotros, debe ser estandarte de la liberación nacional. Aquí no se trata de intereses mezquinos, pero tampoco de ser borregos arriados por liderazgos políticos, sino que este 23 de enero implica que todos los venezolanos asumamos el control de nuestros actos y no nos quedemos como simples espectadores de los sucesos que están próximos a ocurrir. 

Por un lado, tenemos un régimen que está fuertemente cuestionado por los venezolanos, y por la Comunidad Internacional, y por el otro está el único cuerpo legal del país, como es la Asamblea Nacional marcando una ruta de salida a la crisis. 

Ante esto, todos los ciudadanos debemos salir a las calles, escuchando el llamado de los diputados y del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, pero debemos hacerlo como ciudadanos en su libre ejercicio de las facultades constitucionales que le otorga la Carta Magna. 

Así como el 23 de enero de 1958, una poblada salió a las calles a manifestar su apoyo al movimiento que derrocó a Marcos Pérez Jiménez, de esa misma forma, hoy la sociedad venezolana tiene que tomar las calles para respaldar todas las acciones que se están llevando adelante para el rescate del orden constitucional del país. 

Este 23 de enero, en cada cabildo abierto que se efectúe en todos los rincones de Venezuela los ciudadanos deben salir masivamente, asumir su deber constitucional, y dejar bien en claro su visión de la realidad venezolana. 

En las asambleas multitudinarias, que de seguro se realizarán por todo lo largo y ancho del país, los ciudadanos debemos exhortar y mandar a la Asamblea Nacional (AN) a que continúe con la ruta de libertad para el país. 

Entre los puntos que resaltan están el llamado ciudadano para que Juan Guaidó jure como Presidente de la República, que se instale un Gobierno de Transición Nacional, ya sea dentro o fuera del país, y se haga un compromiso para la celebración de elecciones democráticas con condiciones, observación internacional y con un Registro Electoral (RE) depurado. 

¿Aceptas el reto?...