De una confusión de planos
Escrito por Luis Barragán | X: @luisbarraganj   
Lunes, 21 de Enero de 2019 05:12

altLa Fracción Parlamentaria del 16 de Julio,  desde hace varios meses, ha planteado el inmediato reemplazo de esta dictadura.

En 2018, con motivo de la declaratoria del abandono del cargo y, después, de la consabida sentencia condenatoria del legítimo TSJ, propuso la implementación del artículo 233 constitucional a la plenaria de la Asamblea Nacional. Por consiguiente, el planteamiento no reporta novedad alguna.

Al iniciarse el nuevo período de sesiones, no votamos la junta directiva propuesta con la excepción del colega diputado Juan Guaidó. Reiteramos, nuestro apoyo estuvo y está supeditado al fiel cumplimiento de lo pautado en la Carta de 1999. Luego, no existe predisposición alguna en su contra, como lo sugirió una innegable campaña de distorsión que no terminó de cuajar en las redes sociales.

Por ello, importa desmentir cualquier señalamiento personal que la intriga digital ha procurado cultivar. Sentimos respeto y valoramos a Guaidó, por lo demás, compañero de luchas por mucho tiempo en las lides parlamentarias y en la confrontación de calle contra la dictadura. Son más las coincidencias que las diferencias de los venezolanos que deseamos superar las actuales circunstancias, pero no debemos hacer de ellas un arma innoble para confundir a propios y a extraños.

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Todavía recordamos las distintas jornadas compartidas, por ejemplo, como aquella ocasión en la que acudió a una sesión del  parlamento bajo dominio oficialista para reincorporarse a la huelga de hambre que hizo en demanda de elecciones libres. Nada fácil era sesionar en esa Asamblea Nacional caracterizada por la violencia, y Juan habló con gallardía, correspondiendo acompañarlo para salir del hemiciclo y, después, junto al otrora diputado Carlos Ramos, del propio Palacio Legislativo. La sola experiencia compartida, en medio de las más indecibles dificultades, genera una relación de reconocimiento, respeto y consideración que no puede sustituir la intriga de ocasión, el gesto oportunista y hasta el selfie celebratorio que hoy dice cotizar, faltando poco, a aquellos que exhiben una tardía credencial de combatientes por la causa democrática. 

De modo que no hay ningún prejuicio  hacia el ahora presidente de la Asamblea Nacional, quien debe formalizar la presidencia interina de la República lo más pronto posible. Al contrario, condicionamiento político mediante, lo votamos en el parlamento. Difícil y complejo ámbito, no  es aconsejable confundir los planos, pues, las posturas o posiciones políticas bien fundadas, como las que impulsa la Fracción Parlamentaria del 16 de Julio, no tienen por objetivo destruir personalmente a nadie, en un país en el que nos necesitamos todos, inspirados y afianzados por la buena fe.

 

Fotografías: Asamblea Nacional, Caracas (16/06/2015).


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